Han existido grandes leyendas en el basquetbol de la NBA, grandes nombres que vivirán por siempre en la memoria de los aficionados gracias a sus hazañas y proezas difíciles de igualar. Pero ni Michael Jordan ni Shaquille O'Neal ni Magic Johnson o Wilt Chamberlain pudieron lograr lo que ha conseguido Stephen Curry en la temporada 2015-16: ser nombrado MVP de manera unánime.
El guardia de los Golden State Warriors ha deslumbrado a la liga en las últimas cuatro temporadas en las que el tiro de tres puntos, ha sido su carta de presentación, lo que le ha permitido guiar a su equipo a una época dorada que podría culminar con su segundo campeonato consecutivo.
Los números de Curry durante la temporada 2015-16 son fenomenales: 30.1 puntos por partido (líder de la liga), 2.1 robos por partido (líder de la liga), 90.8 % de efectividad en los tiros libres (líder de la liga) y 402 tiros de tres puntos acertados, un récord en la NBA y que le valió obtener 131 votos de 131 posibles y alcanzar su segundo premio como MVP (Most valuable player) de la liga.
Pero quizás el récord más imponente que ha conseguido Curry en esta temporada es el que comparte con todos sus compañeros: las 73 victorias conseguidas en temporada regular, superando el anterior récord de 72 victorias que pertenecía a los Chicago Bulls de Michael Jordan de la temporada 1995-96. Algo que, sin duda, coloca a los Golden State Warriors de 2015-16 entre las mejores franquicias de la historia.
Lo realizado por el guardia de metro 91 centímetros de altura es simplemente espectacular e indudablemente genera una fastidiosa comparación con algunos de los grandes jugadores de la historia, pero aún es pronto para juzgarlo, ya que su joven carrera no ha hecho más que comenzar y sus mejores años están por venir. Felicidades a Stephen Curry, un jugador que vale la pena disfrutar y que vuela por las duelas con méritos propios.