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El brutalista: ¿Por qué debes ver (o no) la película con Adrien Brody?

La ganadora de los Golden Globes 2025 es audaz y envolvente, y cuenta con una magnífica interpretación de Adrien Brody, pero al final se queda corta.
Escena con Adrien Brody como Lszló Toth en El brutalista
Adrien Brody como László Toth en El brutalista.A24

Cuando vi por primera vez El brutalista, me pasé parte del bendito intermedio de la cinta de 215 minutos buscando en Google el nombre de László Toth, convencido de que el arquitecto que protagoniza la fascinante y exasperante película de Brady Corbet debía de ser una persona real de mediados de siglo. Pero, por supuesto, al igual que Lydia Tár antes que él, Toth –interpretado por un nunca antes visto Adrien Brody– es una simple invención, surgida de la mente de Corbet como representante de una escuela de pensamiento, de una tradición artística, de toda una época. Su creación es lo bastante verosímil como para engañar a un espectador crédulo como yo, un estudio detallado de un hombre que parece desenterrar la verdad de algo inmenso.

Al menos en su primera mitad. El brutalista se divide en dos partes: la primera llamada “The Enigma of Arrival (El enigma de la llegada)”; y la segunda, “The Hard Core of Beauty” (El duro corazón de la belleza). Corbet es un fan de este tipo de adornos, y hace todo lo posible por transmitir el poderío de su proyecto, su formidable rigor formal. Eso se agradece, hasta cierto punto; ¿por qué no iba a aspirar a la grandeza con tanta audacia un joven cineasta rebosante de ambición? Pero no sé si vería El brutalista exactamente como un intento; la confianza en sí mismo que revela en la película sugiere que cree que ya ha alcanzado la grandeza.

Reseña de El brutalista de Brady Corbet

El brutalista cuenta con la participación de Guy Pearce y Joe Alwyn.Lol Crawley/A24

Esa fanfarronería es extrañamente encantadora, pero parte de su atractivo se desvanece a medida que “Beauty” se desarrolla con lentitud y confunde lo que había sido la robusta historia de la vida de un superviviente húngaro de un campo de concentración en los Estados Unidos de después de la Segunda Guerra Mundial. Corbet construyó un avión Spruce Goose difícil de aterrizar con esta cinta: su sentido práctico se pierde en algún lugar de la adornada estructura.

Sin embargo, “Arrival” es una maravilla, a la vez tambaleante y vertiginosa, triste y turbulenta. Vemos cómo el Toth de Adrien Brody –quien ya ha interpretado antes alguna de las mejores películas sobre el Holocausto– llega a Estados Unidos tras un largo viaje por el océano, atracando en el puerto de Nueva York con toda la frenética posibilidad de un nacimiento. (La magnífica partitura de Daniel Blumberg contribuye enormemente a esa sensación de aturdida aprensión). Cansado pero alerta, Toth entabla relación con un primo, Attila (Alessandro Nivola), propietario de una tienda de muebles en Filadelfia, y comienza a revivir el trabajo arquitectónico que realizaba con cierto éxito antes de que los nazis subieran al poder. Toth está claramente atormentado por su época durante la guerra –parece destrozado, consume heroína quizá como medio de evasión–, pero su empuje y sus principios artísticos parecen no haber disminuido.

Estos momentos del despertar del legado son emocionantes, Corbet elabora una sinfonía de cámara de las posibilidades que ofrece el Nuevo Mundo acechadas por la oscuridad. Toth pronto cae bajo los auspicios de un acaudalado industrial, Harrison Van Buren (Guy Pearce), que encarga a Toth un enorme proyecto que aparentemente es un centro comunitario, pero que en realidad está destinado a erigirse en monumento a la grandeza magnánima y maestra del universo de Van Buren. Aunque sabemos lo suficiente sobre la historia estadounidense como para sospechar que no se puede confiar en un adinerado hombre de negocios, el interés de Van Buren por la obra de Toth no deja de ser apasionante. Aquí está la promesa que se dice que ofrece esta nación, que cualquiera de cualquier historia oprimida puede rehacerse aquí, puede ser descubierto como alguien especial y ascender desde su posición a la luz dorada de un sueño. Pero, por supuesto, no es así como funciona este lugar, un hecho que Corbet reconoce de forma cada vez más sombría a medida que se desarrolla su película.

El brutalista trata de Estados Unidos, pero también del arte y de los compromisos que sus creadores se ven obligados a aceptar a menudo por exigencias del dinero. Corbet aboga por un tipo de arte puro, que prospere y perdure incluso bajo las cínicas presiones de la economía y la vanidad de sus benefactores. La cinta es un canto a las personas que practican ese arte sincero, pero también un lamento por lo que Corbet considera una tradición en vías de desaparición, por lo menos en su sector. He aquí su gran epopeya estadounidense, realizada a bajo costo en Europa sin el respaldo de ningún estudio. Quizá haya algo de arrogancia en ello pues Corbet expresa: “Miren lo que puedo hacer sin ustedes”. O es una nerviosa reprimenda a un sistema que Corbet quizá perciba como irremediable: El brutalista es la antorcha para que otros sigan el difícil camino de hacer un cine duradero y significativo.

Adrien Brody y Felicity Jones destacan por sus interpretaciones desgarradoras.A24

Es una pena, pues, que Corbet acabe enredándose en sus ideas. La segunda mitad de la película está cargada de acontecimientos. Toth se reúne por fin con su esposa Erzsébet (Felicity Jones), ella también terriblemente afectada por su experiencia en el Holocausto, y su relación con Van Buren se deteriora de forma espantosa. Aunque ocurren muchas situaciones, esta parte de la cinta es lánguida, como si Corbet buscara una dirección o se entretuviera antes de llegar a su punto final. La conclusión del filme es encantadora y conmovedora, pero parece un añadido, una especie de deus ex machina que explica un texto oculto que Corbet escondió intencionadamente al público. Estoy a favor de un final misterioso, discordante y sorprendente, pero en este caso un cierre abrupto socava gran parte de lo que vino antes. Y mucho ocurrió antes de ello.

Lo que se mantiene constante en todo momento es la maravilla de la interpretación de Brody, feroz, desgarrado y rebosante de inteligencia. Resulta totalmente convincente como hombre voluble y lleno de alma, tan maltratado por los acontecimientos de su sombría época. Es un trabajo magistral que se ve maravillosamente igualado por la presunción fría y calculadora de Guy Pearce, que capta hábilmente a un auténtico depredador estadounidense que se ha envuelto en una prepotencia mitad Ayn Rand, mitad calvinista. Brody y Pearce manifiestan vívidamente los argumentos de Corbet sobre el choque entre el arte y el dinero, entre el viejo mundo y el nuevo. Cuando arden juntos en la pantalla, El brutalista adquiere un tamaño épico: dos artesanos trabajando prodigiosamente para hacer realidad la visión errónea y asombrosa de su arquitecto.

El reparto de El brutalista

En esta película de Brady Corbet, participan:

  • Adrien Brody
  • Felicity Jones
  • Guy Pearce
  • Joe Alwyn
  • Raffey Cassidy
  • Stacy Martin
  • Emma Laird
  • Isaach de Bankolé
  • Alessandro Nivola

¿Cuándo se estrena y dónde ver El brutalista?

El brutalista estará disponible en cines de México a partir del 6 de febrero.

Los premios que ha ganado El brutalista

Esta película con Adrien Brody empieza el año con el pie derecho al formar parte de las ganadoras de los Golden Globe 2025 y ser una de las cintas con mayores nominaciones –siete– en la categoría de drama. Esto es un indicador de que será una de las fuertes contendientes en las próximas ceremonias de premiación, que culminarán con los Oscars 2025 el 2 de marzo.

El brutalista en los Golden Globes 2025

Las nominaciones y premios de El brutalista en los premios de la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood:

  • Mejor actriz de reparto en cualquier película: Felicity Jones
  • Mejor actor de reparto en cualquier película: Guy Pearce
  • Mejor actor – Película de drama: Adrien Brody (GANADOR)
  • Mejor guion – Película: Brady Corbet, Mona Fastvold
  • Mejor dirección – Película: Brady Corbet (GANADOR)
  • Mejor música original – Película: Daniel Blumberg
  • Mejor película – Drama (GANADORA)

Artículo publicado originalmente en Vanity Fair.