El periodo prototipo es una estrategia para lograr aquella meta que seguramente te has planteado más de una vez: hacer del ejercicio una parte integral de tu rutina. Después de todo, ¿cuántas veces no hemos intentado ser constantes en el deporte para después decepcionarnos por abandonarlo una y otra vez?
La idea de esta fórmula es ir en contra del patrón de abandonar las metas que es común en mucha gente, para realmente encontrar una manera de hacer ejercicio como parte de la cotidianidad, sin que esto represente un esfuerzo sobrenatural que sea ignorado después de cierto tiempo, precisamente por no hacerse parte natural del día a día.
Así que si eres una de las personas que acude al gym con frecuencia, pero solo durante un periodo de tiempo para después faltar por varios meses, esto es algo que te interesa.
¿Qué es el periodo prototipo?
El periodo prototipo es una propuesta para poder hacer del ejercicio una parte integral de la rutina simplemente al establecer fechas exactas para distintas metas deportivas a lo largo del año.
La propuesta proviene de Karin Nordin, experta en mentalidad y cambio de conducta, como una forma de hacer del ejercicio una parte integral de la rutina es el llamado periodo prototipo, el cual consiste en fijar un objetivo deportivo cada mes, cuidando que no sea demasiado ambicioso pero tampoco demasiado pequeño. Es decir, quizá en un mes no podrás prepararte para correr un maratón, pero sí podrás plantearte la meta de correr 2 kilómetros.
Así, mes con mes puedes ir aumentando y cambiando los retos, para que no dejes de acudir al gimnasio o de practicar el deporte que hayas elegido. Puedes proponerte que al segundo mes, correrás 5 km, etc. Además, puedes variar cada mes el reto. Por ejemplo, que otro mes sea para probar clases de baile y otro mes para entrar a nadar. De esta forma podrás identificar qué te gusta más y eventualmente quedarte en ese deporte si así lo quieres, pero de momento, y durante el periodo prototipo, lo más importante es adquirir constancia mediante una motivación novedosa cada mes.
Escribe la meta de cada mes y asegúrate de abarcar todo el año con un nuevo propósito que te mantendrá en actividad física por un buen periodo de tiempo, al menos el suficiente para crear un nuevo hábito.
¿Por qué es importante la constancia en el ejercicio?
Es bien sabido que los verdaderos beneficios del ejercicio se perciben mediante la constancia, más que por la intensidad. Así que no sirve de mucho que vayas una vez a la semana a levantar grandes pesas, si después vas a dejar de hacerlo por meses.
Lo ideal es que puedas hacer ejercicio al menos por media hora durante tres días de la semana, pero ese es apenas el mínimo recomendado si quieres obtener resultados visibles en materia de fortalecimiento muscular y mejora de condición. A partir de esto, puedes aumentar a unos 150 minutos a la semana de actividad aeróbica moderada, para después crecer la meta a 300 minutos de actividad aeróbica moderada a la semana.
En realidad, las principales ventajas de hacer ejercicio con constancia se vinculan con la mejora gradual de fuerza y resistencia que se puede obtener, la cual también reduce el riesgo de lesiones y ayuda a mejorar la salud del cuerpo y a tener un estilo de vida más pleno. A su vez, el ejercicio constante puede mejorar la salud del corazón y los pulmones, lo que aumenta la energía para realizar las tareas diarias y también mejora la función cognitiva.
Claro está que la cantidad de veces que hay que hacer ejercicio a la semana depende del tipo de cuerpo y condición física de cada persona, así como de sus propios planes y metas, pero este aproximado puede ayudarte.
Además, recuerda que se recomienda combinar los ejercicios cardiovasculares con los de peso y con estiramientos para que los resultados sean integrales y que es muy importante acompañar la rutina deportiva de una alimentación balanceada y un estilo de vida saludable.