Los masajes son una de las prácticas que más pueden aportarle a tu cuerpo y tu mente en el sentido de relajación, activación de la circulación y la dinámica del funcionamiento del cuerpo, la salud del sistema linfático y la estética física. Todo eso es algo que ya sabemos... También está el tema de los masajes eróticos y el perseguido “happy ending”.
Somos adultos aquí y, si la práctica va entre dos personas conscientes y que acceden, pues está genial. Incluso en tu vida cotidiana, nada para salir de la rutina con tu pareja como aprender a dar el toque perfecto a algunas zonas del cuerpo que hacen explotar de placer tanto a quien lo da como a quien lo recibe, y así dilatar ese final feliz con una eyaculación sana, plena y que nos deje como nuevos.
Pero, ¿qué sucede cuando te excitas en otro tipo de masaje con unas manos profesionales, en un spa? Lo primero es dejar claro que no eres por eso un pervertido ni un maniaco sexual. La realidad es que el masaje es tremendamente sensorial y esa respuesta es posible. Cuando la mano profesional pasa cerca de nuestros genitales, se activa la circulación y se mueve una energía que genera como respuesta la erección. Mientras más joven eres, por supuesto, más probable es que te suceda.
El tema es puramente biológico. Tu masajista lo sabe y debe tener la preparación para actuar de manera que no te sientas incómodo. Te avisamos que esto también le ocurre a muchas mujeres, solo que en ellas no es tan visible. Si tienes buenas intenciones, no te preocupes. La misma tensión porque “no se note”, va a encargarse de bajar la temperatura, además de que la presión en el siguiente músculo adolorido hará el resto y seguirá el masaje sin pasar a mayores. Si no, el socorrido subterfugio de pensar en algo que te resulte físicamente desagradable es siempre una herramienta socorrida.
De cualquier manera, tener en cuenta la etiqueta de las sesiones de masaje, siempre hará más placentera la experiencia. Aquí van algunas sugerencias.
¿Desnudo o en traje de baño?
Por lo general eso es opción de quien recibe el masaje y no es ofensivo ni está fuera de lugar quedarse desnudo. En todo caso, siempre te cubrirán con la toalla, excepto cuando te den masaje en la zona de los glúteos.
¿Si comí antes del masaje y puede causarme gases?
La recomendación es evitar ese episodio desagradable. Para eso cuida qué comes y cuánto tiempo antes del masaje. Lo ideal es no comer, al menos tres horas antes.
Comunícate...
Hacerle saber a quien te da el masaje qué te resulta relajante, qué es doloroso y hasta dónde quieres llevar la presión, es esencial. También debes avisar si te resulta incómodo, por cualquier razón, que te masajeen alguna zona de tu cuerpo.
Siempre dúchate antes
La razón es obvia y habla bien de ti, además de ser una cortesía elemental de higiene para quien te está dando el servicio.
Propina ¿sí o no?
Aunque fijes un precio por el servicio, siempre es justa una propina. Un 10 por ciento es decente y práctica habitual en todas partes.