En septiembre de 2017, 14 meses antes de su muerte, se hizo público que Stan Lee había pre grabado apariciones para nada menos que cinco películas de Marvel Studios cuando el representante personal del escritor de cómics lo reveló durante una convención.
En aquel momento, la noticia suscitó la preocupación de que el creador del MCU —de 94 años de edad en aquel momento— estaba siendo explotado por aquellos que lo rodeaban, y que la gente lo trataba más como una marca o uno de los personajes de ficción que Stan Lee interpretó que como un ser humano real y vivo. Tal vez todo el mundo debería haber tomado esto como una señal de lo que estaba por venir.
¿Marvel resucitará a Stan Lee?
La semana pasada se conoció la noticia de que Marvel ha firmado un acuerdo de 20 años con Stan Lee Entertainment —la firma que controla el nombre y la imagen del escritor de cómics—, para utilizar su nombre, voz, imagen y su icónica firma en un amplio número de aplicaciones, que incluyen, entre otras, películas, programas de televisión, parques temáticos, mercancía y “experiencias” no definidas. Andy Heyward, director general de Genius Brands —una de las dos empresas que están detrás de Stan Lee Entertainment— dijo que el acuerdo “realmente garantiza que Stan, a través de la tecnología digital, las imágenes de archivo y otras formas, vivirá en el escenario más importante, las películas de Marvel, y los parques temáticos de Disney”.
Seamos claros al respecto. Durante su vida, Stan Lee fue totalmente cómplice de la transformación de una persona en una marca. Esto se remonta a los primeros días de Marvel, mucho antes de que se le invitara a hacer un cameo en casi todas las películas relacionadas con los cómics de superhéroes. Hablamos de los días, cuando se retrataba a sí mismo, a otros trabajadores freelancers y personal de Marvel como caricaturas chistosas en editoriales y cómics, por igual; cuando dejó de escribir o editar directamente a mediados de la década de 1970, se estableció un decreto en la empresa para que todos los números comenzaran con el logotipo de una versión de su firma que decía “Stan Lee Presenta”. Después de una carrera que incluyó la cocreación de Spider-Man, Iron Man, Hulk, los Vengadores, los X-Men e incluso Willie Lumpkin y Hedy Wolfe, el mayor trabajo de Stan Lee, casi con toda seguridad, fue el propio “Stan Lee”.
No obstante, hay algo asombrosamente macabro en la idea de que Stan Lee estará atrapado en una vida después de la muerte, vendiendo productos de Marvel durante al menos las próximas dos décadas; a pesar de las obvias bromas que se pueden hacer sobre cómo pasó su tiempo en la Tierra.
La resurrección de Stan Lee difiere de las recreaciones digitales de actores como Peter Cushing o Carrie Fisher en las películas de Star Wars de Disney, o de los hologramas póstumos de raperos muertos que aparecen en Coachella. Cada uno de esos casos, por espeluznantes e innecesarios que sean, eran celebraciones y recreaciones del trabajo de sus protagonistas, utilizando piezas literales de dicho trabajo para construir las actuaciones digitales.
Esto, por el contrario, es simplemente una extensión de la transformación de Stan Lee durante años en poco más que una marioneta corporativa, comerciando con la nostalgia de los fans y la buena voluntad del pasado para asegurar al público que lo que están viendo en la pantalla tiene el sello de aprobación de la generación original de la autodenominada “House of Ideas” —excepto, que ahora llega con aún menos autonomía o participación de lo que Lee fue capaz de ofrecer cuando estaba vivo—.
La muerte de Stan Lee a finales de 2018 fue triste, sí, especialmente para aquellos que realmente conocían al maestro de los cómics personalmente; sin embargo, puso fin a un período difícil y trágico en su vida. En sus últimos años, circularon acusaciones de que Stan Lee sufría maltratos, incluso cuando su perfil público crecía posiblemente más de lo que había sido antes. Los muchos fans de Marvel, que se emocionaron de verdad al verlo en la gran pantalla en cada entrega sucesiva del MCU no identificaron al verdadero Stan Lee, sino que vieron a un personaje tan ficticio como cualquier otro ciudadano del Universo Cinematográfico de Marvel.
El Stan Lee que “seguirá vivo” en las películas de Marvel y en los parques temáticos de Disney nunca estuvo realmente vivo en primer lugar. El verdadero Stan Lee se merece algo mejor que ser recordado como una simple figura programable, dispuesta a promocionar lo que sea que la marca demande.
Artículo publicado originalmente en Wired UK.