"¿Cómo ser un buen dueño de perro?". Esta es una pregunta común entre los que ya tienen un perro o los que están pensando en adoptar uno para compartir su vida, y aunque la respuesta podría parecer fácil, quizá no es lo que esperábamos. Actualmente, debido al amor que existe por las mascotas, solemos consentir a los perros o creemos que las caricias y lo poco que sabemos sobre entrenamiento será suficiente para que se ajuste a nuestro estilo de vida.
Para responder de forma más concreta la pregunta, hablamos con Gerardo Mendoza, miembro de la Asociación de Entrenadores Internacionales y encargado de Tocino DogTraining, quien ayuda a las personas a entrenar a sus mascotas mediante un entrenamiento balanceado, lo cual ha hecho durante más de cuatro años de forma profesional.
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¿Puedo tener un perro?
Uno de los enfoques principales para Gerardo Mendoza, como entrenador, no es tanto el perro, sino su dueño, y el papel que tendrá para hacer que su perro llegue a tener un buen entrenamiento, y señala que si queremos tener un perro, tenemos que preguntarnos: “¿Cómo me capacito para saber si soy una persona que puede tener un perro en su vida?”.
“Mi educación comienza antes de que llegue el perro a mi vida. No basta querer o amar al perro”, señala. Aquí podemos pensar en si podemos tenerlo en nuestro espacio, o si tendremos tiempo para educarlo o estar con él. Gerardo señala que actualmente existe una generación de perros que se encuentran en casa encerrados mientras salimos a la oficina, y si no los entrenamos, podemos llegar a casa para encontrar destrucción o quejas por ladridos.
¿Qué tipo de perro puede llevar el tipo de vida que deseo?
Digamos que vives en un departamento pequeño. Un san bernardo o cualquier perro grande, sería una mala opción para el espacio, sin embargo, a algunos dueños de perros no se les ocurre pensar en eso. Por otra parte, algunos siguen tendencias. “Hoy hay razas que están de moda como el Husky, el Pastor Alemán, el Pastor Belga, que le quedan grande a los dueños, pero ¿qué pasa cuando no estamos capacitados para transmitirles el entrenamiento? Los perros se frustran fácilmente y empiezan malos comportamientos".
La búsqueda de entrenador
"Todos creemos que podemos entrenar al perro", señala. Aquí podemos creer que los videos de YouTube nos pueden ayudar o –en peores casos– que los golpes los pueden educar, sin embargo, podemos crear peores comportamientos en los perros. El entrenador puede ayudar a crear una comunicación entre el dueño y el perro, y no debe ser cualquier persona sino un profesional que sepa cómo es la mejor forma de crear ese vínculo.
Tiempo
“Entrenar a un perro es enseñarle un idioma”, menciona Gerardo Mendoza. “Piensa en el inglés. Un curso de inglés puede durar unos dos años, y el hecho de aprender inglés en una escuela no significa que vas a fluir en el inglés. Necesitas práctica. Lo que yo busco en un dueño, y no importa cuánto ame y hable bien de su perro, es que tenga tiempo para hacer el entrenamiento. Que tenga ganas de levantarse, de sacar el perro, de practicar lo que se le deje de tarea para poder entrenarlo”.
Por otra parte, no podemos esperar que lo entrene alguien más y que responda a nosotros. “El perro es de quien lo trabaja”, señala Gerardo. Lo que significa que si lo entrena alguien más, no responderá ante el dueño si no es él quien pasa tiempo con la mascota realizando los ejercicios que ha aprendido. “Mi enfoque principal es el dueño. Vamos a trabajar con los humanos, y queremos aquellos que sí estén dispuestos a aprender”.
No le temas a la jaula
Especialmente en las generaciones más jóvenes, vemos la jaula como algo negativo. “Es cuando comenzamos a humanizar al perro”. Creemos que se siente encerrado o si intentamos meter a un perro podemos sentir que le afecta. Gerardo Mendoza señala que ha visto perros que tienen reacciones como convulsiones. Sin embargo, afirma, “la raíz del entrenamiento comienza en la jaula” y si seguimos con el entrenamiento, el perro debe aprender a sentirse cómodo en su espacio sin que haya problema alguno. Por supuesto, esto requiere que también tenga bastante tiempo para salir, jugar, y así no tener necesidad de hacer eso cuando se encuentre en su jaula.