Cuando hablamos siempre del estilo masculino (o estilo preppy) y la ropa para caballero inmediatamente relacionamos estos temas con los trajes. Y esto no solo se debe a que esta pieza es un representativo del gentleman desde décadas anteriores, sino a su aparición en distintos formatos -aunque evidentemente deja de ser traje si separamos ambas piezas-. Para ser exactos y concretos debatir sobre estilo es, sin duda, cuestión de extensión: investigar la procedencia de cada pieza, el porqué de su concepción y su vigencia. Sin embargo, a todo esto, hay prendas que parecieran ser familiares de otras que tenemos en nuestro armario ya que inmediatamente relacionamos unas con otras para dar paso al armado de un outfit armónico.
Estas prendas lejos de compartir tejidos, colores o texturas comparten algo en específico: una corriente de estilo. A lo largo de la historia han surgido tendencias que dictan su sentencia en alguna década en particular, prendas que aún siguen vigentes y estilos que han trascendido casi sin modificaciones: tal es el caso del estilo preppy.
El Ivy League hace referencia a la forma de vestir -que adoptó la élite de estudiantes después de la segunda mitad de la década de los 50- de ocho universidades del noreste de los Estados Unidos: Harvard, Yale, Princeton, Columbia, Cornell, Brown, Pensilvania y Dartmouth College. Esa nueva ola de estilo denominada y mayormente conocida como preppy se extendió por todo Norteamérica para la década de los años sesenta y su influencia permeó en la filosofía de diseñadores como Ralph Lauren, quién fundó su marca hace, exactamente, 51 años bajo estos parámetros.
Esta condición que a consecuencia de los códigos de vestimenta tan relajados hace que, actualmente, le llamemos “estilo clásico”, cuando en realidad se planteó como una alternativa de aires deportivos y cómodos para los estudiantes de élite, intelectuales, acomodados y que representaban los valores familiares. La armonía en la paleta de color, así como las prendas básicas de este estilo lo han hecho perdurar y ser casi un emblema del otoño: cárdigans, pantalones chinos, americanas de lana, blazers azul marino con alguna insignia, bow-ties, corbatas de rayas navy, mocasines y la icónica harrington jacket forman parte del legado college de EUA. Todas están prendas, fáciles de combinar unas con otras, nunca han perdido vigencia y siempre son una buena opción para el cambio de estación. Aunque, para el verano, también marcan su poder en bermudas rectas, náuticos de ante, playeras tipo polo y suéteres ligeros en tonos pasteles.
Aunque lo estricto y pulcro del concepto original se han venido haciendo cada vez más informal, la adaptación es más relevante a medida que seguimos aprendiendo a usarla de manera relajada. El ejercicio y mayor reto se basa en reinterpretar los principios clave de lo que consideramos como ropa clásica, manteniendo, siempre, un sentido de elegancia y atemporalidad ideal para aplicar a los looks de trabajo y reuniones casuales.
Bajo esta premisa, seleccionamos 7 prendas emblemáticas del estilo preppy para hacerle frente a los días de otoño y acercarnos, poco a poco, a la profundidad del invierno.
1. SUÉTER DE PUNTO
El suéter de punto lo encontramos todo el tiempo. El tejido en forma de 8 es un clásico de clásicos, y para esta temporada, la actualización de esta prenda se basa en el tamaño del diseño y también en el color.
2. PANTALÓN DE PANA
Cada otoño todas las prendas de pana renacen del armario gracias a lo acogedor que resultan para combatir las bajas temperaturas. Como en la Ivy League, este material se convierte en un emblema del invierno.
3. SUÉTER DE CASHMERE
El cashmere es una de las lanas de cabra más finas que existen. Un suéter de este tejido nos asegura una pieza por varias temporadas, al mismo tiempo que refuerza el legado clásico. El formato en cuello redondo y de aspecto ligero lo convierten en la mejor arma para usarlos en looks formales, por encima de una camisa.
4. POLO DE RUGBY
Una manera simple y elegante para darle la bienvenida a los primeros “frentes frío” es vistiendo una camisa de rugby clásica. Esta camisa de algodón fue impuesta por los atletas de alto perfil de la élite de la Ivy League a principios de los setenta y marcas como Ralph Lauren, Tommy Hilfiger y Scappino han caído rendidas al encanto preppy, tanto que siempre podemos comprar una versión renovada de esta prenda en cualquiera de sus tiendas.
5. BLAZER DE LANA
El blazer todo el año nos acompaña, ya sea en la oficina o en eventos que requieran una dosis de formalidad. Para el verano buscamos textiles como el lino y el piqué pero para el invierno esta prenda también puede abrigarnos un poco más. El blazer de lana siempre será una buena idea para protegernos del frio y vernos elegantes, al mismo tiempo.