En 1972, el imperio de los tenis Nike comenzó con una santa trinidad. Phil Knight fue el intrépido empresario que predijo el auge de la cultura del running. Bill Bowerman, antiguo entrenador de atletismo universitario de Knight, era el incansable experimentador que abría sus tenis de correr para hacer ajustes y se apoderaba de la wafflera de su esposa para desarrollar nuevas suelas de goma. Y Steve Prefontaine era el atleta de otro mundo cuyo estilo valiente y culto a la personalidad daba a los Nikes que llevaba en los pies un brillo de credibilidad y frescura trascendental.
Durante 50 años, Nike se ha ceñido a esa fórmula básica —conjugando innovación de vanguardia con grandes estrellas y el respaldo de un industrialismo inteligente— mientras se convertía en una potencia mundial. Las superestrellas, durante las tres primeras décadas aproximadamente, fueron casi exclusivamente atletas a los que todos conocíamos por su nombre: Michael Jordan, Bo Jackson, Tiger Woods, Serena Williams. Sin embargo, desde principios de los años ochenta, el Swoosh ha cortejado a un abanico mucho más amplio de talentos, trabajando con creadores de éxitos generacionales como Kanye West y Drake, héroes del arte de culto como Tom Sachs y Futura, y luminarias del mundo de la moda como Virgil Abloh, Jun Takahashi y Rei Kawakubo, todo con el objetivo de crear los mejores tenis Nike.
“Las colaboraciones externas nos empujan hacia los límites como empresa”, dice Mark Parker, presidente ejecutivo y ex director general de Nike. “A través de ese intercambio, se acelera nuestra propia cultura de pensar e innovar”.
Las asociaciones han producido miles de productos, pero estos 50 tenis Nike, en particular, cuentan la historia épica de la cultura de colaboración de Nike. GQ habló con docenas de atletas, diseñadores, científicos y artistas para comprender los dinámicos procesos de ideación y la investigación tecnológica que empuja los límites, ayudó a transformar a Nike en un nexo creativo vital y estableció un modelo de colaboración que ha corrido a través de la industria de la moda en general.
“A medida que el mundo se vuelve más loco y complejo, la idea de que alguien haga algo por sí mismo está desapareciendo”, dice Tinker Hatfield, el legendario diseñador de Nike. “Es necesario que haya mucha fuerza detrás de cualquier idea nueva. No es posible ganar sin niveles cada vez más altos de colaboración. Así de simple”.
1970
A Steve Prefontaine le gustaba lucir bien. “Pre era llamativo”, recuerda Pat Tyson, su compañero de habitación y de equipo en la Universidad de Oregón. “Iba en coches descapotables con un abrigo de cuero con flecos y pantalones acampanados. Era ese chico”. Al ser el primer atleta en firmar con Nike, el corredor que batió récords canalizó toda esa actitud en la nueva marca. “Aportó espectáculo a Nike”, dice Tyson. “En aquella época, la mayoría de los tenis eran blancos y negros. La aportación de Steve condujo a colores más brillantes e impactantes. Quería entrar en la habitación y decir: ‘Tengo un par de algo que nadie más tiene’”. El prematuro fallecimiento de Prefontaine en 1975 significó que nunca llegó a usar estos primeros tenis Nike de atletismo en los Juegos Olímpicos de Montreal en el 76, pero su audacia y estilo quedaron para siempre codificados en el ADN de la empresa.
1980
Los Air Jordan 1 no son solo los tenis más importantes de la historia de Nike, sino que son los tenis Nike más importantes, y punto. Puede parecer relativamente simple ahora, pero los primeros tenis de Michael Jordan revirtió por sí sola la suerte de Nike a mediados de los años 80, estableció una línea de firma tan gigantesca que acabó convirtiéndose en su propia marca, disolvió la división entre el atletismo y la moda para siempre, y sigue siendo uno de los modelos más deseados por los colaboradores —desde Kim Jones, de Dior, hasta Hiroshi Fujiwara, de Fragment Design— para adaptarla.
“Para mí, los Air Jordan 1 representan algo más que un par de tenis”, afirma Mark Parker. “Impulsaron el concepto de dejar que la personalidad de un atleta brille a través de un producto. Michael y nuestros diseñadores demostraron que el calzado podía ser más que funcional, podía ser una expresión de la persona”.
La personalidad de Michael Jordan ayudó a establecer un cierto tono en Nike. “Cuando me encontraba con un poco de resistencia en una reunión”, dice Tinker Hatfield, quien diseñó más de una docena de los Air Jordan más icónicos, “sacaba una tarjeta del bolsillo, la ponía sobre la mesa y decía: ‘Aquí está el número de teléfono de Michael. Si quieres hablar con él directamente para cambiar su diseño, hazlo’. Nadie le llamó nunca”.
En 1985, Nike lanzó la ya icónica colección Be True to Your School, que incluía siete variaciones de los tenis Nike Dunk con los colores de UNLV, Kentucky, Syracuse, Michigan, Iowa, Villanova y St. John’s —además de un par totalmente diferente—. El entrenador de Georgetown, John Thompson Jr., recién salido del campeonato de la NCAA del 84, exigió que su equipo recibiera su propio modelo. Nike lo complació con la silueta Terminator, los primeros tenis que desarrolló exclusivamente para un equipo universitario, con “Hoyas” estampado en la parte trasera de la versión de pista exclusiva para el equipo.
“A Pops le encantaba, porque era atrevida”, recuerda John Thompson III, el hijo del difunto entrenador. “La gente supo inmediatamente que eran los tenis de Georgetown”.
Cuando los productores de Volver al futuro II pidieron a Nike que creara unos tenis de 26 años en el futuro, la imaginación de Tinker Hatfield cobró vida al instante. “Pensé en cómo unos tenis podrían tener la inteligencia artificial que te reconociera y se amoldara a tu pie”, dice Hatfield, sobre los tenis que se atan automáticamente a los pies de Michael J. Fox. “Hice el storyboard de la escena en la que se pone los tenis y dice: “¡Son automáticos, que bien!”.
Por supuesto, para que la tecnología funcionara en 1989, hizo falta un poco de magia cinematográfica. “Hay una gran foto de Michael J. Fox de pie sobre este trozo de asfalto falso con todos esos cables corriendo por debajo”, dice Bob Gale, uno de los coguionistas de la película. “Nuestros chicos de efectos especiales se tumbaron en el suelo, y cuando tocó los tenis, jalaron los cables y apretaron las agujetas”.
“Ese día estaba malhumorado, pero cuando abrieron la caja, le hice a Tinker una pregunta tras otra”, dice Michael J. Fox. “Me sorprendió mucho el diseño, la practicidad y lo increíblemente geniales que eran. Me cambiaron el estado de ánimo y el juego”.
Más de dos décadas después, los Air Mag volvieron a cambiar el juego cuando Nike lanzó los tenis dos veces —inicialmente sin las agujetas eléctricas en 2011, y luego con ellas en 2016— en apoyo de la fundación de Michael J. Fox, recaudando más de 16 millones de dólares para la investigación del Parkinson. “Fue increíble ver cómo una idea de ciencia ficción se convertía en realidad”, dice Fox. “Lo que fue especialmente conmovedor fue el hecho de que esta tecnología tiene aplicaciones en la vida real para personas con diversos impedimentos, incluyendo la enfermedad de Parkinson. Fue muy fuerte”.
1990
La primera vez que Tinker Hatfield se sentó a dibujar un par de tenis para Andre Agassi, garabateó tres enormes palabras, “Anti Country Club”, en la parte superior de la página. “Andre era diferente”, dice Hatfield. “Vivía en Las Vegas, por el amor de Dios. Era el vehículo perfecto para convertir el tenis en un deporte diferente”.
Para conseguirlo, Hatfield infundió a los Air Tech Challenge II —los segundos tenis de la firma de Agassi— una amortiguación avanzada y llamativos tonos neón. “Ya no eran únicamente los tenistas los que compraban los tenis”, dice Hatfield. “Se convirtió en parte de la cultura del streetwear. Nos ayudó a convertirnos en una compañía de tenis con una ventaja”.
Bo Jackson era un atleta profesional de dos deportes, pero según Tinker Hatfield, no quería colaborar cuando se trataba de diseñar sus emblemáticos tenis Nike. “Llamaba a Bo y teníamos una conversación de tres palabras”, recuerda Hatfield. “Y yo decía: ‘Dios, esto va a ser muy difícil’”. Así que Hatfield empezó a “desarrollar un alter-ego para él” en su mente, basándose en verlo jugar tanto béisbol como football americano, en sus breves llamadas telefónicas y en el clásico personaje de caricaturas Mighty Mouse.
“Tenía un pequeño personaje en mi escritorio, y lo usaba como mi musa”, dice Hatfield. “Todo se exageraba y se desproporcionaba, como Mighty Mouse, y como Bo. Así es como empezó el proceso de diseño”. Los tenis resultantes, los Air Trainer SC, fueron un éxito masivo gracias a sus líneas agresivas y en bloque y a la icónica campaña que acompañó el lanzamiento: “Bo Knows”.
Más de 30 años después, dice Hatfield, Bo Jackson por fin le ha dado la razón. “Estamos juntos en la sala verde antes de hablar en el escenario, y es muy divertido”, dice Hatfield. “Es como, ‘¡Tinker Hatfield, ven aquí! ¿Recuerdas cuando hicimos todo eso?’ Tiene un recuerdo diferente de cómo trabajamos juntos”.
La primera vez que el diseñador de Nike, Wilson Smith, conoció a Charles Barkley, tuvo una muestra de la infame picardía de Barkley. “Charles llevaba un par de tenis que yo había diseñado”, recuerda Smith. “Me dijo: ‘Hombre, estos son los tenis más incómodos que he tenido nunca’. Pero así es Charles Barkley: muy divertido”. Los Air Max CB34, como resultado, se “inspiraron un poco en su boca”, dice Smith. “Tenía esta foto de él [sonriendo], y basé las formas gruesas a lo largo de la puntera en sus molares”.
Es difícil exagerar lo históricos que fueron y siguen siendo los Air Swoopes. Diseñados para la gran estrella de la WNBA Sheryl Swoopes, fueron los primeros tenis de basquetbol creados específicamente para mujeres, la primera silueta que llevaba el nombre de una atleta femenina y, de hecho, tuvo el suficiente éxito como para generar una secuela igual de popular. Pero también era un modelo realmente bueno, con una correa reconocible al instante a lo largo de la parte media del pie que permitía tanto una estabilidad superior como llamativas combinaciones de colores.
Recuerdas los anuncios de Lil' Penny con la marioneta con voz de Chris Rock, por supuesto. Pero los tenis que promocionaban esos anuncios también eran muy especiales. Los atrevidos paneles laterales y la forma abombada hicieron de los tenis originales de Penny Hardaway uno de los tenis de basquetbol más queridos de los años 90, y aún hoy son apropiados para ser reinterpretados, como el reciente cambio de imagen que ha recibido de la boutique de Carolina del Norte, Social Status.
Los tacos de béisbol rara vez llegan a las calles, pero la inmensa popularidad de Ken Griffey Jr. hizo que sus tenis tuvieran una edición sin clavos. El éxito de la línea Swingman —con el logo de Griffey Jr. bateando un jonrón— hizo que su homónimo tuviera su propio edificio en el campus de Nike en Beaverton.
2000
La primera unión de Nike con una marca de ropa no fue una verdadera colaboración. Deseoso de trabajar con el equipo de Stüssy U.K., Nike ofreció al líder de la marca en ese momento, Michael Kopelman, la oportunidad de distribuir dos colores exclusivos de su modelo favorito en la tienda de la marca en Londres. Los Air Huarache LE de Stüssy se convirtieron en unos tenis lo suficientemente queridos por los sneakerheads como para justificar una reedición en 2021, y dio inicio a la larga y fructífera relación del O.G. del streetwear con el Swoosh.
HTM es la actual asociación de diseño entre Mark Parker, Tinker Hatfield y el padrino del streetwear japonés, Hiroshi Fujiwara. “Se podría comparar nuestro proceso con una jam session de jazz”, dice Parker, “como músicos que improvisan y construyen sobre las ideas de los demás”, El primer proyecto del trío, a principios de la década de los ochenta, fue una versión de los Air Woven, un par de tenis que habían tenido problemas para ganar adeptos en la sede de Nike. “HTM acudió al rescat”, dice Hatfield, al liberar el potencial estético de la construcción vanguardista de los tenis Nike y convertir la silueta en un clásico instantáneo en el proceso.
Nunca ha habido una combinación más perfecta entre un atleta y la tecnología de los tenis que la de Vince Carter —seguramente el mejor lanzador de mates de todos los tiempos— y Shox, el sistema de amortiguación elástica de Nike. Carter saltó a los titulares con los BB4, el primer modelo de canastas Shox, al saltar por encima del pívot francés Frédéric Weis en los Juegos Olímpicos de 2000. Pero su línea alcanzó la cúspide dos años más tarde con los Shox VC 2, que presentaban el diseño más suave y estilizado de su época. Los Shox VC 2 inspiraron a Andy Caine, vicepresidente de diseño de calzado de Nike, a trabajar en el Swoosh. “Esos tenis eran increíbles”, dice. “Probablemente, tuve 10 pares, pero nunca pude entender cómo funcionaba todo. Eran complejos y sencillos a la vez”.
Para celebrar el 15º aniversario de los Air Max 1, Nike recurrió a Atmos —entonces la boutique de tenis underground más importante de Tokio— para un lanzamiento limitado y exclusivo para Japón. El director creativo de Atmos, Hirofumi Kojima, transplantó el estampado y el colorido de los Air Safari —otro icono diseñado por Tinker Hatfield en 1987— a los Air Max 1. Fueron inmediatamente buscados por los sneakerheads de todo el mundo y contribuyeron a que Japón se convirtiera en un refugio para los tenis Nike más peculiares y bonitos. “Fue una buena época”, reflexiona Kojima. “Había más oportunidades para trabajar libremente. Y para los coleccionistas, tenías que investigar o podías perderte un lanzamiento; no había iPhone, ni Instagram, ni Twitter. Era muy divertido”.
En 2002, Supreme aún no era el gigante multimillonario que conquista el mundo y colabora con Louis Vuitton. De hecho, no era más que una tienda de skate en la calle Lafayette de Nueva York por la que circulaban los jóvenes conocedores del centro de la ciudad. Una colaboración con la incipiente división de skateboarding de Nike, Nike SB, cambió eso para siempre. La versión de Supreme de los Dunk Low, un homenaje al estampado de elefantes de los Air Jordan 3, ayudó a dar a la joven marca el impulso y el hype del que es sinónimo desde entonces.
Geoff McFetridge creció destrozando sus tenis Nike. “Siempre he sido un skater, y parte del skateboarding consiste en destrozar los tenis”, explica el artista canadiense. Así que, cuando tuvo la oportunidad de diseñar su propio modelo, McFetridge quiso “jugar con esta idea de que para disfrutar de los tenis, tienes que destrozarlos. Si patinabas con los tenis, se convertía naturalmente en estos segundos tenis”.
La capa exterior de los Vandals de McFetridge es un clásico tejido oxford a rayas, dice, “basado en una camisa de Brooks Brothers, porque me gustaba mucho Brooks Brothers en ese momento”. Justo debajo de la superficie se escondía una capa de vinilo impreso cubierto con el arte de McFetridge. “Era plateado y llamativo, y dibujé este pequeño personaje basado en la idea del vandalismo y en mi propia historia personal de vandalizar cosas cuando era niño”.
Para promocionar el modelo, McFetridge ideó una exposición de arte llamada The Mind Trip —con instalaciones y animaciones protagonizadas por el personaje de los tenis— y la llevó de gira por todo el mundo. Hoy en día, según McFetridge, ese tipo de hazañas de marketing serían mucho más difíciles de llevar a cabo. “Alguien me dijo que hubo una reunión en Nike”, dice, “y dijeron explícitamente que mi proyecto era un ejemplo de ‘Esto no puede volver a suceder’”.
Desde el momento en que firmó con Nike en 2003, Serena Williams tenía un objetivo muy sencillo. “Quería que el deporte y la moda fueran más sinónimos”, dice Williams. “Quería ser audaz y atrevida tanto dentro como fuera de la pista. Siempre desafié a Nike para que pensara más en grande y más en la moda en sus diseños”.
El diseñador Wilson Smith respondió a esa llamada con los primeros tenis de Serena Williams, un modelo Shox con una extensión desmontable a la altura de las rodillas, similar a una bota, que también funcionaba como manga de compresión para evitar los calambres. “Salió caminando en el US Open [2004] como si estuviera en la pasarela de París”, dice Smith, “y los directores del torneo dijeron: ‘Oye, Serena, esas botas son un poco exageradas’. Son bastante conservadores, [así que únicamente pudo] calentar con ellas”.
“Más tarde, esa misma noche, puse SportsCenter y ahí estaban las botas. Al día siguiente, aparecieron en la portada de USA Today. Durante todo el torneo, la mayoría de las imágenes se tomaron durante los calentamientos, porque ella no llevaba las botas durante el partido. Eso, para mí, demostró lo grande que es el alcance de Serena. Se ha movido [más allá] del propio juego”.
Futura quiere dejar en claro una cosa sobre sus Nike Dunks cubiertos de billetes. “FLOM no significa ‘For Love of Money’ (Por amor al dinero)”, dice la celebridad del arte callejero. “Es ‘For Love Or Money’ (Por amor o por dinero). Hay personas que hacen las cosas por dinero y otras por amor. Como artista, soy lo segundo”. Con únicamente 24 pares producidos —para conmemorar la apertura de su tienda en Fukuoka, Japón—, los FLOM siguen siendo uno de los tenis más peculiares del mundo, y un solo par se vendió por la impresionante de 63,000 dólares en una subasta en 2020.
Para crear los revolucionarios Zvezdochka, el legendario diseñador industrial Marc Newson llevó a Nike hasta los límites de su capacidad de fabricación. Diseñados originalmente para su uso a bordo de la Estación Espacial Internacional, la composición modular de los tenis estaba pensada para ofrecer versatilidad a los astronautas. “Podías llevarlos como botines para flotar sin peso”, dice Newson, “y luego quitabas el exterior para convertirlos en unos tenis totalmente funcionales para correr en la caminadora”.
Al ser los primeros tenis Nike diseñados completamente por computadora, Newson recuerda que “tuvimos que escribir mucho código y algoritmos para hacer lo que hicimos, porque el material no existía”. Los Nike x Marc Newson Zvezdochka nunca llegaron al espacio, pero su influencia es evidente en todas partes en la cultura moderna de los sneakers, desde el exterior de goma moldeada de los Yeezy Foam Runner de Adidas hasta la construcción modular de los propios ISPA Link de Nike.
Fue necesario convencer a Nike para que permitiera a Stephen “ESPO” Powers fabricar los primeros tenis transparentes de la compañía. “Nike está en el negocio del rendimiento”, dice el artista callejero, y su concepto de unos tenis invisibles totalmente de plástico no encajaba del todo. “Les hice volver a su zona de confort diciéndoles que iban a ser unos tenis de rendimiento, pero que actuaría como arte”. Incluso entonces, recuerda Powers, el primer borrador de Nike era solo parcialmente de plástico. “Dije: ‘Vamos. Si Jellies puede hacerlo, ¿por qué no puede hacerlo Nike?’”.
Finalmente, Powers y el Swoosh llegaron a un diseño que equilibraba grandes paneles transparentes con ilustraciones originales de la ESPO, y que además venía con un par de calcetines especiales. Aunque está muy orgulloso del producto final, Powers admite que el fabricante de Oregón podría haber tenido razón en cuanto al rendimiento. “En dos cuadras, el plástico me cortaba los pies”, dice. “Esos tenis volvieron a la caja y nunca más los usé”.
La versión de Union de los Air Force 180 —diseñados por el entonces director de la influyente boutique de Los Ángeles (y actual propietario), Chris Gibbs— parece una cápsula del tiempo del apogeo del streetwear de los años ochenta. “Acababa de llegar de Nueva York y me gustaban mucho las siluetas de basquetbol de los años 90, así que me incliné por los 180 porque eran un gran representante de esa época que tanto me gustaba”, dice Gibbs. “El streetwear era una rebelión contra la industria de la moda en general, que normalmente únicamente jugaba con negros y marinos, así que quería que los colores contrastaran con eso. Tomé el camuflaje de mi chaqueta favorita y cambié los colores para que fueran más alegres. Probablemente, me inspiré en Bape, que hacía mucho de eso en ese momento”.
Cuando Nike SB encargó a Jeff Staple el diseño de un Dunk inspirado en Nueva York, pasó por todas las referencias obvias. “Pensamos en un Dunk de la Estatua de la Libertad”, dice Staple. “Una Dunk de metro. Un Dunk de taxi. Al final, decidimos que la paloma era la mascota no oficial de la ciudad de Nueva York. No todo el mundo lo entendería, pero la gente que vivía y respiraba aquí sí”. Y no solo lo entendieron, sino que lo querían con voracidad. La salida al mercado de los Nike SB x Staple NYC Dunk Low Pro “Pigeon”, cubiertos de gamuza gris y con una paloma bordada en el talón, provocó un motín a las puertas de su tienda Reed Space en el Lower East Side. Para gran parte de la población estadounidense, los tenis sirvieron de introducción a la creciente histeria de la cultura de los sneakerheads. “SNEAKER FRENZY”, decía la famosa portada del New York Post a la mañana siguiente. “UN ZAPATO CALIENTE DESATA EL ALBOROTO”.
Paul Rodríguez Jr. creció obsesionado con los tenis Nike, pero cuando el Swoosh se acercó por primera vez al prometedor skater para ofrecerle un posible patrocinio, se resistió. “Al principio, Nike no tenía previsto fabricar tenis exclusivos para el skate, y eso fue un obstáculo para mí”, dice Rodríguez. Finalmente, la marca cambió de opinión y le concedió a P-Rod el primer modelo profesional SB, unos tenis low-top de inspiración retro con un talón de cuero acolchado y una amortiguación Zoom Air completa. “Estoy contento de que mi yo adolescente se mantuviera firme y se aferrara a su sueño”.
La leyenda del grafiti Stash fue uno de los primeros y más importantes colaboradores no deportistas de Nike, allanando el camino para que colegas como Futura se involucraran con el Swoosh poco después. Introdujo su característica paleta azul tonal en un par de Air Classic BW en 2003, pero el colorway alcanzó su punto álgido tres años después, cuando Stash lo aplicó como degradado a las rayas en cascada de los Air Max 95. Los 95 son una de sus favoritas, dice Stash, “porque mira qué maldito crack resultó”. Uno de los mejores diseños que se han fabricado hasta la fecha. No necesita modificaciones, simplemente es uno de esos modelos perfectos.
La misión de CLOT, la marca de streetwear de Hong Kong, es tender un puente entre Oriente y Occidente a través de productos cuidadosamente diseñados. Y sus Kiss of Death Air Max 1 —los primeros de un largo linaje de colaboraciones con Nike— lo consigue con creces. Inspirados en la medicina tradicional china, la puntera transparente (es decir, se puede ver la punta de los dedos del pie mientras se llevan puestas) revela un gráfico de acupuntura en la plantilla, mientras que la suela está impresa con un diagrama que describe los puntos de presión del pie.
Pocos colaboradores de Nike se han ganado sus propios tenis más que Bobbito García, el héroe popular del basquetbol callejero neoyorquino, DJ, documentalista, autor y guardián de la cultura sneakerhead. Sus Air Force 1 están dotados de una magnífica mezcla de ante, cuero y malla, junto con guiños a las pasiones de García por los discos de vinilo y el basquetbol.
Los Dunk High Pro del líder de Dinosaur Jr. son el epítome de una idea sencilla ejecutada a la perfección. “Quería que se parecieran a las botas espaciales con plataforma plateada de Ace Frehley de Kiss”, dice. Misión cumplida. Con un color plateado metálico brillante con detalles en violeta y el logotipo y la mascota de la banda estampados en los laterales, los tenis Nike se convirtieron en un grial instantáneo que hizo que Mascis se ganara fans más allá de sus oyentes habituales. “La gente se acerca y me habla de los tenis y no tiene ni idea de que estoy en una banda”, dice.
“Nunca sabes realmente cuándo está listo hasta que haces la prueba de laboratorio tú mismo”, dice LeBron James sobre sus tenis característicos. Lo cual tiene sentido si se tiene en cuenta todo lo que se les exige para estar a la altura del mejor jugador de su generación. “Lo difícil con LeBron es que es sobrehumano”, dice Tony Bignell de Nike. “Es tan poderoso que todo es más rígido, más ajustado, más duro, más firme. ¿Cómo hacer que algo funcione bien para él —y también para los niños que juegan con los tenis—?".
Con los LeBron VII de 2009, Nike consiguió algo especial. Con la construcción ultraligera de Flywire y la amortiguación completa de Air Max, los tenis funcionan como un sueño absoluto, y también fueron de los primeros tenis de LeBron James lo suficientemente elegantes como para llevarlos fuera de la cancha. “Los LeBron VII marcaron la pauta”, dice James. “Fue un gran momento en mi carrera y unos tenis increíbles. Los sacamos del abismo”.
“Kobe Bryant era un maniático del rendimiento”, dice Jonathan Johnsongriffin, vicepresidente creativo global de Nike. “Siempre quería una ventaja, y aprendimos mucho de él empujándonos a conseguir esa ventaja. Acabábamos con soluciones a las que ni siquiera soñábamos llegar”. Para saciar la demanda de la leyenda de los Lakers de una mayor rapidez, el Swoosh cocinó una revolucionaria silueta low-top para los Kobe IV. “La sabiduría convencional era que unos tenis high-top te daba el apoyo que necesitabas”, dice Johnsongriffin. “Kobe siempre desafió eso”. El corte reducido se convirtió en un elemento básico de la línea de Kobe en adelante, y sus tenis siguen siendo de los más usados en la NBA hoy en día.
2010
Desde 2010, el fundador de Undercover, Jun Takahashi, ha dirigido Gyakusou, un sello técnico de running que se ha convertido en una de las colaboraciones más antiguas de Nike. En japonés significa “correr al revés” —un guiño al ritual matutino de Takahashi de correr por el parque Yoyogi de Tokio en sentido contrario a las agujas del reloj—, Gyakusou combina los impulsos experimentales y temperamentales del diseñador con la experiencia en rendimiento de Nike. “Jun tiene una visión del color que nunca se nos habría ocurrido”, dice el director de marketing global de Nike, Fraser Cooke, quien convenció a Takahashi para el proyecto. “Queríamos cruzarnos con una comunidad de corredores más jóvenes que está más orientada al diseño, no solo con la comunidad de corredores puros sobre la que Nike está construida como empresa”.
Diseñados por el artista holandés Piet Parra, estos Air Max 1 de lujo se lanzaron para celebrar el quinto aniversario de la tienda de tenis de Ámsterdam Patta. Es un testimonio del poder de los colores sencillos y los grandes materiales: La parte superior de ante rojo intenso, los detalles de chenilla y los toques de azul bebé en contraste se combinan para crear uno de los modelos más atractivos y fáciles de llevar de todos los tiempos.
Mientras diseñaba los Air Yeezy 2, el ex diseñador de Nike Nathan VanHook pudo comprobar toda la capacidad creativa de Kanye West. “Fuimos a París para un viaje de dos días en medio de las sesiones de Watch The Throne”, recuerda VanHook. “Kanye, Virgil [Abloh] y yo trabajamos en todos los colorways mientras ellos hacían un álbum y un documental. ¿Ser capaz de apartar el tiempo de la creación de uno de los álbumes más icónicos de la década para crear sus tenis? Fue surrealista”.
Esos tenis, por supuesto, acabaron siendo tan icónicos como el álbum, gracias en gran medida a la exigente atención de Kanye a los detalles. “No queremos algo de centro comercial”, dijo una vez Kanye a VanHook mientras examinaban los posibles materiales. “No podía ser básico, no podía ser barato”, dijo VanHook. “Hemos sudado cada pequeña parte de estos tenis. Queríamos hacerlo de manera que, si un día entra en el MoMA, cada cosa estuviera pensada”. Eso significó esculpir los tenis para que se ajustaran con precisión a los pies de Kanye West, desarrollar nuevas técnicas para dar al exterior tecnológico un acabado de reptil anaconda de aspecto natural, y reelaborar sin descanso las puntas de las agujetas en forma de obelisco para evitar que se cayeran.
Todo ello dio lugar a uno de los tenis más codiciados y valiosos de todos los tiempos. “Tuve un par del [colorway] Octubre Rojo”, dice VanHook, “y mi primo menor pagó su primer año de universidad con ellos”.
A Tom Sachs le molesta la euforia causada por sus tenis Nike. “Soy un escultor artesanal del siglo XIX en mi atelier del Soho, haciendo cosas como se hacían hace cien años, y son caras y es elitista”, dice el artista. “Cuando me involucré por primera vez con Nike, la motivación era hacer una escultura para todo el mundo. Así que cuando se volvió tan codiciada, fue realmente molesto”.
Sin embargo, no es tan difícil entender por qué los tenis de Tom Sachs son tan codiciados. A pesar de su discreta silueta, los Mars Yard originales están repletos de tecnología poco común destinada a un uso serio, incluido el mismo tejido que se utilizó en “los airbags que hacían rebotar a los rovers en la superficie de Marte”, dice Sachs. “Le di un par a un amigo que [más tarde] me preguntó: ‘Oh, ¿también tendré los nuevos?’ Y yo le dije: ‘No, porque los Mars Yard están todavía en la caja sobre su manto, así que no pasaron la prueba’. Otro amigo mío los usó hasta la saciedad, les puso una suela nueva, las remendó... y a ese amigo le dieron un suministro de por vida”.
La sexta firma de Kevin Durant empleaba un corte bajo similar al de una bota de fútbol y una lazada asimétrica para un ajuste extra y una mayor rapidez lateral. Estos detalles inusuales convirtieron a los KD 6 en uno de los tenis de basquetbol más distintivos y reconocibles de su época, y la parte superior sintética, fácilmente imprimible, se prestó a una serie de colores memorables, desde la versión Aunt Pearl cubierta de rosas hasta la versión Texas salpicada de pintura (un guiño a su alma mater, la Universidad de Texas).
“¿Cómo puedo trabajar en algo que es tan icónico?” le preguntó Riccardo Tisci a Fraser Cooke cuando el entonces diseñador de Givenchy se dispuso a dar su giro a los Air Force 1. “Lo describió como el bolso Hermès Kelly del calzado”, recuerda Cooke. “Tenía miedo de destruir aquello por lo que sentía tanta veneración”. A pesar de esos temores, Tisci adoptó un enfoque radical del zapato, añadiendo un cuello de cuero inspirado en las botas, el cual que se extendía hasta la rodilla.
Cuando Nike se dirigió al diseñador de Acronym, Errolson Hugh, para colaborar en los Lunar Force 1, únicamente tenía una pregunta. “Le dije: ‘Sí, lo haremos, pero sabes que no solamente queremos cambiar el color, ¿verdad?’”.
Unas semanas después, una caja de zapatos llegó al taller de Acronym en Berlín. “Sacamos las tijeras y la cinta adhesiva y nos pusimos manos a la obra”, recuerda Hugh. Cortaron el zapato por un lado y le añadieron un cierre negro. “Queríamos tratar los tenis como una intervención”, dice.
Ese enfoque convirtió a los Lunar Force 1 en uno de los tenis más controvertidos de la época. “La gente paraba a mis amigos y les decía: ‘Oye, ¿has hecho eso tú mismo? ¿Por qué has destrozado tus tenis Nike?’ O: ‘¿De dónde los has sacado?’ Podías saber el tipo de perspectiva filosófica de alguien por la forma en que reaccionaba ante esos tenis”.
Virgil Abloh trabajó rápido. The Ten, su visionaria colección de calzado debut con Nike —una deconstrucción literal de 10 siluetas clásicas del Swoosh— se produjo en un tiempo récord. “Normalmente, toma entre 18 y 24 meses desarrollar un modelo”, dice Shamees Aden, un diseñador de Nike que trabajó en el proyecto. “The Ten se crearon en unos 10 meses, el proceso de desarrollo más rápido de la historia de Nike”.
Durante ese periodo, Virgil Abloh estuvo en continuo contacto con el equipo de Nike a través de su método de comunicación preferido: WhatsApp. “No solo manteníamos conversaciones”, dice Aden. Hacía bocetos en las imágenes que el equipo le enviaba, dibujaba notas en las fotos de las muestras para indicar los cambios, y compartía ideas, investigaciones y referencias. Y en las raras ocasiones en las que Virgil Abloh pudo visitar la sede de Nike, aprovechó al máximo su tiempo. Los primeros cinco modelos de The Ten, incluida esta versión destacada de los Air Presto, se crearon tras únicamente cinco horas de trabajo. “Fue una sesión increíblemente práctica”, dice Aden. “Sabíamos que íbamos por el buen camino, pero no podía imaginar el impacto que tendrían estos tenis en el mundo. Son obras de arte”.
En 2017, Nike encargó a una docena de creativos de todo el mundo que diseñaran su propio modelo de Air Max y dejó que los fans votaran qué tenis querían que se produjera. Sean Wotherspoon, cofundador de la tienda vintage Round Two, era tal vez el nombre menos conocido del concurso, pero eso le dio un toque que lo impulsó a la victoria. “Leí las reglas”, dice Wotherspoon, “porque la vergüenza de ser descalificado habría sido una locura. Y uno de los grandes puntos era involucrar a tu comunidad en el proceso de diseño”.
Así que Wotherspoon reunió a sus amigos —entre ellos A$AP Nast y el joyero Ben Baller— para diseñar su modelo. El resultado fue una mezcla de la suela del Air Max 1 con la parte superior curvilínea de los Air Max 97, todo ello ataviado con pana de color pastel. Los tenis de Wotherspoon no solamente ganaron el concurso, sino que se convirtieron instantáneamente en uno de los diseños más populares del año y transformó a Wotherspoon en uno de los diseñadores más solicitados de la industria. “Me cambió literalmente la vida”, dice. “Cambió todo lo que era mi trayectoria”.
Para ayudar a lanzar los Zoom Kobe 1 Protro —una versión remasterizada de los tenis de Kobe de 2006 para el juego moderno— Nike pidió a la tienda de sneakers de Los Ángeles Undefeated, uno de los colaboradores más antiguos del Swoosh, que diera un giro a la silueta. La tienda decoró los tenis con diferentes tonos de camuflaje, incluyendo una versión dorada y morada que llevó LeBron en su primera aparición como jugador de los Lakers. “Habla de la mentalidad de Kobe”, dice Fred Lozano, director de operaciones de Undefeated. “Cuando está en la cancha, está en guerra”.
Los Air Monarch IV son los tenis Nike de tu padre: toscos, arcaicos y muy poco modernos. Sin embargo, en manos de la diseñadora londinense Martine Rose, se transformaron en un faro de funk posmodernista. “Rose] se fijó en cómo los pies de los atletas, debido al impacto durante los partidos, pueden deformarse”, dice Andy Caine, de Nike. Para imitar ese fenómeno, Rose amplificó las desgarbadas proporciones de los Monarch hasta convertirlas en algo más amorfo y escultural, y luego las revistió de rosa Pepto Bismol.
No es frecuente que un colaborador externo lleve un prototipo en funcionamiento a su primera reunión con Nike, pero eso es precisamente lo que hizo la diseñadora de Cactus Plant Flea Market, Cynthia Lu, con su versión de los Air VaporMax 2019. “Fue uno de esos momentos”, dice Andy Caine, “en los que entras y ves eso por primera vez y simplemente dices, wow. No estaba preparado mentalmente para eso”. La maqueta hecha a mano por Lu —con su swoosh tubular y sus letras en forma de burbuja— acabó pasando a producción sin apenas modificaciones. “Cynthia aportó casi lo contrario de lo que había triunfado en los VaporMax” —imponiendo su caprichosa estética a una silueta elegante— “y conectó de forma tan humanista. Por eso las colaboraciones son tan poderosas, porque aportan esa mentalidad diferente. Esa es la magia”.
Cuando se reunió por primera vez con Nike, Yoon Ahn admitió tímidamente que no era muy atlética. “Tenía la impresión de que había que hacer deporte para colaborar con Nike”, dice Ahn, la fundadora de Ambush y diseñadora de joyas de Dior Men. “Me dijeron: ‘No pasa nada, no es por eso por lo que queremos trabajar contigo’”. Lo que Nike quería era la perspectiva poco convencional de Ahn y su estética con tintes de la era Y2K, que tejió a la perfección en su primera par de tenis Nike, un híbrido de los Air Max 180 y los Air Zoom Flight The Glove de Gary Payton.
¿Sabes que a veces tienes que cargar con un par extra de tenis de interior durante todo el día porque vas a ir al gimnasio después del trabajo? Matthew M. Williams, fundador de Alyx y director creativo de Givenchy, tenía una solución. Para su primera par de tenis Nike, Williams recurrió a los expertos en suela de Vibram para crear un crampón de goma desmontable que le permitiera salir a la calle. Al quitarle el velcro, encontrarás una silueta futurista de alto rendimiento con cordones de velocidad similares a los de las pistas y superposiciones moldeadas de ciencia ficción.
La fundadora de Sacai, Chitose Abe, se hizo un nombre con las mezclas: chaquetas de vuelo militares fusionadas con camisas de algodón; pantalones chinos empalmados con pants de nailon. Así que tiene sentido que la diseñadora japonesa aplique su enfoque Frankensteined a sus tenis Nike. Los LDV Waffle, con doble capa, son una mezcla elevada y vanguardista de los modelos Long Distance Vector y Waffle Racer de la vieja escuela. “Se nota que están basadas en Nike”, dice Abe, “pero la silueta y el trabajo de diseño muestran las ideas y la identidad de Sacai”.
2020
“Tenía un amigo en Nike SB, y me envió un mensaje: ‘¿Qué te parece una colaboración?’”, dice Jay Curley, jefe global de marketing integrado de Ben & Jerry's. “Me encantaría decir que fue un pensamiento mucho más profundo que eso, pero realmente no creo que lo fuera”. Así de fácil, nacieron los tenis Nike más estrafalarios de 2020. Apodados cariñosamente los Chunky Dunky, los SB Dunk de low-top venía impregnados de la iconografía de Ben & Jerry's: estampado de vacas peludas, nubes cosidas y un montón de tie-dye por si acaso.
A pesar de su diseño, los tenis fueron un éxito sorpresa, revendiéndose por miles de dólares en Internet y apareciendo en los pies de fans insólitos como Quavo y Killer Mike. ¿Qué opinan los magnates del helado del mismo nombre de los tenis? “Ben y Jerry tienen un par cada uno”, dice Curley. “Nunca los he visto con ellos puestos, pero creo que les pareció genial”.
Cuando Eliud Kipchoge corrió el primer maratón del mundo por debajo de las dos horas en octubre de 2019, fue aclamado como una notable hazaña de velocidad individual. Pero llegar a ese momento requirió que cientos de científicos, diseñadores e ingenieros de Nike trabajaran estrechamente con él durante años para desarrollar un prototipo de un nuevo y revolucionario par de tenis para correr. “Necesitábamos unos tenis más rápidos”, dice Kipchoge. “Pero, sobre todo, necesitábamos una recuperación más rápida. Unos tenis con los que pudieras correr durante tres horas y que luego tus músculos se recuperaran muy rápido”.
Para perfeccionar la placa de carbono propulsora de los Nike Zoom x Alphafly Next% y la amortiguación de espuma, Kipchoge envió durante meses datos diarios y notas quincenales desde su campo de entrenamiento en Kenia a la sede de Nike. “Eliud se pone un listón muy alto y tiene sueños grandes y audaces, y no deja de perseguirlos”, dice Tony Bignell, de Nike, quien dirigió el proceso de desarrollo de los tenis. “Y eso se traslada a todo el equipo”. Para confiar en la versión final de los tenis, Kipchoge recorrió más de 800 km con un solo par antes del día de la carrera. “Los tenis seguían funcionando”, dice Kipchoge. “Estaba listo para salir”.
Travis Scott ha sido el responsable de un puñado de los tenis más deseados de Nike en los últimos años, desde su versión musgosa de los Air Jordan 1 hasta un giro en tono desierto de los Air Max 270. Pero los tenis Nike más raros del rapero son esta colaboración a tres bandas con Playstation. Con la firma de Scott, el swoosh hacia atrás y el logotipo del sistema de juegos, únicamente se fabricaron unos pocos y se sortearon para coincidir con el lanzamiento de la PS5. Si quieres conseguir un par ahora, será mejor que tengas los bolsillos llenos: Al cierre de esta edición, el par más asequible en StockX costaba 65,000 dólares.
La extraña parte superior moldeada de los Air Foamposite One ha sido objeto de un gran número de interpretaciones a lo largo de los años. Se ha cromado con un brillo similar al de un espejo, se ha cubierto con una escena espacial estrellada y se ha vestido con un regio estampado rococó de Supreme. Pero hasta que la fundadora de Comme des Garçons, Rei Kawakubo, le puso las manos encima, nadie se había metido con la propia estructura de los tenis Nike. Los Foamposites de Comme des Garçons sustituyen la conocida moldura ondulada por una serie de círculos concéntricos con forma de huella dactilar, lo que da lugar a la que quizá sea la versión más psicodélica de un par de sneakers de todos los tiempos.
“Drake quería hacer algo nuevo”, dice Matte Babel, jefe de marca de la empresa de gestión DreamCrew del rapero. “Cuando los grandes atletas firman con el Swoosh, crean un nuevo par de tenis Nike para ellos. Pero cuando los artistas firman, normalmente solo ponen un nuevo colorway en un modelo más antiguo. Drake dijo: “No quiero simplemente tomar un modelo existente, darle unos pequeños ajustes y decir que son mis tenis”. El Dios 6 consiguió su deseo. Como parte de su línea NOCTA con Nike, Drake debutó con los Hot Step Air Terra, un par inspirado en los 90 con una parte superior acolchada ultra minimalista. ¿Por qué el nombre? “Le pregunté a Drake cómo quería llamar los tenis, y sin dudarlo dijo: ‘The Hot Step’”, recuerda Babel. “Va al grano y no parece un nombre de tenis Nike”.
El diseñador Simon Porte Jacquemus, quien creció en el sur de Francia, donde “caminar y hacer senderismo son una forma de vida”, se obsesionó con la subfirma de Nike, All Conditions Gear. Así que cuando llegó el momento de trabajar en sus propios tenis Nike, no dudó en elegir los Air Humara, un clásico calzado de montaña de los años 90.
“Los Air Humara siempre ha sido mis tenis favoritos de Nike”, dice Jacquemus. “Tienen un diseño muy técnico y detalles de senderismo que me encantan. Quería celebrar su función utilitaria, al mismo tiempo que elevaba los colores para que pudiera encajar de forma natural en otros entornos, como la ciudad”. Para ello, ha confeccionado la parte superior en pieles y cueros terrosos, con un swoosh dorado en miniatura que “refleja la atención al detalle y la sensualidad de Jacquemus”.
Artículo publicado originalmente en GQ US.