Patricio Campillo ha dado tales muestras de profundidad y análisis en su trabajo que es simplemente imposible no emocionarse de ver tan tremendo camino que ha labrado. No diremos que ha “madurado” como diseñador, pues tal vez lo que alcanza este estado ya sólo puede estar destinado a una recta final en declive. Y ése no es el caso. Es claro que Patricio todavía tiene muchísimo qué demostrar y está en constante desarrollo. ¿Podríamos decir entonces que lo que ha hecho es evolucionar? Completamente. Ha sabido sostener y soltar, persistir y modificar, establecer y derribar. Pero sobre todo: a sabido mirar a su interior y compartir.
Para poder platicar con Campillo nos dirigimos a su oficina y taller. Un espacio que desde el minuto cero en que pisas a su interior puedes percibir que algo importante está sucediendo. The Pack —la firma de este creativo— no es la única en este edificio tan peculiar; allí residen otras marcas y equipos que aportan visión a la industria de la moda y el diseño en nuestro país. Inmediatamente, la vibra del lugar es mágica. En el aire se siente como la imaginación flota y va transportando ideas a cada rincón. La adrenalina y la celeridad de los integrantes en cada oficina se contagia; gente de aquí para allá con cajas, prendas, documentos y materiales marca el ritmo de los pasillos y escaleras en este epicentro de creatividad.
Patricio nos recibe y en sus palabras se nota la completa amabilidad y determinación con las que se decide siempre a trabajar; a plasmar un cosmos propio del diseño. Dos características que le han acompañado desde sus inicios como director creativo. Asimismo, en sus ideas y observaciones se transparenta su fidelidad para concretar lo que siempre ha soñado para The Pack, su marca. Una de las más reconocibles en el ecosistema de la moda mexicana.
Es así como empezamos a recorrer los pasos que le han traído hasta aquí. Momentos cumbre y reflexiones que debes saber también para enamorar —aún más— de su trabajo. Creaciones que ponen en alto en nombre de México y sirven de carta de presentación para lo que significa la (nueva) indumentaria masculina en esta latitud del mundo.
Sus inicios
Para Patricio Campillo su marca comenzó, claro, por su pasión hacia la moda y la urgencia por emprender un proyecto que uniera su historia de vida, su visión en torno a la ropa de hombre y su necesidad por dotar de una nueva lógica a esta industria. En repetidas ocasiones, Patricio ha reafirmado su compromiso con tener una firma de moda que beneficie a todos los involucrados —desde la mano de obra hasta los clientes—, siempre cuidando que todo lo que se construya bajo el sello de The Pack tenga un impacto positivo.
Su inspiración
The Pack es una marca que emociona. Que mueve fibras sensibles y da en todo momento la impresión de ser algo completamente familiar, al mismo tiempo que una bocanada de aire fresco y revitalizante. Campillo retoma sus experiencias e intimidades, sus sentimientos más puros, para crear una identidad estética que satisgafa al mercado internacional, pero ponga siempre en primer plano las necesidades básicas del estilo mexicano. Al hablar sobre sus referencias y evidente retorno al mundo de la charrería en sus diseños, el diseñador comenta: «es importante e interesante mantener un equilibrio entre el ADN de la marca y la evolución de ella misma. Por un lado, la idea es profundizar y llevar más allá a The Pack; y por otro, es ser fiel a mis referencias. Es un estira-y-afloja de expandir este universo sin abandonar nuestra identidad única».
Atemporalidad
Consciente de los tiempos que hoy vivimos y siendo un vanguardista, Patricio fue uno de los primeros diseñadores en México que implementó la elaboración de colecciones fuera de tiempo; es decir, que no se circunscriben ni limitan a una temporada en específico. Entendiendo que las tendencias ya no son tan relevantes y los hombres hemos logrado dar un paso más allá de pertenecer o no a una corriente estética en concreto. Así, The Pack se ha sumergido en una aventura por crear diseños hechos para todos los días, en muchas situaciones y que cuentan una historia capaz de atravesar todas nuestras facetas.
Masculinidades diversas
Lo “masculino” a través de la lente de The Pack es una traducción actual de lo que significa ser hombre y representar nuestros géneros en el día a día. Sin prejuicios y evolucionando lo que en México hemos entendido tradicionalmente en el terreno de ropa para hombre, en los diseños de Campillo se combinan referencias históricas de la visualidad mexicana y revisiones alrededor de la figura del macho en nuestro país. The Pack es una firma clave para seguir explorando este sendero de nuevos símbolos y elementos para una masculinidad que no es única, sino múltiple. «La masculinidad para mí es hoy muy relativa. Esto es muy personal y tiene que ver más con una cuestión de identidad y cómo es que defines», comenta el diseñador.
Un camino de aprendizajes
The Pack es a leguas una marca de constante evolución y serias introspecciones. Con cada entrega, una buena dosis de pensamiento y autorreferencia se hace más que visible. La unión de pasado, presente y futuro se funden en piezas de una belleza que evidentemente se cimentó en largas horas de discusión. De revisión. Al respecto, Patricio nos comparte a vuelo de pájaro lo que este constante desarrollo significa al interior de su firma: «The Pack comenzó siendo una cosa muy distinta a la que es. Lo único que ha sido transversal en todo el proceso es el peso de la sustentabilidad en la marca, tanto ecológica como social; en realidad, las primeras colecciones no eran algo que se relacionara de manera íntima con mi esencia y voz. Una de las cosas que hacía antes era que toda la investigación para mis diseños era de cosas externas a mí. Culturas y elementos que no necesariamente nos tocaban a los mexicanos a nivel personal. Fue entonces que poco a poco me di cuenta de que al querer contar estos imaginarios el acercamiento era superficial, así que me tomé un descanso para replantear lo que significa trabajar en esta industria y compartir lo que yo soy. En ese camino, gran parte del trabajo fue reconciliarme con la imagen masculina en mi vida. Una vez que hice eso me di cuenta de que había estado dando por sentado todo el bagaje cultural e histórico que me rodeaba, con el que había crecido. A partir de ahí comencé a profundizar en todo aquello que forma parte de mi personalidad y me inspira, porque se relaciona directamente con el país donde vivo».
«En la parte práctica —puntualiza— ha sido una evolución constante de hacer las cosas cada vez mejor. Con un alto nivel de acabados excelentes y materiales calidad superior. Así, con el cambio de rumbo, con un golpe de timón que me hizo volver hacia algo más personal, comencé a estar más involucrado emocionalmente con la marca».
Instagram content
This content can also be viewed on the site it originates from.
Redondeando todo lo anterior, no es extraño entonces que una marca como Spotify se acerque a Campillo para hablar y celebrar la creatividad en México. Ésa que es tan singular y enaltece a los elementos que caracterizan esta escena. Uno podría pensar que al tratarse de una plataforma de streaming sonoro, ésta honraría a dicho panorama sólo desde la música o el plano de los podcast. Pero no. Bajo el lema México es imparable. Reprodúcelo, Spotify se ha enfocado en el crecimiento de la música mexicana a nivel global, gracias a la mezcla de ritmos que han utilizado los artistas de las nuevas generaciones para crear su propio estilo, sí, pero también ha querido compartir otros rostros de ese poder creativo en nuestro país. Así que invitaron a Patricio para crear una pieza de la cual el diseñador nos cuenta muy emocionado y desde la cual también el diseño ejemplifica la diversidad de México y cómo es que aquí se está transformando el arte en todo sentido posible.
Finalmente, nos despedimos de Patricio con la esperanza y seguridad de volvernos a ver. Con una sonrisa tranquila y casi tímida nos dice que presentará su próxima colección en París. Y qué goce saber de uno más de nuestros compatriotas llegando tan lejos, proyectando con tanta seguridad de qué está hecho México.
