Cuando damos el salto de estación, la temperatura no es el único factor que cambia de manera radical, existen muchos cambios que se generan a partir del descenso del termómetro ambiental -como el calzado de temporada-. El cambio de armario, por ejemplo, es una de las actividades que realizamos cuando la primera ráfaga de aire gélido invade la ciudad; solemos “desempolvar el clóset” de manera literal, sacando los abrigos, sacos de lana y suéteres de punto del fondo del armario para tenerlos a la mano y no lidiar con encontrarlos cuando nos comienzan a hacer falta. Por supuesto, al igual que la ropa, el calzado también necesita sacar su otra faceta, una cara mucho más dura y tenaz para dar batalla a las inclemencias del tiempo.
Al contrario del verano, en los días fríos, los tejidos y materiales resistentes protagonizan el catalogo de “calzado de la estación”. La temporada invernal trae consigo piel vacuna, ante y tejidos sintéticos que atrapan el calor corporal, y, al mismo tiempo, permiten una ventilación adecuada del pie, dejando atrás, también, los diseños descubiertos como los mules y los tejidos frescos como el yute usado en las alpargatas. Para no hacer larga la lista de requerimientos para cumplir con la función de protegernos del frío, enlistamos el calzado idóneo para los días más frescos. No te preocupes si no tienes algún par, porque aún estás a tiempo de hacerte de los tuyos para, así, despedir el año como pasos que dispersen estilo al caminar.
DESERT BOOTS
Este diseño clásico y representativo de la temporada invernal se queda en el limbo entre zapato y bota. Su concepción nos remonta a la antesala de la Segunda Guerra Mundial y, su origen, nos ubica en El Cairo. La producción de las Desert Boots comenzó en la capital egipcia como un calzado sencillo para ser usado en el desierto y, gracias a su practicidad, fue rápidamente adoptado por las tropas británicas a inicios de los 40s. La compañía de calzado Clarks lanzó al mercado la anatomía que conocemos actualmente; versión que utilizamos en días fríos por su cómoda estructura y versatilidad.
MONKSTRAP
Fabricado en piel, el monkstrap, destaca por la ausencia de agujetas y, en su lugar, posee un par de hebillas que se proclaman como el máximo factor de formalidad. El monkstrap de doble hebilla es uno de los zapatos más elegantes que puedes llevar en el día a día -si los llevas a la oficina, sumas puntos- Por supuesto el grado de formalidad dependerá del material con el que estén elaborados: para eventos de etiqueta opta por un acabado en charol y para actividades cotidianas, la gamuza se convierte en la apuesta infalible.
COMBAT BOOTS
De una inspiración evidentemente militar, las botas de combate son la opción ideal para resguardar a los pies de las lluvias, el frío y la humedad del ambiente. Su suela de gran tamaño, el espesor de la piel y lo alto de la caña, al igual que la seguridad que brindan sus cordones, las convierten en un calzado funcional y de batalla. Durante el invierno úsalas con jeans y alguna cazadora de cuero para obtener un outfit lleno de rock y elegancia atemporal.
CHELSEA BOOTS
Quizás, las botas Chelsea, sean el calzado estrella de todos los inviernos. Su origen británico y ligado a la realeza hace que este diseño posea elegancia en su estructura y materiales. Las Chelsea Boots son confeccionadas, de manera casi obligatoria, en dos acabados: en ante y en piel. Ambos materiales aportan un aire refinado y, sumado a su diseño sobrio, estas botas pueden usarse hasta con trajes. (Con abrigos largos de lana o con un trench coat ganas puntos al doble)
HIKING BOOTS
El calzado de alpinista inspiró a este diseño funcional. Marcas como Timberland y Moncler son las responsables de la popularidad de estas botas. Su estructura gruesa, aerodinámica y formato de “calzado de trabajo” suelen atrapar a gran cantidad de hombres. Si te hace falta un par de Hiking Boots en tu closet y aún no encuentras motivos suficientes para hacerte de unas, te recordamos que los “looks de leñador” y de “macho alfa” se complementan, perfectamente, con este tipo de botas.