Hay cosas que se agradecen que nunca cambien. Como el venue para el show de Emporio Armani Primavera Verano 2025: su ya tradicional Teatro en Via Bergognone. El museo dedicado al arte de la moda que este nombre clave en el diseño se ha encargado de erigir con magnificencia durante los últimos años. Un majestuoso espacio de elegancia minimalista, comisionada al genio contemporáneo de Tadao Ando.
De camino a este lugar, uno entiende perfectamente de qué se trata la moda italiana y el impacto que ha tenido la visión de Giorgio Armani en el universo del diseño. Hombres excepcionalmente vestidos de pies a cabeza desfilan por la calle para encontrar su lugar en las gradas del desfile. Al andar, uno experimenta en carne propia todo eso que ha significado la moda a lo largo de las últimas décadas, retratada esplendorosamente en los reportajes y cápsulas documentales que transmitían en E! Entertainment Television, Fashion TV y Euronews. Un recuerdo muy presente para quienes vivimos en los 90. Esto es el italian way de la indumentaria masculina; la lógica que rige a la capital líder para el guardarropa de los hombres.
Emporio Armani Primavera Verano 2025
En esta colección hay un concepto muy querido por su director. La afirmación de la libertad personal a través de la ropa. Nada nuevo para las declaraciones de este creativo; sin embargo, una línea siempre vigente para los hombres que buscan un equilibrio entre la paz y el confort con su ajetreada vida profesional.
Atestiguando esta visión sastrera, es imposible no pensar en Mr. Big de Sex & The City; allí de pie, vistiendo un Armani en domingo. Y es que, si esta casa siempre ha sido el epítome de sentirse-bien-en-un-traje, hoy lo demuestra más que nunca. Sabe las reglas, identifica a la perfección cómo romperlas y hacia dónde puede (y debe) dirigirse el mundo sartorial.
El menswear clásico se reinventa en esta colección enalteciendo sus pilares, pero con un enfoque mucho más relajado. Los conjuntos grises y bien estructurados de la firma se traducen hoy en versiones de sí mismos mucho más neutrales, despreocupados y elegantemente libres. Bajo el concepto de viajar al campo y reencontrar la paz de la naturaleza con sus oficios, dejando atrás las hombreras y presentando americanas con cuellos dobles, chaquetas que son casi abrigos, pantalones suaves, mocasines delicados, sedas y linos que refrescan, blusones de cintura elástica, chalecos, cinturones de cuero trenzados, sandalias con flecos y ejemplares cinturas vueltas.
Una coleccion extrausable, que bien puede estar en una oficina o un campo de retiro para disfrutar del verano.
