Hojas de Otoño no es la típica película romántica, es peculiar, moderna y está llena de nostalgia, y eso es parte de lo que la llevó a llevarse el Premio del Jurado en el Festival de Cine de Cannes, nominaciones en premios como los Golden Globes y a entrar en la Shortlist de los Premios Oscar.
La película tiene como protagonista a Jussi Vatanen y a Alma Pöysti, dos extraños que se conocen por casualidad en el Helsinki de la actualidad (nada más y nada menos que en un karaoke) y deben superar una serie de pequeños accidentes, como un teléfono perdido, y lidiar con las complicaciones de la vida moderna para poder estar juntos. Junto con Anatomy of a Fall, es una de las grandes películas extranjeras del 2023 que veremos en cines y streaming este año.
Jussi Vatanen, el protagonista de la aclamada cinta Hojas de Otoño (Fallen Leaves, 2023), platica con GQ detalladamente sobre el genio del cine finlandés, Aki Kaurismäki y su peculiar método para filmar. En una época en la que las Rom-Com están olvidadas, curiosamente el Cine de Autor las revive de la mejor forma posible. El resultado, hasta ahora, arroja una nominación a Mejor Película Extranjera en los Globos de Oro, una nominación a la Palma de Oro en Cannes y el Premio del Jurado en el mismo Festival, entre muchos otros premios.
La película ya tuvo su estreno en festivales y en salas de cine seleccionadas, y a partir del 19 de enero la podemos ver en la plataforma MUBI.
La pregunta obligada: ¿Cómo fue trabajar con Aki Kaurismäki?
“Es como un sueño hecho realidad, pero al mismo tiempo nunca tuve ese sueño, porque Aki es una leyenda, así que fue una sorpresa y algo abrumador. Aki nos dijo que esta cinta era una comedia romántica a su estilo: Un beso en la mejilla, un saludo de manos, un beso en la frente, así que está llena de pasión (ríe).
“También nos pidió a Alma (Pöysti, su co-protagonista) y a mí que no ensayáramos juntos. Así que no ensayamos, pero pensábamos muy similar en términos de actuación y tuvimos muy buena química. Aki vio nuestro trabajo previo y se dio cuenta de que íbamos a hacer una buena pareja, así que es fue como un casamentero cinematográfico.
“Igualmente nos informó, antes de empezar, que él solo filma una toma. Si echábamos a perder algo, tendríamos que hacer la segunda, y si había un desastre total, haríamos la tercera. Lo dijo como una broma, pero era cierto. Afortunadamente lo logramos. Él no edita mucho y no toma muchos ángulos, así que el ritmo de la actuación era muy importante. No usa monitor, se sienta junto a la cámara, nos ve, y vive el momento con nosotros, eso es algo muy hermoso.”
Era un proceso de mucha presión…
“Aki usa una cámara de 35mm y esta fue la primera vez que yo trabajo así. Siempre actué frente a una cámara digital y por lo mismo estoy acostumbrado a filmar con muchos ángulos, y con todas las tomas que uno quiera. Puedes equivocarte mil veces.
“El primer día, Aki me preguntó si estaba nervioso, le dije que sí y me dijo que se me notaba. Poco a poco me fui sintiendo más cómodo. Lo de la primera toma era presión para nosotros, pero también para el crew técnico. Entonces hay un sentimiento mágico antes de empezar, porque sabemos que todos estamos sincronizados energéticamente para sacar el trabajo a la primera. Eso se vuelve muy disfrutable. Por supuesto cuando salía bien nos emocionábamos y hasta celebrábamos.”
¿Cuánto se tardaron en el proceso de filmación?
“En total fueron como 23 días de filmación, fue muy rápido. Aki tiene muy claro lo que quiere en la cabeza, por eso no repetimos tanto y por eso no hay tanta edición.”
Esta película es acerca de la necesidad que tenemos de conexión a diferentes niveles. Una importante, es la amistad entre tu personaje, Holappa y Raunio.
“Raunio es el único amigo de Holappa, pero ni siquiera sabe su primer nombre, entonces hay algo de su amistad que no encaja. Holappa tiene una vida muy sencilla y simple, solamente trabaja, bebe y duerme. Le gusta aparentar ser un tipo duro, pero no lo es. Es como un perro callejero, muy desconfiado. Es solitario y eso le gusta, pero incluso un perro callejero necesita amor y un lugar para dormir. Su mejor amigo no le puede ofrecer eso.
“Holappa no está buscando una relación, y por eso le sorprende sentir algo por alguien más. Cuando conoce a esta encantadora mujer en el bar de karaoke, de pronto cree que la vida tiene algo más que ofrecerle. Y eso lo hace dar un cambio y preguntarse si se puede abrir para el amor y olvidarse de su máscara de “tipo duro.” Todos podemos entender esa situación, cuando estamos en una zona de confort y hay que salir de ella. Raunio sí está buscando el amor, y lo dice abiertamente, y creo que Holappa lo envidia un poco, porque es tímido, no sabe cómo acercarse, así que, en ese aspecto, se complementan bastante bien como wing-man uno del otro.”
Hablando de Holappa como un “perro callejero”, es interesante el personaje de Chaplin, el perro que Ansa adopta cuando está decepcionada del amor.
“Es parte de nuestra humanidad cuidar algo, compartir con alguien más. Chaplin es muy importante en esta historia, cambia el destino de los personajes. Incluso se podría decir que forma un triángulo amoroso entre Ansa y Holappa.”
La conexión más difícil de todas es la romántica. ¿Qué crees que sea lo más importante para que el romance se dé correctamente?
“El destino juega un papel súper importante. Al final todo se resume en hallar a la persona adecuada para ti. Y es muy raro que verdaderamente encuentres a tu alma gemela. Holappa no está buscando a alguien, entonces en su caso el destino es fundamental, porque es algo que le pasa. Ansa y él son muy valientes porque los dos son tímidos y callados, pero vencieron sus miedos. Enamorarse puede ser aterrador porque siempre hay miedo de perder al ser querido.”
¿Crees que el miedo es el peor obstáculo para el amor?
“Sí. Holappa se ha construido un mundo solitario y cómodo para él. De hecho, le gusta y está orgulloso de esa decisión, y por eso se repite tanto que es un tipo duro. Pero se da cuenta de que está equivocado, que puede ser bonito tener una pareja que lo acompañe en el camino, y aunque tiene miedo de que eso no acabe bien, sabe que vale la pena arriesgarse.
“También está el miedo externo. Ansa y Holappa están escuchando todo el tiempo las noticias sobre la guerra en Ucrania, y es un recordatorio constante de que la vida puede acabar en cualquier momento. Les da el sentimiento de que esta es la única oportunidad que tienen, y deben ser valientes para cambiarla, no hay otro chance. Es como el sentimiento de Carpe Diem, de aprovechar el día y el momento al máximo.”