Si todavía no sabes que es la mezclilla selvedge, empezaremos recordándote que el secreto de unos buenos jeans no está solo en cómo te quedan o en la marca que aparece en la etiqueta. Como te dirá cualquier entusiasta del denim, la forma en que se fabrican estos pantalones, específicamente cómo y dónde se teje la tela que llevan en sí, es lo que más diferencia a unos jeans de primera calidad del resto.
Y nueve de cada diez veces, cuando hablamos de los pantalones de mezclilla más codiciados y dignos de ser una reliquia, nos referimos a la mezclilla selvedge.
Venerados por su durabilidad, su pátina descolorida y la reveladora franja de hilo de color a lo largo del borde –también conocida como “identificación del orillo”–, pocas prendas inspiran el mismo grado de fanatismo que los jeans de mezclilla selvedge, cuyos devotos son conocidos por usar sus pantalones de mezclilla hasta cuando se bañan –en sentido figurado– y dejar pasar meses –o incluso años– antes de lavarlos.
Que todo esto sea necesario depende de la persona a la que le preguntes, pero no hay duda de que la mezclilla selvedge se siente y se usa de manera diferente al mezclilla convencional. Por eso merece un lugar de honor en el olimpo de la ropa masculina y en tu guardarropa.
¿Qué es la mezclilla selvedge?
El nombre de selvedge –que significa “orillo” en español– proviene de los telares de lanzadera de la vieja escuela utilizados para tejer la mezclilla, que producen un borde autoacabado que evita que la tela se deshilache. Estos telares de lanzadera se emplearon para fabricar jeans desde los primeros días de Levi Strauss & Co. en el siglo XIX hasta la época de Rebelde sin causa, cuando tipos cool como James Dean y Marlon Brando ayudaron a que los pantalones de mezclilla se convirtieran en el símbolo por excelencia del estilo rudo estadounidense.
Para satisfacer la creciente demanda y aumentar sus márgenes, los fabricantes pasaron de los telares de lanzadera, relativamente lentos y minuciosos, a otros más modernos y eficientes, pero la mezclilla que producían estas máquinas carecía de la durabilidad y el carácter de la mezclilla selvedge –por no mencionar el detalle del ribete que lleva su nombre–. Los telares de lanzadera también crean un tejido más suelto, que algunos fanáticos del denim creen que ayuda a los jeans con orillo a conseguir ese aspecto perfectamente desgastado con el paso del tiempo.
¿Dónde se fabrica hoy la mezclilla selvedge?
A medida que la mezclilla selvedge tradicional fue desapareciendo en las décadas siguientes, las fábricas estadounidenses que la producían cerraron sus telares de lanzadera, y los jeans con orillo pudieron haber desaparecido por completo de no ser por unos cuantos expertos en pantalones de mezclilla japoneses.
En las décadas de los ochentas y los noventas, un puñado de marcas conocidas como las “Cinco de Osaka”, entre las que se encontraban leyendas como Studio D’Artisan y Evisu, se propusieron recrear minuciosamente el aspecto y la textura de la mezclilla vintage estadounidense. Estas marcas combinaban la actitud atrevida de los rockeros de los años cincuenta con una atención al detalle típicamente japonesa, y con el cambio de milenio, Japón se había establecido como el principal fabricante mundial de mezclilla selvedge de alta calidad, una reputación que sigue manteniendo. A finales de la década de los ochenta, una nueva generación de especialistas en mezclilla, como Naked & Famous y 3sixteen, ayudaron a dar a conocer al mundo la mezclilla japonesa y a convertir los jeans con orillo en una parte esencial del universo de la moda masculina.
¿Dónde comprar unos buenos jeans de mezclilla selvedge?
La mezclilla selvedge suele ser más pesada y rígida que la tela de los pantalones de mezclilla comunes, sobre todo la mezclilla selvedge “cruda”, que no se ha sometido a un lavado final en la fábrica –
para crear ese desteñido característico–. Esto hace que sea menos cómoda al principio, pero –como atestiguan sus devotos– le confiere la capacidad de adaptarse al cuerpo del usuario con el tiempo, desarrollando un patrón único de líneas de desteñido –también conocido como “whiskering”– y una sensación similar a la de una segunda piel.
Si todo esto te parece demasiado esfuerzo, estás de suerte, porque hoy en día podemos tener jeans de mezclilla selvedge prácticamente del estilo que queramos, incluidas las versiones elásticas más cómodas y los tejidos veraniegos más ligeros en una amplia gama de lavados y colores, desde el índigo y el negro clásicos hasta el blanco y el khaki.
También hay muchos sitios web donde conseguir un buen par. Mientras que las marcas japonesas independientes siguen fabricando algunos de los mejores jeans artesanales del mundo, marcas estadounidenses como Todd Snyder y Buck Mason se han convertido en grandes competidoras en el juego del orillo, al igual que gigantes como Gap y Uniqlo, cuyos overoles de 50 dólares son un eterno favorito entre el público del menswear.
Esto significa que la cuestión no es tanto si deberías o no añadir unos jeans de mezclilla selvedge a tu colección, sino más bien cuáles deberías comprar primero. Teniendo en cuenta que los jeans con orillo llevan más de 100 años siendo los pantalones de mezclilla más resistentes y sofisticados del planeta, probablemente no serán los últimos.
Artículo publicado originalmente en GQ Estados Unidos.