¿De qué manera el hecho de tomar agua se relaciona con la posibilidad de vivir más y mejor? La búsqueda de la longevidad implica dietas sofisticadas, rutinas deportivas meticulosas y cocteles de complementos alimenticios. Pero la clave de una vida larga y sana reside sobre todo en acciones cotidianas básicas, como tomar agua.
Una tontería, ¿verdad? Pero eso es lo que investigadores de los Institutos Nacionales de la Salud en EE UU (NIH, por sus siglas en inglés) han señalado en un estudio: la hidratación insuficiente está correlacionada con el envejecimiento prematuro y las enfermedades crónicas. En otras palabras, no beber agua en cantidades adecuadas podría costarte literalmente años de vida.
Beneficios de tomar agua contra el envejecimiento
La afirmación anterior no es de extrañar si tenemos en cuenta que el cuerpo humano está formado por un 60% de agua. Como sabes, esto no es nada nuevo. Sin embargo, lo que sí es novedoso es que investigadores estadounidenses observaron una relación entre la deshidratación y los indicadores de envejecimiento biológico acelerado. Por decirlo claramente, los niveles elevados de sodio en la sangre –un marcador indirecto de falta de hidratación– se correlacionan con una menor esperanza de vida y una mayor probabilidad de desarrollar enfermedades como la diabetes, la insuficiencia cardiaca y la demencia.
El estudio en cuestión, que data de 2019, se basa en información de 15,000 personas a las que se hizo un seguimiento durante más de 25 años. El resultado: los participantes con niveles de sodio superiores a 142 mmol/l tienen entre un 10 y un 15% más de probabilidades de ser biológicamente mayores que su edad real. Por encima de 144 mmol/l, esta cifra se eleva al 50%. Peor aún, los niveles elevados de sodio aumentan el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas en un 64% y de morir prematuramente en un 21%. En resumen, el agua no solo sirve como remedio para evitar la resaca después de una noche de copas.
De hecho, la investigación destaca sobre los beneficios de una mejor hidratación en la población general que: “Los resultados presentados en nuestro estudio actual aportaron pruebas de una asociación causal de la hipohidratación crónica subclínica con el desarrollo acelerado de enfermedades degenerativas dependientes de la edad y sus factores de riesgo, como el aumento del gasto energético y los estados inflamatorios y procoagulantes de bajo grado. Estos hallazgos permitieron proponer nuevas medidas preventivas para prolongar una vida sana basadas en el mantenimiento de un estado de hidratación óptimo a lo largo de toda la vida”.
Tomar agua sin esperar a sentir sed
Si crees que tener sed es un buen indicador, piénsalo otra vez. Cuando sientes la necesidad de tomar agua, ya es demasiado tarde. Es una señal de que tu cuerpo está en modo de alerta. ¿El truco? Hidrátate regularmente a lo largo del día, sobre todo cuando realices esfuerzo físico o haga calor. Y para los que tienen problemas con beber agua sola, las infusiones, los tés de hierbas o incluso las aguas aromatizadas caseras –con limón, menta, pepino– pueden funcionar. Y para los mayores de 55 años, ten especial cuidado, ya que la sensación de sed disminuye con la edad.
Aunque la causalidad entre la deshidratación y las enfermedades crónicas sigue sin resolverse del todo, cada vez hay más estudios que apuntan en esta dirección. Dado que casi el 50% de la población no bebe suficiente agua, el impacto de estar simplemente bien hidratado en la salud mundial sería colosal. Mientras esperamos a que la ciencia aclare el asunto de una vez por todas, solo podemos aconsejarte que tengas siempre a mano una botella de este líquido vital. Tomar más agua es quizá el truco de salud más infravalorado de todos.
Artículo publicado originalmente en GQ Francia.
Estudio citado en este artículo:
- Suboptimal hydration remodels metabolism, promotes degenerative diseases, and shortens life.