5 consejos para empezar una rutina (y no rendirte en el intento)

Empezar una rutina de ejercicio puede ser complicado, y algunos pierden la motivación después de unos cuántos días. Te decimos cómo evitarlo y encaminarte hacia tus metas.
hombre haciendo ejercicio rutina en gimnasio pesas
Gimnasio Samuel Perales Carrasco

Queremos pensar que es lo contrario, pero comenzar una rutina de ejercicio realmente puede ser difícil, especialmente si nunca antes habías seguido un programa de ese tipo, o si realmente lo tuyo no es la actividad física. Esto hace que mucho que lo intentan inevitablemente terminen rindiéndose por lo complejo que puede ser acostumbrarse a ello.

Sin embargo, no es imposible y la motivación es clave para seguir adelante con una rutina e ir adaptando el cuerpo a la actividad física intensa. Aquí te dejamos algunos consejos para establecer una rutina que realmente te pueden servir. 

No intentes cualquier rutina de Internet

Un error clásico al intentar comenzar una rutina, es pensar que podemos tomar cualquiera, incluso algunas de alta intensidad (en especial si quieres bajar de peso o ponerte en forma rápida) sin considerar que tu cuerpo quizá aún no está listo para ese tipo de actividad. Es común que, en algunos casos, al día siguiente el cuerpo esté completamente adolorido, lo cual hace imposible seguir la rutina, mientras que en otros la dificultad o el dolor hacen que dejemos de intentarlo por completo. 

Esto incluso puede hacer que pensemos que es imposible seguir una rutina y que así será cada vez que lo intentemos. No es así. Si no haces mucha actividad física, evita las rutinas que son para los que ya tienen un tiempo en el gym y busca algo para principiantes, ajustando tu cuerpo a algunos movimientos y ejercicios. Es parte del siguiente punto.

Comienza con poco 

Como mencionamos, si quieres establecer una rutina, lo mejor es comenzar con poco. Quizá parezca que será más tardado, pero es mejor ir acostumbrando nuestro cuerpo a que le dedicaremos algunos minutos al día al ejercicio. Puedes ir comenzando con unas básicas sentadillas, planchas, o algo simple como caminar o correr un poco, evitando forzando demasiado para no estar muy cansado o adolorido al día siguiente. 

¿Estás listo para una rutina? 

Thomas Barwick

Trata de divertirte 

Parte de acostumbrarse es encontrar la forma de ver el ejercicio como una actividad normal que forma parte del día y no como una carga que tenemos que hacer para poder estar en forma. Si tomamos una rutina de alta intensidad difícil de lograr, puede que se pierda la motivación debido al esfuerzo que se requiere. Lo recomendable es establecer ejercicios que sintamos cómodos para nosotros, e ir cambiándolos. De hecho, cuando ya se logra establecer o seguir una rutina, se recomienda alternarla cada semana o mes para que no resulte aburrido y tengamos un motivo para seguir haciéndolas. 

Consigue un compañero

O compañera. Hacer ejercicio con otra persona puede servir para motivarte a seguir día con día, además de que puede impulsar un sentido de competencia para seguir avanzando. Un amigo puede ser una excelente opción, ya que en los días que te sientas desmotivado quizá él sea la clave para que te decidas a salir a entrenar, y en general existen estudios que resaltan que se disfruta más la actividad física de esta forma. Integrar un sentido de competencia con juegos puede ser más efectivo. Esto puede servir para acostumbrarte a adoptar una rutina e incluso si dejas de ver a tu compañero, ya estarás listo para seguir por tu cuenta. 

Un entrenador personal puede ser otra opción, ya que también te puede mantener motivado y en línea, aunque en estos casos el entrenador a veces no hace los mismos ejercicios por lo que quizá no sea tan divertido. 

Establece metas razonables

Otro motivo por el cual algunas personas pierden la motivación y no siguen una rutina de ejercicio es porque no se logran las metas rápido. Algunos quieren bajar de peso, otros ganar músculo, pero requiere un verdadero trabajo constante, y si no hacías nada de actividad física, es lógico que tardes un poco más. Conseguir esas metas requiere aprendizaje y fracaso, pero también tiempo. 

No establezcas metas poco razonables como tener el cuerpo de Thor o bajar 10 kilos en 1 mes. La mejor meta es conseguir adaptarse a una rutina y avanzar desde ahí.