Pasar mucho tiempo lejos de la luz del sol nos puede privar de una cantidad esencial de Vitamina D que necesita nuestro cuerpo, sin embargo, en exceso puede quemar la piel o provocar cáncer de piel si nos exponemos demasiado. Entonces, surge la pregunta: ¿cuánto tiempo es necesario tomar el sol para mantenernos sanos sin que sea peligroso? Aquí respondemos.
Con datos del National Health Service del Reino Unido y de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, revisamos los hechos sobre cómo funciona el sol en la piel y cómo es benéfica para el cuerpo en general.
Primero vamos con un aspecto científico, según Mathias Wacker y Michael F. Holick, la piel absorbe los rayos ultravioleta del sol lo cual se convierte en una previtamina D3, la cual se izomeriza en la Vitamina D3. Éstas se convierten en un conjunto de elementos que tienen propiedades biológicas “únicas”.
La vitamina D que producimos por el sol ayuda al cuerpo a absorber calcio y fosfatos dentro de las dietas, los cuales son importantes para la salud de los huesos, los dientes y los músculos. Por lo tanto, cuando no tenemos suficiente vitamina D, puede haber problemas como huesos débiles, caída de dentadura, o falta de fuerza. Por ese motivo, en algunas localidades donde no hay sol en todas las temporadas las personas deben consumir vitaminas a través de alimentos o suplementos.
Dependiendo el lugar donde resida, cada persona crea la vitamina D en diferentes temporadas, siendo la principal el verano.
La Organización Mundial de la Salud afirma que entre 5 y 15 minutos de luz solar directa en los brazos, en las manos y en la cara alrededor de dos a tres veces a la semana es suficiente para tener los beneficios de la Vitamina C. Según su información, el sol debe entrar en contacto directo y no se debe usar bloqueador.
Sin embargo, las instituciones que mencionamos afirman que no se puede determinar un número en especial, ya que cada cuerpo es diferente, incluyendo el tipo de piel. Según la NHS las personas con piel más oscura tienen que pasar más tiempo en el sol, comparado con alguien con piel más clara, ya que el efecto del sol puede ser diferente. Por ejemplo, las personas con piel clara se pueden quemar más rápido así que no necesitan tanto sol, mientras que el resto puede pasar más tiempo.
Se recomienda que cada persona lo haga hasta que la piel comience a sentir quemada, y no extender el periodo, especialmente si es un día en el que el sol da de forma más directa.
Las personas que no pueden salir al sol o que no tienen acceso a él a lo largo del día pueden tomar suplementos o consumir alimentos con Vitamina D, como pescados, quesos, hongos y yemas de huevo, para asegurarse de mantener una buena salud.