¿Te preocupa tu salud y la del planeta? La dieta climatariana es lo que necesitas.
Si existe algo con lo que te quieren convencer todos los fervorosos de las dietas basadas en plantas es el hecho de que estas, aparte de tornarse más saludables con tu cuerpo, son más amigables y responsables con otros seres y los ecosistemas.
La alimentación y su impacto ambiental.
Si hay algo que no te imaginas es el impacto tan negativo de la gran cantidad de alimento que se produce pero que no es consumido. De hecho, las estadísticas en el mundo plantean que tan solo en el 2019, de la comida total que se vendió, más de 930 millones de toneladas terminaron tristemente en los botes de basura (el 61% provenía de los hogares, un 26% de los servicios de alimentos y el otro 13% de las ventas al por menor), con lo cual la ONU dice que en el mundo se debe tener como objetivo reducir el desperdicio de alimento por lo menos a la mitad para el 2030. Esta información que salió del reciente Food Waste Index Report 2021 de la organización anterior y otra llamada WRAP, refiere también que del 8 al 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero tienen que ver con los residuos de alimentos.
Esperamos que con esto concientices el hecho de que al comprar más alimento del que puedes comer, además de ser un gasto innecesario para tu bolsillo, está originando otras consecuencias de mayor magnitud, como lo es el cambio climático en nuestro planeta. Aunado a esto, es necesario comiences a conocer la huella de carbono de cada producto que compras porque otra razón es que según un estudio de la revista Science del 2018 de J.Poore y T. Nemeek de la Universidad de Oxford, dice que la cadena de suministro de alimentos genera aproximadamente el 26% de las emisiones de gases, casi lo mismo a las emisiones causadas por la electricidad y el calor (25%) o peor aún, mucho más de las que causan los sistemas de transporte en el mundo (14%), según la plataforma Climatarian. O sea que todo alimento, ya sea su producción, su consumo o su deshecho, genera un impacto propio al planeta.
La dieta climatariana o climariana.
Esta tendencia de alimentación en pocas palabras se trata de que escojas los alimentos basados en su huella de carbono. Se propone como una dieta saludable, amigable con el clima y la naturaleza ya que busca reducir el consumo de las diferentes carnes o productos que generan un mayor impacto climático. Y aquí podrías pensar “no me late la carne así que soy un buen climatariano pero no, no lo serías cuando cada fruta, verdura o cualquier otro alimento que compras viene empaquetado en un envase plástico o es traído desde China cuando aquí hay mil productores locales” ¿sabes?.
Lo que sí puedes comer (opciones bajas en carbono).
- Cerdo
- Pollo o aves
- Pescado sostenible
- Productos lácteos
- Huevo
- Fruta y verdura locales y de temporada
- Comida basada en plantas
Lo que no puedes comer.
- Res
- Cordero
- Cabra
- Pescado no sostenible
- Comida transportada vía aérea de un lugar a otro
- Alimentos cultivados en invernaderos con calor
Por ejemplo, cambiar la res y el cordero por cerdo y pollo en tus comidas diarias puede ayudar a reducir una tonelada de CO2 al año.
Si quieres ser climatariano, sigue estos lineamientos.
- Come menos carne. Si quitas la carne un día a la semana disminuirá la emisión de 175 kg de CO2 cada año. Esto con 3 personas significa media tonelada.
- Come una cantidad moderada de pescado sostenible. Recuerda comer los pescados más abajo de la cadena alimenticia y los que provengan de una pesca sostenible.
- Evita el desperdicio de alimento. Planifica tus menús para hacer las compras del alimento que realmente necesitas. De las sobras haz nuevos platillos y evita la merma del alimento. Ya de lo que realmente no puedas sacar provecho, haz composta.
- Elige alimentos de temporada. Están frescos, son saludables y ayudan a sostener el comercio local. No tienen que ser transportados a grandes distancias, son más baratos y hay abundancia de ellos.
- Si es posible produce tus propios alimentos. Si tienes espacio, haz crecer plantas, frutos, hierbas o lo que puedas.
- Evita alimento transportado por vía aérea. Alrededor del 60% del alimento se transporta por mar y el 0.16% por aire. Esto último, significa un 50% o más de emisión de gases que al hacerlo por mar.
- Evita todo alimento que sea transportado o producido en invernaderos con calor. Compra local y de temporada.
- Compra carne de productores locales y si es posible de cría al aire libre. Pollo y cerdo de preferencia y orgánico es mejor. Aunque tiene un mayor impacto ambiental todo lo orgánico, las condiciones éticas o el valor nutrimental de este tipo de productos es una mejor razón para escogerlos.
- Evita el desperdicio de carne. El desecho de 1 kilo de carne de res sin hueso produce el impacto climático equivalente al desperdicio de 24 kilos de trigo.
- Haz composta. Esta acción evita la emisión de gases metano y recuerda que regresa los nutrientes al suelo. Recuerda que todo residuo de alimento puede ir a esta.
- Evita todo producto procesado. Todo lo natural reduce las emisiones de gases.
- Evita la comida empaquetada. Se usa energía y recursos innecesarios para su producción que al final del día emite más CO2.
- Suscríbete a un proveedor de alimentos frescos en tu área. Se reduce el transporte de alimentos, pueden proveerte de productos locales, orgánicos y de temporada.
- Modera el consumo de alcohol. Elige cerveza de barril y sidra para evitar los residuos de las botellas de cerveza. Bebe bebidas tradicionales y de preferencia a temperatura ambiente para ahorrar las emisiones de energía de la refrigeración. Busca productores locales para evitar el transporte, elige la de productos orgánicos y evita el desperdicio.
- Come moderado. Evita comer fuera de casa o comprar platillos. En vez de eso cocina o lleva tus utensilios y envases a donde compres para no generar basura.
- Carga siempre con tus envases y utensilios portables. Así no generas más desechos que tengan que ser sustituidos por la industria nuevamente.
- Compra local. Todo se reduce: la contaminación, el transporte, la explotación de recursos naturales, el tráfico, la emisión de gases, etc.