Band of Brothers

James Harden y Russell Westbrook: el dúo explosivo de la NBA

Los Rockets de Houston desean ya un campeonato de la NBA y su gran apuesta ha sido por la amistad. Hoy, el equipo unió de nueva cuenta a James Harden y Russell Westbrook. El dúo quiere revancha y los espectadores se lo agradecen.
James Harden y Russell Westbrook GQ
Russell Westbrook (i) y James Harden (d) Foto: Sebastian MaderGQ

Imaginar a Russell Westbrook y James Harden vistiendo la misma playera una vez más, sin duda, puso a temblar a muchos equipos. Cuando la NBA anunció, a mediados de 2019, el traspaso de Russell a Houston, todos los que creían que el dominio de Golden State en la conferencia del Oeste se anulaba esta temporada (por lesiones y transferencias) y se abría la puerta del título a distintos equipos, tal vez se lo pensaron dos veces con los Rockets de Houston. Bastó con recordar lo que este dúo consiguió en sus tres años juntos en Oklahoma City (de 2009 a 2012), siendo amigos desde la infancia y jugando en la misma liga infantil, para temblar.

Vaya, en febrero pasado, hasta el dueño del equipo, Tilman Fertitta, declaró su entusiasmo: “No me preocupa nadie en el Oeste. Ninguno de nosotros le teme ni a los Lakers ni a los Clippers o Denver como le temíamos a Golden State. No se trata de lo asustados que estábamos de ellos; este año, fácilmente podríamos ganar el Oeste...”. Sí, este par es algo especial, y la gran interrogante es si podrán ganar el campeonato o si repetirán la tragedia de Oklahoma City (OKC), que dominó la liga durante varios años, pero no sumó ningún título siendo la espina clavada de su amistad.

James Harden lo tiene muy claro: “Obviamente, queremos ganar cada partido, pero tuvimos que enfrentar muchas adversidades al inicio de la temporada. Ya sabes, cosas aleatorias: Clint Capela perdió partidos o Eric Gordon quedó descartado para empezar la pretemporada porque no estaba sano. Aún no hemos tenido un roster completo, y eso es aterrador, ¿sabes? Aunque creo que de todo eso, esto es lo más excitante”, sentencia Harden, emocionado por lo que es posible que suceda.

Russell Westbrook (i) y James Harden (d) Foto: Sebastian MaderGQ

Camino al título

Su reunión no puede llegar en mejor momento. Ambos están en la cúspide de su carrera: Harden es un jugador completamente diferente a su etapa en OKC, su rol como el sexto hombre terminó en aquellos años; hoy es, tal vez, el jugador más dominante sobre la duela, ofensivamente hablando. Cuando le preguntas cómo nació la idea de juntarse de nuevo, todo fue mucho más sencillo de lo que imaginaríamos. James le marcó, él contestó que estaba interesado y la directiva de Houston se encargó del resto: “Sentí que él dio 12 años maravillosos. Todos hemos visto crecer a Russell como jugador. Era hora de un cambio y pienso que todos lo necesitaban”, recuerda de aquella llamada.

La salida de Russell sacudió a los fanáticos de su exequipo, sobre todo porque él era su líder. Pero su emotiva despedida vía redes sociales tranquilizó a muchos de ellos. Incluso, si le cuestionas acerca de la deuda de un jugador con una ciudad, Westbrook lo tiene muy claro: “Oh, yo creo que no se le debe nada. Pienso que, como atleta y jugador, obviamente vas ahí y lo dejas todo por tus compañeros y los fans, y eso es todo. Puede haber muchas razones por las que un jugador se va, ya sea por su familia, su bienestar o su salud mental. Muchas personas no piensan en eso, hay diversos motivos, que se vuelve un factor determinante que es mucho más importante en tu vida que sólo jugar. Hacerlo sólo por un periodo muy corto en tu vida, y después, debes ser capaz de estar tranquilo. Debes tener una familia, alguien en quienes apoyarte”, resalta el polémico basquetbolista.

Russell Westbrook Foto: Sebastian MaderGQ

Harden aporta algo más a esa idea. “Vas a tener una vida normal. No creo que las personas se sienten y traten realmente de entender lo que un atleta experimenta todos los días. No sólo en su trabajo, sino como una persona común y corriente, que tienen problemas familiares o que quizás sus hijos están enfermos”.

La temporada inició y los primeros meses no fueron tan espectaculares como se esperaba —incluso hasta en la elaboración de esta historia, el equipo se ubicaba en el décimo lugar general—. Nació una camada de escépticos, conformados por seguidores y especialistas, respecto al nuevo proyecto de los Rockets y su efectividad. Aunque, poco a poco, el roster fue recuperándose, muestran un mejor juego como conjunto y las conversaciones sobre el gran nivel de ambos acaparan los titulares.

Sin embargo, a los dos no les interesan los logros personales, lo importante es el título. “No nos preocupan los éxitos individuales. Queremos hacer todo lo necesario para ganar los partidos. ¿Entiendes? No se trata necesariamente de que yo meta 40 puntos o él consiga un triple-double; caray, eso no interesa. Pero ahora sabemos que tenemos a muchos jugadores fuera y debemos relevarlos. Cuando tengamos un roster completo, no tendremos que encargarnos de tanto”, dice James. Westbrook opina que “para ambos, se trata de una sola cosa: ganar el campeonato. Individualmente, hemos conseguido más que todos; para nosotros, creo que sólo será una cosa la que nos ponga en la conversación (con los grandes)”.

James Harden Foto: Sebastian MaderGQ

El estilo lo es todo

Si algo transmiten las dos estrellas de los Rockets es confianza y estilo. Dejando a un lado esa especie de actitud relajada y tranquila de Harden, y el intenso temperamento de Westbrook dentro de la cancha —“siempre doy este ejemplo: cuando vas a trabajar, estás en un estado diferente, ¿no? Eso no quiere decir que eres así todo el tiempo. Puedes asumir que soy ese tipo intenso, pero no me molesta porque yo sé quién soy”, resalta Westbrook—, fuera de ésta se han caracterizado por ser dos de los jugadores más fashionistas, con estilos dispares; si hablas con ellos sobre sus oufits, se nota que “pelean” por ver quién responde primero.

La moda es algo que les apasiona y esa también es una de las razones para este encuentro con ellos. Viven la moda de una manera intensa, podrías decir que casi con el mismo ímpetu que destellan por el basquetbol. Ambos tienen proyectos en la industria, incluso se involucran lo más que pueden. Es un espacio nuevo para ellos, en donde no son el centro de atención y superan retos nuevos. Si les preguntas qué jugadores de la NBA deberían tener sneakers personalizados, ellos se van directo a la yugular; cuatro o cinco, confirman. Harden asegura que “debes tener el paquete completo”.

Russell Westbrook (i) y James Harden (d) Foto: Sebastian MaderGQ

Westbrook profundiza sobre esa cifra, que le daría un infarto al miocardio a cualquier directivo de merchandising de la NBA y de las marcas deportivas: “Yo no merecía un calzado por un buen rato, simplemente, no me lo gané. Pero forjé mi camino, y ahora tengo los míos. Soy realista cuando se trata de eso. Como dijo James: debes tener todo el paquete. Tu base de fans, tu juego tiene que hablar por sí solo. Afuera del basquetbol, con cualquier cosa que esté haciendo, debes ser ‘esa persona’ capaz de tener un zapato personalizado porque actualmente cualquiera tiene unos”.

Así como son un espectáculo dentro de la duela, también lo son hablando de moda. Su compromiso con tener un estilo propio es profundo, no dudan en invertir para verse bien. Les lanzas una dinámica interesante acerca del tema: deben calcular cuánto gasta cada uno en ropa. Russell cree que James gasta cerca de 500 mil dólares anuales, James supone que Russell invierte entre 300 y 350 mil. Si alguna vez crees que ellos son personas que no se comprometen con sus pasiones, piénsalo dos veces, escribe esas cifras en un papel y guárdalas en tu clóset.