¿Estás listo para ser papá? No, que hayas tenido varios perrijos plenos y felices, no garantiza que lo harás bien con un humano.
“Planta un árbol, escribe un libro y ten un hijo”, es el viejo adagio que para algunos hombres son comandos de masculinidad y realización que se deben cumplir —como las tareas de Hércules— para alcanzar la plenitud (y si es a bordo de un auto deportivo, mejor). En la actualidad, no obstante que la vida de soltero sin hijos y compromisos es cada vez más recurrente y tentadora, la idea de tener una versión miniatura de uno mismo suele ser atractiva en algún momento. Pero, ¿estás preparado para ser padre? Antes de decidir dar ese paso definitivamente trascendental o encarar la azarosa posibilidad —no lo neguemos, a veces se decide ser padre involuntariamente frente a una circunstancia “accidental”— con tu pareja, toma en cuenta estos puntos que con la ayuda de la terapeuta experta terapeuta Alicia Aristas, enumeramos para que tengas en cuenta antes de lanzarte en paracaídas a ese terreno desconocido — y temido— por muchos, llamado paternidad.
Estabilidad económica
Lo primero es lo primero. En el episodio uno de la serie “Ozark”, Marty Byrde el protagonista (interpretado por Jason Bateman) reflexiona sobre la importancia del dinero en la crianza de los hijos: “El dinero es lo que hará que no sientas culpabilidad de no ir a sus juegos de beisbol, porque sabes que estarás trabajando siendo el proveedor”, se dice a sí mismo al inicio del capítulo. Efectivamente, antes de dar el paso y no acabar convertido en un Al Bundy (el personaje de la clásica “Married with Children”) analiza si tu situación económica es estable y si ya has alcanzado cierta realización profesional y si te alcanza para un seguro de estudios o mínimo para pañales y el pediatra. Y no olvides hacer las cuentas de lo que gastarás en la crianza del hijo, su alimentación, ropa y estudios (sí, la suma da más de lo que gastarías en un auto deportivo).
¿Te agradan los niños? (no, no evadas la pregunta)
Esta pregunta es clave, recuerda que un hijo comienza siendo un bebé llorón, luego un niño caprichudo, posteriormente un púber que te pedirá el coche, y así sucesivamente durante unos 20 años más o menos. Analiza que tendrás que cambiar pañales, jugar videojuegos con él o ella, cederle la televisión y tu privacidad. Si no soportas a los niños, querrás huir de casa cuando el recién nacido no te deje dormir la primera noche (y eso serás sólo el principio de la odisea). Piénsalo, ¿te gusta cargar bebés cuando te los presentan en las reuniones? ¿soportas a los niños gritones de los demás?
El compromiso y la responsabilidad
¿Recuerdas el episodio de la vida real en el que Michael Jackson balanceó a ¿su? bebé desde el balcón de un hotel. Si te dio gracia, deja de leer esto y vete a hacerte la vasectomía en este momento, porque no estás ni estarás preparado nunca para ser un buen padre. “Los dos requisitos básicos con los que debe contar alguien que quiere ser papá, son el compromiso y la responsabilidad. Pero no se trata de ser responsable con uno mismo, sino de tener bien clara la responsabilidad hacia la otra persona”, asegura la especialista. Hay muchos estudios y artículos al respecto, pero según ella, cada futuro progenitor es diferente y aunque un hombre posee una gran formación intelectual y una madurez envidiable, el enfrentarse al nacimiento de un hijo, suele ser una historia particular y conflictiva en algunos casos, para cada individuo.
La edad ideal
“Según concuerdan la mayoría de los estudios, un hombre está preparado física y emocionalmente para tener un hijo, idealmente a partir de los 30 años”, afirma la experta. Sin embargo aclara que incluso una persona de 17 años de edad puede estar listo….si es que puede renunciar a los videojuegos y aceptar una responsabilidad prematura. No, tampoco se vale tener un hijo a los 80 años cuando sabes que no lo verás crecer, ahí también es asunto de sentido común.
¿En serio quieres tener un hijo?
Esa es la pregunta clave, según la especialista en sicología familiar, cuando un hombre le pregunta en una consulta: “¿estoy listo para ser papá?”, ella le contesta con otro cuestionamiento: “¿tú quieres ser padre?”. Si la respuesta es afirmativa, el hombre está en su punto exacto emocional y afectivo (la parte económica, social y laboral es punto y aparte) para tener descendencia. Se vale que tú te hagas la pregunta a ti mismo y si contestas que sí, es que evidentemente estás preparado.
¿Estás dispuesto?
Sí, dispuesto a muchas cosas —además de a darle amor a tu hijo— como adaptarte a los cambios en tu estilo de vida. “Debes estar dispuesto también a aprender a ser padre, a desarrollar tu parte emocional y el instinto paterno que, a diferencia como sucede con las mujeres, no se da de manera tan natural”, comenta la entrevistada. Pero además, debes estar dispuesto a renunciar a uno que otro placer sibarita y quizás —entre otras cosas—considerar sustituir el anhelado viaje a la zona roja de Ámsterdam con tus amigos, por un tour a Disneylandia. Recuérdalo, un hijo te mueve toda la estructura y el estilo de vida y no, que hayas tenido varios perrijos no te garantiza que serás buen padre (ayuda, pero tiene sus diferencias, como que los perrijos no exigen el cereal más caro).
¿Ya analizaste por qué quieres tener un hijo? Ojo: no es una obligación
Si esperas que tener un hijo te una más con tu pareja, estás mal (puede pasar, pero eso debe ser el motivo). “No se vale cargarle la responsabilidad emocional a un niño para que los padres no se separen”, asegura la psicóloga. Tampoco estás listo para ser padre si lo haces tan sólo por complacer a tus propios progenitores que ya quieren ser abuelos.
¿Tienes traumas paternos? Debes superarlos
Esto también aplica en sentido inverso, si tuviste una infancia feliz con un padre maravilloso, seguramente querrás convertirte en uno y sientes que ha llegado la hora de retribuir en un hijo lo que tú viviste. Si por el contrario, tuviste un papá ausente (al que quizás ni conociste) o que no te trataba bien, hasta el momento en que hayas superado esa etapa y te hayas liberado de todos los sentimientos negativos, es cuando estarás listo para ser el buen padre que nunca tuviste.
Ahora sí, ya estás listo para que pronto, recibas regalos cada Día del Padre (o en su defecto, descuentos legales sobre tu nómina).