Todos aspiramos a lograr una relación duradera y de mucha calidad. Ya sabemos que la vida agitada y la dinámica de las relaciones sociales en estos días atenta muchas veces contra la intención de lograrla. No basta con gustarse y con que funcione el sexo. Eso es solo una parte, porque lo del gusto no siempre viene acompañado de una etiqueta de exclusividad y pasarla bien puede ser cosa de un momento efímero.
Para ayudarnos a tener claro qué es lo que marca la diferencia entre un capítulo con fecha de expiración y llegar a las bodas de plata, vale la pena revisar estos consejos recopilados entre quienes han logrado llegar a esa meta y que conocen la realidad de una relación duradera.
Comunicación
Esto es lo más importante. Hay que saber hablar, discutir y expresar lo que queremos con claridad. La cosa no va por imponerte, sino por el camino de escuchar, explicarte y negociar cuando haga falta. Es importante que sepas expresar tus sentimientos de manera asertiva para mantener una relación de pareja feliz. Dale a tu pareja el beneficio de la duda, porque la otra parte no puede saber lo que piensas y sientes si no se lo dices. Platica y aborda cualquier yema con la mente abierta y la voz baja, y facilita las cosas para que tu mejor mitad demuestre también lo que siente. \
Confianza
Si elegiste a esa pareja y tienen una relación estable, también has apostado a confiar en ella. Una buena relación necesita una alta dosis de confianza, así que los celos no pueden tener parte en la ecuación. Recuerda que quien cela es porque adolece de falta de confianza en sí mismo. Uno de los secretos de las relaciones duraderas es convertir a tu pareja, más que en solo tu amante, en tu apoyo. La aspiración es no tener secretos y conocerse a fondo hasta que llegue el momento en que se complementen. Sin embargo, eso no significa que renuncies a tener tu espacio, siempre que respetes el de la otra parte.
Intimidad
El buen sexo es, sobre todo, complacerse mutuamente. Eso exige llegar hasta donde la otra parte se sienta cómoda y que recibas lo mismo de su parte. Siempre va a quedar un espacio para fantasías que no van a salir de tu mente, pero si te resultan demasiado necesarias, también puedes atreverte a proponerlas, porque nadie sabe hasta dónde llega también la mente y el deseo de quien convive contigo. Por supuesto, en dependencia de la edad y el tiempo que lleven como pareja las cosas irán cambiando, pero hay que mantener la sexualidad despierta, de diferentes maneras. Para una pareja de 25 o 30 años de edad el sexo puede ocupar un 50 por ciento o más de la relación. Luego será diferente, pero jamás nulo.
Diversión
Ningún enemigo es tan peligroso para la pareja como la monotonía. Hacer planes, compartir con amigos que tengan intereses afines, viajar y disfrutar de entornos diferentes de los habituales son algunas claves para que la relación se mantenga fresca. Cuando planifiquen la economía, reserven una parte para pasarla bien y animar el tiempo de ocio… Háganlo y no van a arrepentirse.
Complicidad
Cómo afrontar las decisiones que afecten a ambos tiene mucho que ver con la solidez de una pareja. Las decisiones tienen que tomarse en común siempre que les afecte a los dos y, por lo general, en la dinámica de la vida en común todo es a la mitad. Hasta lo que te parezca más personal es sano compartirlo. Recuerda que cuando las cosas salen bien, los dos estarán felices y se otorgarán el crédito, pero cuando vayan regular es cuando sabrán si son capaces también de dividir la culpa, y juntar las mentes y esfuerzos para encontrar las soluciones.