¿Eres una víctima del Gaslighting? Si no sabes lo que significa, tal vez ya te está pasando y no te habías dado cuenta.
El mundo de las citas y las relaciones se vuelve cada vez más complejo, ahora tenemos término que hace unos años no existían y nuevas prácticas, que llegaron por culpa de las redes sociales y las apps de citas, que lo complican todo, más de lo que ya es (y además no sirven, lo dicen los expertos).
En 2018, el Oxford Dictionary nombró a Gaslighting como una de las palabras más populares del año, esto después de un artículo que se volvió viral porque alegaba que Trump logró ganar la carrera presidencial haciendo justo eso a los habitantes de su país, pero su origen no es exactamente nuevo.
Esto se remonta a los años 30 a una obra llamada Gas Light, que cuenta la historia de un hombre manipulador y calculador que logra convencer a su esposa de que no puede confiar en su propia percepción de la realidad. El nombre viene de una escena en la que Gregory, el villano, juega con la flama de una vela sin que su esposa lo vea y, cuando ella se acerca a revisar y le dice a su esposo que algo malo pasa, la flama está perfecta y ella comienza a dudar de o lo que vio, lo que sabe y lo que cree que es real.
En temas de relaciones, el Gaslighting es un comportamiento tóxico.
¿Qué es exactamente el Gaslighting?
En las relaciones, esto sucede cuando uno de los integrantes de la pareja usa la manipulación y los engaños para controlar a la otra persona y hacerle creer que lo que siente no es real, que están locos o que se están comportando de forma ridícula y sin una buena razón (recientemente vimos el Gaslighting llevado al extremo en la nueva versión de The Invisible Man, que es una de las películas de terror mejor calificadas de 2020, cuando Cecilia comienza a creer que se está volviendo loca después de la muerte de su esposo abusivo).
Con el tiempo, la víctima comienza a creer que en verdad está loca, que está siendo poco razonable y comienza a aceptar lo que su pareja dice como si eso fuera cierto, lo que causa un fuerte impacto psicológico y crea una especie de dependencia basada en la inseguridad. Quienes hacen el Gaslighting, de acuerdo con Healthline, suelen ser personas con personalidad narcisista y poca empatía.
¿Cómo saber si te están haciendo Gaslighting?
De acuerdo con Healthline y VeryWellMind, hay algunas señales que indican que puedes ser la víctima de tu relación, el objetivo es hacerte dudar de todo para que dependas de la otra persona, pero, si identificas las señales, puedes detener la práctica antes de que sea tarde (tanto hombres como mujeres pueden ser víctimas).
Si tu pareja nunca acepta su responsabilidad por sus acciones y siempre encuentra la forma de voltear las cosas para que tu te veas como el culpable, entonces puede ser Gaslighting.
¿Juega con tu mente y te enreda tanto que al final no entiendes de qué habla o cómo llegaron a ese tema? Sentirte confundido siempre que tienen una conversación es una señal de alarma.
Si siempre eres el que pide disculpas o el que no puede hablar y dar su punto de vista en una discusión, o siempre piensas que todo lo malo que pasa es tu culpa, entonces eso también puede ser una señal.
Ok, a veces si puedes estar exagerando las cosas, pero, si lo que sientes o piensas nunca es validado y tu pareja siempre dice que estás loco o tienes un problema por sentirte de cierta manera, eso puede ser Gaslighting.
Las víctimas llegan a sentir que ya no son la misma persona, dejan de pensar que sus emociones también son válidas y hasta cambian su personalidad como consecuencia.
Esto es muy común, significa que la otra persona te culpa siempre de todos sus problemas, incluso los que no tienen nada que ver contigo, y esa también es una táctica de manipulación.
El objetivo del Gaslighting es manipularte al grado de que dejes de confiar en ti mismo, tener una repentina pérdida de autoestima es una señal clara de que algo no está bien con la relación.
Parte de la manipulación es dejarte tan aislado como para que no puedas recurrir a nadie cuando necesitas ayuda o consejo. Puede tratarse solo de una persona posesiva, pero, si le sumas el resto de las señales, esto es un foco rojo de que podrías estar viviendo esta práctica.
