El estampado de cuadros es el print que nos ha acompañado desde que nacimos. El legado estético de esta composición que se estampa sobre todo tipo de textiles es mucho más longeva se lo que se cree. Quizás, cuando hablamos de cuadros tartán nos viene a la mente el uniforme escolar que tanto odiábamos, pero su vigencia va mucho más lejos. Este tejido escocés por excelencia es el resultado de un dibujo de cuadros, lineas delgadas y anchas que se cruzan en diferentes todos. La tela original, producida en lana, nos remonta al siglo XVIII cuando era utilizada como diferenciador y emblema de los clanes escoceses. Incluso, muchos de estos estampados originales tienen un nombre que representan a las familias más distinguidas. Ahora, cuando hablamos del tartán nos referimos al tipo de estampado y no al tejido original -su proceso, materiales y gramaje- Y aunque el estampado se recrea sobre cualquier tipo de textil, la lana sigue siendo un elemento ferviente del legado histórico y, por funcionalidad, un buen tejido para protegernos del frío. De ahí que se presente en forma de abrigos, camisas, pantalones, sacos, bufandas… la lista se extiende.
Sin embargo, el tartán no es el único estampado de cuadros que existen. El cuadro vichy -que recibe el nombre en honor a la ciudad francesa donde fue producido por primera vez- es otro patrón icónico, aunque está más ligado a los días de verano y looks de descanso. Ambos patrones mantienen un poder de elegancia que que les ha permitido fundirse en las piezas y accesorios más formales en el armario del caballero. También, una atemporalidad que les ha hecho avanzar hacia el presente adaptándose a las necesidades de estilo del hombre contemporáneo
MISMO ESTAMPADO, DIFERENTE TAMAÑO
Las dimensiones de los cuadros tiene la virtud de darle dinamismo óptico al look. Es muy común ver esta sinergia de estampados cuando sobreponemos la corbata, la camisa a cuadros y el saco. Muchas veces el print puede ser el mismo, pero los tamaños cambian, y no está mal. Sin embargo, llevarlos a un plano más visible -pantalón y abrigo XL- no es tarea sencilla. El secreto está en controlar el tamaño bajo la armonía cromática. No experimentes con texturas contrastantes, más bien, procura que la combinación se vea como un conjunto.
MISMO TEJIDO, DIFERENTE COLOR
Una de las combinaciones de estampados más simples radica en llevar el mismo estampado -en cuestión de proporciones- aunque en diferente tonalidad. Es evidente que, a simple vista, no parezca intencional, pero la armonía óptica juega a nuestro favor para crear un outfit controlado y, al mismo tiempo, creativo.
DIFERENTE TRAMA, MISMA PALETA DE COLOR
Unir el estampado de cuadros bajo la misma trama y color no es una acción que se reconozca como propia -puede verse como un conjunto- Lo ideal es siempre unir dos prints semenjantes, pero unidos por la misma paleta de color para crear un efecto uniforme. Esto pasa cuando combinamos un pantalón y una camisa, ambos a cuadros. Buscamos siempre un equilibrio en el color de ambos: en escala de grises, en tonos térreos, en colores vibrantes, desaturados, etc.
MISMO TAMAÑO, DIFERENTE COLOR
Las combinaciones más creativas se llevan con el mismo tamaño del estampado, pero en diferentes colores. Esto crea un efecto bastante creativo e intencional. La premisa siempre caerá en el equilibrio de la balanza del color: mientras un color en vibrante, el otro, por ende, debe neutralizar.