Los sacos para hombre —si es que podemos seguir refiriéndonos a estas prendas de esa forma— son básicos para construir un guardarropa versátil en la vida de cualquier persona. No importa su género ni sexo. Culturalmente, es primordial para proyectar competencia, liderazgo y profesionalismo en toda ocasión. Un saco —o sus variantes— son exactamente lo que necesitas cuando empiezas a trabajar con nuevos clientes, tienes una entrevista laboral, se acerca un evento importante con familia y amigos, o estás a punto de celebrar un gran suceso en tu vida.
Y es justamente por estos últimos escenarios que, a menudo, nos preguntamos sobre la diferencia entre un saco sport, un blazer y un saco formal. ¿Cómo identificarlos? ¿Cuándo usarlos? ¿Qué tipo es el que más nos conviene? Sobre todo, cuando lo más importante —obvio— es vernos increíbles. Entonces, antes de pasar a cómo elegir el mejor de todos, exploremos estas diferencias.
La diferencia entre estos se reduce a los patrones, los botones y la tela. Un saco sport es una chaqueta estampada que combina con pantalones que no están hechos de la misma tela o tienen el mismo patrón, que se usa en días de verano y situaciones casuales. Un blazer es una chaqueta de color sólido con botones en contraste (a menudo de metal), usado en ocasiones más informales. Finalmente, un saco tiene un pantalón hecho con la misma tela o patrón; aunque no siempre puede ser así. Hay sacos formales que se venden por separado en colores neutros y sólidos para poderse usar en contextos más serios, pero sin necesidad de usar un traje completo.
Por ello, ante la duda, siempre es mejor elegir un saco tradicional. Puedes combinarlo con pantalones sastre que hagan match, si eliges las piezas correctas puedes llevarlo con jeans, y equilibrándolo con prendas streetwear te verás lo suficientemente relajado como para un escenario “no tan formal”.
Ahora que tienes el contexto, vayamos por los consejos.
Opta por lo clásico
Si dudas, elige los colores más tradicionales en sacos para hombre. Esto significa negro y azul marino. Cuando elijas la solapa, elige uno de muesca. En cuanto al corte: opta por dos botones (en lugar de cruzado o de tres botones).
El fit
Los hombros son fundamentales: las hombreras no deben extenderse más allá del extremo de tu propio hombro. Si estás entre dos tallas, elige el más pequeño. No te arrepentirás, porque los tejidos naturales tienden a “aflojarse”; lo que significa que, una vez que comiences a usarlos, las fibras se extenderán y tu traje crecerá un poco.
Box
Si el torso se siente y se ve como un cuadrado, necesitas arreglarlo. Toma en cuenta que al cerrar tu saco no debería entrar nada más grande que tu puño por la parte de arriba.
La clásica medida de la manga
Asegúrate de que 1 /4 de pulgada a 1 /2 pulgada del puño de tu camisa sobresalga del puño de la chaqueta. Eso significará que estás en el lugar correcto.
Aperturas
Sinceramente, las aperturas son de tu elección; simples o dobles. Pero toma en cuenta que la doble favorece a más tipos de cuerpos y será tu mejor aliada si tu torso es ancho o si mides menos de 1.70 metros.
Vigila las solapas
Su anchura debe ser moderada. Si ésta es demasiado delgada o muy ancha, siempre se verá como una prenda vieja. Si compras una de tamaño regular, asegúrate también de que la muesca no esté colocada demasiado arriba. Ésta debe alinearse más o menos con los hombros.
La caída
Un saco siempre debe tener una feliz caída sobre tu cuerpo. Verse tranquilo. Líquido a tus costados. La parte inferior de éste debe caer aproximadamente en el mismo lugar que los puños cuando estés de pie con los brazos descansando a los lados.
El cuello
El cuello del saco debe descansar contra el cuello de tu camisa, que a su vez debe descansar contra la parte posterior de tu propio cuello. Todos estos deben tocarse ligeramente, sin espacios significativos entre ellos. Si hay un espacio, está demasiado suelto. Si se amontona, está demasiado apretado.
Después de esto, no lo sabemos, quizás estés listo para usar sacos en tendencia, deconstruidos u oversized.