El espacio, totalmente íntimo, sólo para unos cuantos invitados, nos dio la bienvenida en el mítico 205 de West 39th Street para ver un nuevo episodio de Calvin Klein Collection otoño 2025. Bajo la comandancia de Veronica Leoni —quien hace total sentido al frente de este label, dada su trayectoria y estética—, éste ha sido el primer show de la marca tras una ausencia de seis años y medio en la semana de la moda de Nueva York.
¿La primera impresión? Un impacto de suave elegancia y poder sin escándalos. Un típico warehouse de la ciudad alfombrado en blanco —que visto desde arriba presumía el nombre de la enseña—, paredes limpias, puertas bien delineadas y luces decididas. Nada podía ser más CK que dicha aura, pulcra, netamente inmaculada.
Entre las celebridades que iluminaron la atmósfera: las inigualables Christy Turlington y Kate Moss —que no podían faltar, evidentemente—; Alexander Skarsgård, Cooper Koch y Bad Bunny —que encarnan hoy el ADN renovado de la marca—; FKA twigs, Greta Lee y el mismísimo Calvin Klein, sentado para el espectáculo junto a Anna Wintour (entre muchos íconos más).
Los looks y propuesta de Calvin Klein Collection
Con la mirada puesta sobre el otoño 2025, la lectura de Leoni sobre el guardarropa por venir, una mixtura genial entre la sofisticación práctica de Nueva York y el gesto italiano del estilo, es cien por ciento liberadora y sensual. Una dosis de excelencia sin adornos innecesarios, en una época que necesita darse serios respiros frente a parafernalias extremas e ideas aparatosas (que muchas veces no llegan a ningún lado).
El lenguaje de CK siempre ha sido el de la practicidad. Hoy, los signos, denotaciones, connotaciones y sentidos propuestos por Leoni apuntan más que nunca al clasicismo que se reúne con la modernidad, para lograr diseños y siluetas que nos hablen de una simplicidad profundamente intelectual, un diseño puro y una apertura sensible a la expresión personal.
Estructurando los diálogos entre el peso del poder y la liviandad del aire, Calvin Klein Collection nos da un repertorio masculino y unisex que abraza, pero protege a la vez; que libera, pero da soporte; que acaricia, pero también da un golpe de identidad.
Atención a los abrigos que crean cuerpos aún más fuertes, a las bomber que hablan de la furia citadina en el otoño, los pantalones tan versátiles para la oficina y las aceras, las camisas de cuadro, los hombros enérgicos en las americanas y los lentes solares que giran su rostro de los años noventa al futuro. La paleta de colores: armonía cosmopolita en negro, granito, gris cerámico, fudge, cocoa, gris topo, off-white, porcelana, barolo, frambuesa y cidra.
Bienvenido sea de vuelta el minimalismo sin esfuerzo. Utilizable. Puro.