¿Lo probarías?

¿Por qué el celibato voluntario es una tendencia entre los hombres hetero?

La falta de sexo es tendencia en TikTok, enfrentando a la nueva masculinidad con su homóloga tradicional
Hombre usa lentes y camisa verde
El celibato voluntario es la nueva tendencia en TikTok.Getty Images

Cuando Bobby, de 29 años, se embarcó en lo que serían tres años sin citas ni sexo, no hizo un voto de celibato voluntario de manera consiente. En realidad, ni siquiera sabía que existía la palabra ‘célibe’. “Sentí la necesidad de eliminar las citas de mi vida, lo que me obligó al celibato”, dice.

Como suele ocurrir, fue una ruptura sentimental lo que desencadenó la decisión de Bobby. Acababa de salir de una especie de relación intermitente con una chica que le gustaba mucho, pero que no sentía lo mismo por él y, tras un par de encuentros después de la ruptura, se sintió vacío. Además, acababa de graduarse en la universidad, por lo que la incertidumbre sobre el futuro le resultaba bastante complicada: “Me dije a mí mismo que me dedicara a mí mismo hasta que supiera lo que realmente quería hacer con mi vida”, recuerda, “y mirando atrás, fue una decisión muy influyente que me permitió convertirme en lo que soy hoy. No perder tiempo ni energía persiguiendo a la gente me permitió estar tranquilo y centrarme en mí mismo”.

Aunque en aquel momento no se lo dijo a nadie, Bobby es ahora un firme defensor del celibato voluntario, y él no es el único hombre. En los medios de comunicación, el celibato se ha vinculado en gran medida a los célibes involuntarios o ‘incels’, un término que ha adquirido notoriedad por la violenta misoginia que han perpetrado algunas personas incapaces de establecer relaciones románticas. En los últimos meses, sin embargo, ha habido una afluencia de célibes voluntarios no religiosos —o ‘volcels’, como se les conoce— que hablan de la falta de sexo en Internet. El concepto es tendencia en TikTok, con el hashtag celibato acumulando más de 200 millones de visitas, y el fenómeno recogido por los medios de comunicación.

¿Lo probarías?

© Getty Images 

Jeremie, de 28 años, empezó su año y medio de celibato porque se dio cuenta de que tenía muchos sentimientos incómodos sobre sí mismo, en particular en relación con las mujeres. Pero a pesar de los beneficios que esto le otorgó, los primeros meses de celibato le resultaron especialmente complicados. Para él, la idea de que un hombre heterosexual optara voluntariamente por la falta de sexo contrastaba directamente con las ideas arraigadas que tenía sobre la masculinidad: “La parte de mí que se había creído la idea de que el valor de un hombre está ligado a lo emocionante que es su vida sexual empezó a aflorar cada vez más”, dice. “Si alguien me hubiera preguntado en aquel momento si creía que mi valor estaba ligado al número de mujeres con las que podía acostarme, habría respondido rápidamente que no. Sin embargo, ahí estaba yo, cuestionándomelo”.

Además de sentirse avergonzado, Jeremie perdió la confianza en sí mismo. Sin la distracción de las citas, se vio obligado a enfrentarse a los sentimientos de ansiedad, estrés y aburrimiento que había estado evitando durante tanto tiempo: “No tenía casi ninguna otra salida para satisfacer esas necesidades emocionales”, explica, “así que creé una dependencia malsana de [las relaciones románticas] para salir adelante. La vergüenza jugaba un papel importante, pero el hecho de no conocer a ningún hombre en mi vida, ni siquiera en Internet, que hubiera pasado por esto antes, o que se lo hubiera planteado, me hizo sentir que era algo que iba a tener que afrontar de forma aislada”.

En gran medida, son las mujeres y los hombres homosexuales quienes dominan la conversación sobre el celibato voluntario en Internet; comparten historias sobre cómo los traumas, las malas relaciones y el sexo aún peor, o una desilusión con la cultura de las relaciones les llevaron a adoptar la abstinencia.

Poco a poco hay indicios de que la conversación sobre el celibato está cambiando para los hombres heterosexuales. Algunos de mis amigos solteros están optando por el celibato frente al sexo ocasional, y solo mantienen relaciones sexuales si sienten una conexión con la persona. La semana pasada, el cantante Craig David reveló su propio estilo de vida célibe de un año de duración, explicando que quiere estar en una “situación saludable” antes de iniciar una nueva relación.

El celibato y una mirada a la masculinidad

A pesar de ello, el celibato voluntario sigue siendo un tema tabú para muchos hombres heterosexuales. En algunos círculos persiste la asociación histórica entre proeza sexual y virilidad. La ansiedad que pasa por la cabeza de los hombres puede deberse al miedo a que la gente se pregunte: ¿es realmente voluntario, o simplemente no es capaz de conseguir a alguien interesado en él?

En un intento de hacer frente al estigma, tanto Bobby como Jeremie hablan de su experiencia en TikTok, y se han visto abrumados por las respuestas positivas: “Muchos hombres conectan con mi experiencia de no querer buscar relaciones románticas, y, en cambio, desean formar una relación más íntima con ellos mismos y sus cuerpos, y crear conexiones más significativas”, dice Jeremie.

El celibato voluntario ofrece una oportunidad para conectar consigo mismo.

Getty Images

Sin embargo, es importante elegir el celibato por las razones correctas, afirma el psicólogo clínico Rob O'Flaherty: “No porque sea la última tendencia de TikTok, ni como respuesta a disfunciones sexuales, dificultades con la intimidad sexual o para intentar resolver compulsiones o ‘adicciones’ sexuales”, afirma. “Para estos problemas, buscar el apoyo adecuado sería más beneficioso, y el celibato podría ser contraproducente”.

En un momento en que la masculinidad está siendo escrutada y reexaminada, la autorreflexión que desafía las ideas tradicionales sobre lo que significa ser un hombre se vuelve cada vez más importante. Sin embargo, para quienes anhelan un tiempo para centrarse totalmente en sí mismos, la experiencia del celibato voluntario puede resultar inestimable, y no es un voto que tenga que durar para siempre. Bobby y Jeremie ya no son célibes, pero han aprendido mucho. A Jeremie, la abstinencia le enseñó a reevaluar sus ideas sobre el sexo y la masculinidad, así como a centrarse en quién era y qué quería realmente de la vida.

Desde que Bobby puso fin a su celibato, se siente más motivado para hablar de ello con sus amigos: “Ahora, cuando hablo a la gente de este periodo de mi vida, parecen un poco sorprendidos por ello”, dice. “Hay amigos míos del pasado que me juzgarían, [pero] me he rodeado intencionadamente de hombres que son extremadamente abiertos cuando comparto este aspecto de mi vida”.

Artículo publicado originalmente en GQ Reino Unido.