Para ser una persona más elegante no es necesario tener una cuenta de banco enorme, ser el CEO de una compañía o usar siempre la ropa más cara.
La elegancia es una actitud, una forma de ser y de comportarse, y se puede aprender y aumentar con el paso del tiempo y con algunos hábitos simples y fáciles de adaptar a cualquier rutina o estilo de vida. Aunque hay que tener cuidado porque, así como puedes hacer cosas que te ayuden a ser o parecer más elegante, también hay errores que tienen el efecto contrario.
El Cambridge Dictionary define la elegancia como “la cualidad de tener gracia y ser atractivo en apariencia o comportamiento”. Con esto entendemos que la elegancia es una combinación de cómo te ves y cómo te comportas, y eso significa que hay cosas como la manera en la que te vistes, tu forma de tratar a los demás o de desenvolverte en un espacio, como en la oficina o en una fiesta, pueden llevarte de un extremo al otro en la escala.
Parecer elegante también ayuda a que te consideren una persona inteligente, segura, confiable y sofisticada, y eso puede tener beneficios y ventajas en todo tipo de contextos, como en esa entrevista de trabajo o cuando quieres impresionar a tus suegros.
7 claves para ser una persona más elegante
Pon atención en tu manera de vestir
La Universidad de Harvard ha dicho que, cuando una persona se ve bien, se siente bien, más seguro y hasta se relaciona mejor con los demás, así que es importante cuidar la forma de vestir para tener un beneficio personal. Por otro lado, lo que llevas puesto hace que los demás se formen muchas idea de quién eres como persona, y puede hacer que te abran una puerta o que se alejen por completo.
No se trata de usar ropa cara, sino de usar ropa que te quede perfecta, que esté limpia, bien cuidada y combinada con cuidado para lograr un outfit poderoso, que funcione y hasta con un toque de lujo silencioso. Como parte de esto, es importante entender los códigos de vestimenta, para apegarse a ellos o saber cómo romperlos con inteligencia.
Cuida la manera en la que hablas
Lo que sale de tu boca también crea una impresión en los demás. Tu forma de hablar puede hacer que tengas autoridad, que parezcas inteligente, amable, agradable, como un líder, alguien que sabe lo que dice y dice la verdad, o todo lo contrario.
Hay que hablar con claridad, con respeto, sin usar palabras demasiado complicadas (irónicamente, la ciencia dice que eso te hace ver poco inteligente), sin correr o sin ir demasiado lento, y sin dejar que los nervios te hagan tropezar.
Trata a los demás con amabilidad
La amabilidad es una señal importante de inteligencia emocional, de respeto y de una persona con un comportamiento elegante y respetuoso. Tratar mal, gritar, atacar o regañar de manera violenta no te da autoridad, hace que parezcas una persona grosera y sin suficiente inteligencia como para aprender a controlarse o lograr ser escuchado sin hacer un escándalo y llamar la atención por los motivos equivocados.
Los buenos modales nunca sobran
La etiqueta social nos dice cómo debemos comportarnos en ciertas situaciones, y eso también es parte de la elegancia. Entre los buenos modales hay que considerar cosas como saber usar los cubiertos correctamente, comer con limpieza, abrir la puerta para la persona que viene detrás o ceder el asiento a una persona mayor o necesitada. Se trata de mostrar educación por medio de tus acciones y de entender qué debes hacer en ciertas situaciones.
Por ejemplo, una señal de buenos modales es cuando llegas a la oficina y le das los buenos días a los demás o cuando mantienes una postura correcta mientras estás en la junta con tu jefe.
Cuida tu postura
Tener una mala postura no solo es malo para tu cuello y tu espalda, puede hacer que te veas como una persona sucia, descuidada y que no tiene respeto por sí misma o por los demás. Y se vale que de vez en cuando te descuides o te sientes de una manera más cómoda y relajada, pero hay momentos para eso y momentos en los que vale la pena sentarte derecho, caminar con la cabeza levantada y evitar usar posturas defensivas que alejan a los demás.
Aborda las peleas o discusiones con inteligencia
Es probable que te tengas que enfrentar a situaciones en las que se lleguen a dar discusiones o incluso peleas, y esta es otra oportunidad para comportarte de manera elegante.
Una persona elegante siempre mantiene una actitud calmada, no grita para intimidar, no insulta y no le falta el respeto a los demás. Así que hay que aprender a usar las palabras correctamente, a escuchar y a evitar que el enojo te controle.
La fragancia también importa
El perfume que usas también puede ayudar a crear una imagen elegante y sofisticada. Hay fragancias que son casuales, juveniles y divertidas, mientras que hay otras que son más elegantes, misteriosas y seductoras, así que hay que saber elegir correctamente, dependiendo de la ocasión.
Como regla, nunca debes abusar de la fragancia, ya que eso puede hacer que los demás terminen con dolor de cabeza y con un ataque de estornudos.