¿Cuál es el secreto de la felicidad? Cada persona a la que le preguntes puede darte una respuesta distinta, la ciencia también tiene algunas, y Keanu Reeves tiene su propia respuesta.
No es ningún secreto que la felicidad no está en las cosas materiales, en el dinero o en tener un puesto importante en tu trabajo. Uno de los estudios más largos de Harvard dice que está en los amigos y las buenas relaciones, otros dicen que está en tener metas y poder perseguirlas, en tener buena salud o en las experiencias que tenemos.
Y sí, la felicidad puede estar en todo esto, pero, de acuerdo con Keanu Reeves, que es uno de los actores más queridos y admirados del momento, podemos encontrarla también en las cosas que parecen más pequeñas, comunes o insignificantes, y habló al respecto en una entrevista con el Los Ángeles Times.
Para Keanu Reeves, este es el secreto de la felicidad:
De acuerdo con Fotogramas, el actor reveló en una entrevista que su secreto de la felicidad es bastante simple y muy alcanzable. "¿Mi idea de la felicidad? Una buena comida, un buen vino y montar en moto por Sunset Boulevard", dijo.
Y no, no quiere decir que todos vayan a encontrar la felicidad en una moto o en la misma comida que Keanu Reeves disfruta, más bien se refiere a que la felicidad está en poder disfrutar de las cosas simples de la vida y de lo que te gusta, y poder hacerlo con calma y con tiempo.
Reeves dijo también que la carrera que eligió le ha permitido tener oportunidades increíbles, pero que, en su día a día, lleva una vida bastante normal, y que ha aprendido a disfrutar de todo lo que hace, y por eso su felicidad está en poder disfrutar de esas cosas simples.
“Parece que las experiencias cotidianas, accesibles y ya familiares tienen la mayor capacidad de aportar placer a nuestras vidas. Las pequeñas cosas están al alcance de todos y son bien conocidas, son fáciles de compartir y ya tenemos una conexión emocional porque suelen ser familiares”, dice el sitio Intelligent Change.
Lo que pasa es que estas cosas pequeñas son “micro-alegrías” (como dice The Conversation), y esto significa que pueden hacer que tu día se vuelva mejor, que te sientas con más energía, más motivado y con un mejor estado de ánimo. Y cuando sumas esas cosas pequeñas y las buscas constantemente, entonces puedes construir una vida que sea mucho más feliz.
Según dice The Conversation, hay estudios que confirman que aprender a disfrutar de las cosas pequeñas es bueno para tu felicidad, para tu mente y para tu salud. Según el sitio, los estudios han encontrado que, disfrutar de estas micro-alegrías o micro-placeres, puede ayudar a mejorar el mecanismo del cuerpo que regula cosas como la frecuencia cardíaca, la digestión y la respiración, y que también tiene que ver con el estado de ánimo, la ansiedad y la regulación del estrés, por lo que cuanto más estimulado esté.
“A nivel social, las emociones positivas pueden mejorar las relaciones y potencialmente generar una resonancia positiva: una conexión momentánea entre las personas que mejora la salud, aumenta la esperanza de vida y le da sentido. Experimentar emociones positivas no solo aumenta la felicidad momentánea, sino que también nos ayuda a desarrollar cualidades como el optimismo y la resiliencia, que pueden ayudar a protegernos contra la angustia y la mala salud mental en el futuro”, dice el sitio.
¿Cómo puedes disfrutar más de las cosas pequeñas para aumentar la felicidad?
De acuerdo con Healthline, existen algunas maneras simples de disfrutar más de las cosas pequeñas y de obtener los beneficios de las emociones positivas que generan.
- Despierta 15 minutos antes para poder tomarte el tiempo de estar presente, de sentir, de notar las cosas positivas que te rodean, o incluso de poder hacer las cosas con más calma.
- Sal a caminar, para hacer un poco de ejercicio, empezar el día sin estrés, tomar el sol para aumentar la vitamina D, o conectar con la naturaleza.
- Llama a tus personas favoritas, para mantenerte conectado, para proteger la relación y socializar un poco.
- Experimenta en la cocina, hornear o cocinar puede convertirse en una experiencia positiva, de conexión o de relajación.