Gérald Genta, todo sobre el suizo detrás de los relojes más codiciados

Si eres apasionado de la relojería suiza y los griales de toda la vida, debes estar familiarizado con el nombre de Gérald Genta. De lo contrario, te invitamos a redefinir tu estatus de coleccionista, pues si bien han existido un sinfín de relojeros que han pasado a la historia por sus aportaciones, Gérald Genta es un ícono que debes conocer.

El tiempo hizo maravillas con Genta, pues pasó de ser un relojero destacado al hombre detrás de las obras más deseables y el fundador de dos de las casas relojeras más prestigiosas en la actualidad.

¿Quién era Gérald Genta?

Nacido en Ginebra, Suiza, el 1 de mayo de 1931, Gérald Genta dedicó su vida al diseño de relojes. Enfocó su formación a la joyería y a la artesanía del oro, lo que le permitió unirse a la marca Universal Genève, donde creó el Polerouter en 1954. Esto le abriría las puertas en otras de las manufacturas más respetadas de la época y eventualmente se convertiría en uno de los relojeros más reconocidos.

Dado que su madre era suiza y su padre italiano —dos tierras en las que la horología echo raíces y construyó tradiciones, en diferentes épocas—, Genta creó su propia visión de ambos mundos, una con toque contemporáneos e inspirada en el legado suizo. Su diseño se caracterizó por piezas de volúmenes contundentes, el uso de materiales metálicos

Los relojes de Gérald Genta

Si bien Gérald Genta es reconocido por crear el Nautilus y el Royal Oak, su obra no se limitó a estas dos obras, en realidad, de acuerdo a la Asociación Gérald Genta Héritage, el trabajo del suizo se expandió hasta más de 100,000 relojes, cada uno con un carácter único y memorable.

Desde una caja octagonal con inspiración náutica hasta una alegre esfera con el propio Mickey Mouse, Genta hizo de todo: relojes de vestir, piezas de estilo deportivo y hasta modelos con incrustaciones de piedaras preciosas, he aquí algunos de sus relojes más memorables.

En la década de los 50, la línea Constellation era uno de los pilares de Omega, y aunque luego surgieron nuevos modelos que tomarían su lugar, su popularidad perduró. En los 80, por ejemplo, ya era una pieza apreciada, sin embargo, en un momento en el que la industria relojera atravesaba un sin fin de cambios, luego de que la crisis del cuarzo amenazara con poner fin a la escena suiza, Omega necesitaba refrescar la imagen de su característico reloj. ¿La vía para lograrlo? El maestro Gérald Genta.

En alguna ocasión, Gérald Genta contó que el Royal Oak nació de la noche a la mañana, literalmente. En aquellos días, Georges Golay, Director general de Audemars Piguet en los 70, pidió a Genta que diseñara “un reloj deportivo de acero que nunca se ha hecho antes”. La misión era lógralo de un día a otro, pues un cliente necesitaba el diseño. Fue así como nació este emblemático reloj, una pieza recurrente en el arsenal de los coleccionistas expertos.

Es curioso que un reloj con un Mickey Mouse en la esfera forme parte de los relojes más memorables de Gérald Genta, no obstante, más allá del diseño, es precisamente el carácter divertido lo que lo hace invaluable, pues contrario a lo que podría pensarse de una pieza con inspiración ‘infantil’, la colección incluye relojería de alta precisión. Vaya combinación, además es parte de la propuesta de la marca homónima del relojero.

El recién discontinuado Patek Philippe Nautilus es obra de nada más y nada menos que del genio Gérald Genta. La historia fue similar a la del RO. Los directivos de Patek dieron una tarea muy especial al relojero: crear el primer reloj de lujo deportivo y con inspiración marina de la marca. Claramente, el resultado no solo fue exitoso, sino que fue épico, hasta el punto que actualmente adquirir un Nautilus es sumamente completo, incluso para aquellos con una gran cuenta bancaria.

Aunque la línea Ingenieur de IWC ya existía antes de pasar por la creatividad de Gérald Genta, el mítico relojero fue el responsable de lanzarla al estrellato. Esto se debió a que el suizo refresco el clásico reloj de vestir con un diseño más deportivo pensado para aquellos que dedicaban sus días a trabajar cerca de campos magnéticos. La estética Genta es más que visible: reloj de acero inoxidable con tornillos en el bisel, es difícil pasarlo por alto.