El piloto de Fórmula 1 Lewis Hamilton siempre ha comprendido el poder de un gran reloj. Se metió en esta afición por la misma razón que muchos de nosotros: encontrar un reloj que encajara con sus intereses y que al mismo tiempo le confiriera respeto, elegancia y quizá un toque de magia. Por eso, cuando era más joven, empezó su colección con un reloj de Mickey Mouse antes de ahorrar otras 15 libras para comprarse algo “realmente elegante”, según contó Hamilton recientemente a GQ. “Iba por ahí siempre enseñándolo”. Sin embargo, a sus compañeros de clase, que en su mayoría llevaban Casios electrónicos, no les impresionaba.
Todos tenemos en algún cajón nuestra propia versión del reloj Mickey Mouse de Hamilton, el que nos hizo sumergirnos en el mundo de la relojería. Pero ahora, años y años después, el piloto Lewis Hamilton llega a la cima de su colección de relojes con la creación de una nueva pieza diseñada en colaboración con la marca suiza IWC.
Mucho ha cambiado desde sus días de Mickey Mouse. Actualmente, Hamilton no solo es el piloto de F1 con el mayor número de victorias de la historia, sino que es considerado como una de las personas con más estilo del planeta. No obstante, lo que no ha cambiado es su amor por los relojes, y por los relojes de los que vale la pena presumir. Con frecuencia lo vemos vestir prendas recién salidas de la pasarela. Incluso, una vez, después de que la F1 amenazara con prohibir las joyas en la pista, Lewis Hamilton lució tres relojes simultáneamente durante una rueda de prensa. Ahora, tras una década de colaboración con IWC, por fin ha fabricado el reloj de sus sueños: “Ha llevado tiempo construir esa relación para luego confiar el uno en el otro”, afirma Hamilton. El resultado es un reloj fabricado en platino con una esfera única de color verde azulado y destellos de diamantes por dentro y por fuera. “Va a ser el mejor reloj de IWC”.
Un reloj pensado en su totalidad para Hamilton
Este nuevo IWC Portugieser Tourbillon Rétrograde Chronograph Lewis Hamilton será un compañero para Hamilton cuando celebre en el podio de la F1 o haga una aparición en la Semana de la Moda: “Me visto elegante, y el reloj es ese último detalle para ir a juego”, dijo el piloto de Mercedes. Este reloj cumple muchos de los requisitos de los coleccionistas como Hamilton, para quienes el dinero no es problema. La primera es el hipnótico tourbillon que incluye —la jaula giratoria a las seis en punto es una innovación de los tiempos de los relojes de bolsillo diseñados para combatir los efectos de la gravedad—, la complicación de lujo por excelencia. La segunda es la caja de platino macizo, que hace que el reloj sea tan robusto que da la sensación de que debería tener su propio dispositivo de seguridad.
La esfera del reloj cuenta con 12 pequeñas piedras, pero el detalle más sublime es que dos piezas de silicona del movimiento —la palanca y el escape— están recubiertas de diamantes. IWC explica que la nueva tecnología Diamond Shell aumenta la eficiencia del reloj al reducir la fricción, pero lo que no se dice es el nuevo nivel de estilo que se consigue al utilizar diamantes en el interior de un reloj.
Todas estas decisiones fueron pensadas en el propio Hamilton, quien trabajó en esta lujosa versión del reloj de vestir insignia de IWC durante dos años: “IWC no suele poner diamantes en sus relojes, sobre todo en los de caballero”, afirma. Hamilton se decidió por el color verde azulado porque “me pareció el más vibrante y diferente”. Pero, ¿por qué añadir un tourbillon? La razón es sencilla, pues es una de sus complicaciones favoritas, por supuesto. Incluso el fornido platino fue una elección importante: “Tiene mucho peso”, dijo mientras lo sostenía en la mano.
El nuevo IWC Portugieser Tourbillon Rétrograde Chronograph Lewis Hamilton continúa una gran tradición, pues pocas cosas mejoran la reputación de un reloj que los vínculos con las carreras —no es coincidencia que los relojes inspirados en el automovilismo sean tan icónicos—. Basta con preguntar a los coleccionistas que recurren al Rolex Daytona por Paul Newman, o a los que prefieren el TAG Heuer Monaco por la película Le Mans.
IWC únicamente fabricará 44 de estos relojes verdes —cada uno disponible por 169,000 dólares—, un guiño al número de piloto de Hamilton. Sin embargo, esta conexión es personal para el británico en otro sentido: no hay relación más importante para un piloto de carreras que la que tiene con el reloj. “Los relojes se alinean muy bien en mi vida”, dice, “porque estoy literalmente persiguiendo cada milisegundo cuando estoy en la pista”.
Artículo publicado originalmente en GQ US.
