Los dos hemisferios de Lucca es uno de varios proyectos mexicanos que Netflix tiene preparados para este año, y se trata de una película inspiradora que se basa en un libro y en una historia real.
La película sigue a Bárbara Anderson y a su esposo Andrés, quienes descubren que su hijo Lucca tiene parálisis cerebral y que, de acuerdo con los pronósticos de los médicos, no va a poder hablar, caminar o incluso comer solo.
El diagnóstico los toma por sorpresa, pero la pareja decide hacer todo lo posible por ayudar a su hijo a tener la mejor vida posible, así que, cuando su situación comienza a empeorar, Bárbara, con el apoyo de su esposo y de su hijo menor, Bruno, lucha por llevar a su familia a la India, donde existe un tratamiento revolucionario que puede transformar la vida de Lucca.
Los dos hemisferios de Lucca pone sobre la mesa el tema de la discapacidad, de lo que significa para las familias y para quienes la viven, pero también es una historia de resiliencia, de sacrificio y de familia, donde se demuestra que se demuestra que todos podemos lograr grandes cosas y que, a veces, cumplir sueños no es imposible.
Una historia real inspiradora y conmovedora
Lo más interesante de esta película es que es una historia real, todo se muestra como sucedió y, de acuerdo sus protagonistas, todo parte de la historia de libro de Bárbara Anderson, pero también de los cientos de videos que ella grabó durante el proceso y que fueron la base para crear algunas de las escenas más importantes.
En esta película vemos a una familia como muchas otras, con retos, dificultades y una condición que afecta la vida y la salud de su hijo, pero esta situación los une, los hace más fuertes, les enseña lecciones de vida importantes y los lleva a mover montañas con tal de hacer una diferencia en la vida de su hijo.
Es inspirador ver a esta familia trabajando junta, apoyándose, teniendo momentos felices y viviendo la vida. Lucca nos enseña que las personas con discapacidad no son una carga, sino que tienen vidas completas, sueños y batallas personales de las que todos podemos aprender mucho.
Una reflexión sobre la desigualdad en el terreno médico
Además de contar la historia de Lucca, de su familia y de su viaje, esta película nos recuerda también que vivimos en un mundo en el que la desigualdad también tiene un impacto en la salud y en las posibilidades de sanar.
La familia de Lucca no es rica, pero tiene algunos medios para poder hacer un viaje al otro lado del mundo, donde un tratamiento nuevo puede salvar a su hijo, pero millones de personas en nuestro país no tienen esa posibilidad y, a veces, se topan con la pared y con una serie de obstáculos que impiden que puedan recibir los tratamientos o la ayuda que necesitan.
Bárbara Anderson también hace la lucha para que más niños como Lucca puedan tener acceso al tratamiento y a la máquina, el Cytotron, que le cambió la vida, y en la película vemos un poco del proceso y de los obstáculos que hacen que su lucha sea más difícil.
“La máquina está en México y se usa para casos oncológicos, pero sigue en la lucha de poder utilizarlo para tantos otros niños que no necesariamente están pasando por un caso oncológico”, dice Bárbara Mori, quien interpreta a Bárbara Anderson en la película, al respecto.
“Es durísimo entender que hay un sector muy privilegiado y otro que es mucho más grande, que ni siquiera tiene acceso a un seguro o a bienes que puedan vender para poder pagar sus tratamientos, a veces no tienen nada, entonces, lo que se busca con esto es abrir eso, la conciencia y poder pensar en qué se puede hacer, y acompañar la lucha de Bárbara y de muchas personas. Esto es un empujón más que creo que puede llegar a muchos corazones”, agrega Juan Pablo Medina.
Un protagonista extraordinario, con una conexión profunda con Lucca
Julián Tello es el niño que interpreta a Lucca y es un actor extraordinario que, como el personaje al que interpreta, también tiene parálisis cerebral. De acuerdo con Mori, Tello es uno de los actores más profesionales y más inspiradores con los que ha trabajado, y demostró un gran compromiso y entrega por su trabajo a lo largo de la filmación.
“Julián decía en una entrevista, cuando le preguntaban qué mensaje quería dar con esta película, es que: Quiero que los niños con discapacidad sepan que también podemos cumplir sueños. Él cumplió este sueño, quiere seguir actuando y eso fue muy motivador, verlo en el set, siempre de buen humor, haciendo secuencias realmente difíciles, siempre echándole todas las ganas. Hay una mezcla preciosa entre él y Samuel, que es su hermanito en la película, y te lo quieres comer a besos de la ternura que te da”, dice Mori.