La regla 70-30 es una forma simple de vestir mejor y de verte más atractivo.
Vestir bien y verte más atractivo es más fácil de los que crees, y existe una regla muy simple que puede ayudar a que lo consigas, además de que puede ayudar a que no gastes demasiado en ropa y a que construyas una colección de piezas que te dure más tiempo, que aumente tu seguridad y que te permita construir un estilo personal claro.
Y sí, vestir bien es importante porque no solo tiene un impacto en tu confianza y en la manera en la que te desenvuelves en distintas situaciones, sino también porque puede cambiar la percepción que los demás tienen de ti.
La psicología dice que, cuando nos vemos bien, nos sentimos bien, y que podemos usar un buen outfit para tener una mejor imagen, para transmitir los mensajes correctos e incluso para parecer más atractivos, interesantes y cool fácilmente.
La mejor parte es que no es necesario comprar marcas caras, cambiar el guardarropa cada temporada o no repetir outfits para vestir bien y para tener un look mucho más atractivo y poderoso. La regla 70-30 es un ejemplo claro de que, a veces, las cosas más simples son las que más funcionan.
La regla 70-30 y cómo usarla para vestir bien y verte más atractivo
La regla 70-30 es una de varias reglas (o guías) que buscan ayudar a las personas a vestir mejor, a hacer más con la tropa que tienen, a construir looks modernos y efectivos, y también a sentirse mejor cuando usan su ropa.
Esta regla dice que el 70% de las prendas que tienes en tu clóset deben ser piezas versátiles, clásicas, básicas, atemporales y neutras (jeans, camisetas básicas, chaquetas versátiles y pantalones combinables), mientras que el 30% se debe dedicar a piezas statement (como una chaqueta colorida o con algún detalle especial) y a piezas en tendencia.
Con esto, la idea es que puedas crear una base para tus looks, con piezas que puedas usar por muchos años, que te queden perfectas y que se ven bien siempre, piezas que te gusten mucho y que sepas que siempre te funcionan, pero que sean básicas, para después agregar algunos elementos más modernos, llamativos o coloridos, y también para que las tendencias no consuman todo tu clóset, lo que lleva a que tengas que cambiarlo constantemente.
Las prendas de ese 70% te deben quedar perfectamente bien, deben estar en buen estado, deben tener colores que te favorezcan y cortes y estilos que funcionan bien con tu tipo de cuerpo, que es lo que va a ayudar a que tu ropa se vea mucho más cara y a que tú te veas más atractivo.
Las prendas del 30% también te deben quedar perfectas y deben combinar bien con las del 70%, la diferencia es que estas son prendas que pueden ser “desechables” o “temporales”, pueden responder a una tendencia del momento o a algo que querías probar, pero que no vas a usar siempre.
La idea también es que la mayor parte de tu presupuesto de ropa se use para esos básicos y clásicos que vas a poder usar por más tiempo (deben ser de la mejor calidad posible), mientras que las prendas en tendencia representan gastos esporádicos y ocasionales.
Con esto, tu clóset va a ser mucho más funcional, vas a poder crear muchos más buenos outfits, y vas a estar seguro de que todo lo que tienes funciona bien, para reducir las situaciones en las que sientes que nada te gusta o nada te queda bien (porque esto le pasa tanto a los hombres como a las mujeres). Además, seguir esta regla ayuda a que nunca te veas anticuado, a que puedas seguir las tendencias y a que te actualices, pero sin acabar con todos tus ahorros.
Y a esto siempre le puedes sumar el truco del Sandwiching (dos prendas de color o material similar, con una distinta en el medio), que ayuda a construir un look millonario fácilmente y sin gastar.
