A medida que los Yankees de Nueva York avanzaban en la postemporada, las temperaturas seguían cayendo en el Bronx y en el Medio Oeste, donde se enfrentaron a los Kansas City Royals y los Cleveland Guardians. Los espectadores más atentos notaron que algunos jugadores de los Yankees se mantenían abrigados con un estilo peculiar y nostálgico: enfrentando el clima otoñal con cuellos de tortuga azul marino (técnicamente mocknecks), adornados con el inconfundible logo de NY.
Específicamente, Aaron Judge, Anthony Volpe, Jazz Chisholm y Austin Wells han optado de manera constante por usar el cuello de tortuga, tomando la decisión colectiva de volver a un look de la vieja escuela que evoca imágenes de los Yankees de los años 90. Estas prendas se parecen mucho a las capas base que usaban jugadores como Mariano Rivera y Orlando “El Duque” Hernández durante la era dorada de los Bronx Bombers en los 90 y principios de los 2000.
Resulta que son exactamente los mismos cuellos de tortuga de aquella época. Al parecer, los Yankees de Nueva York, al prepararse para jugar en climas fríos, prefirieron sentir la familiaridad reconfortante del algodón en lugar de materiales sintéticos (y, ciertamente, técnicamente más cálidos).
Hay que aplaudir a los Yankees por optar por fibras naturales. Como diría Seinfeld: el algodón respira. Es mucho más suave. ¡Qué tela tan maravillosa! ¡El algodón es el rey!
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Pero más allá de la importancia del material, los jugadores que llevan los cuellos de tortuga también se ven fantásticos. Hay mucha verdad en el dicho “si te ves bien, te sientes bien, y juegas bien”, y parece que eso está motivando a los Yankees, que solo han perdido dos veces este octubre en vísperas de su compromiso en la Serie Mundial 2024 frente a los Dodgers de Los Ángeles. Para los espectadores también es un deleite, ya que hay algo en esos cuellos de tortuga que exuda el espíritu de los Yankees en los playoffs de la MLB. Imaginen un dugout lleno de jugadores luchando por la inmortalidad del béisbol, en un estadio a reventar, mientras están abrigados como si fueran de excursión a la nieve.
Curiosamente, la Major League Baseball no parece interesada en aprovechar esto comercialmente. Tras darse cuenta de que no se venden en línea, un aficionado decidió fabricar el cuello de tortuga por su cuenta. Sin duda, es una trama divertida dentro de la campaña de postemporada de los Yankees, y parece estar teniendo un impacto tangible en al menos un jugador: mientras que tres de los cuatro jinetes del cuello de tortuga —el capitán Aaron Judge, Austin Wells y Jazz Chisholm Jr.— han tenido un desempeño flojo con un promedio colectivo de bateo de .133 en los playoffs, Anthony Volpe ha sido sobresaliente. El campocorto de 23 años ha conectado un hit en siete de los nueve juegos de playoffs de los Yankees y ha anotado cinco carreras durante la serie contra Cleveland. Más importante aún, el equipo sigue ganando. Ese es el verdadero poder del cuello de tortuga.
Con temperaturas pronosticadas de hasta 25 °C este fin de semana en Los Ángeles, es probable que los Yankees guarden sus mangas largas hasta que regresen al Bronx para los Juegos 3 a 5 la próxima semana. Pero cuando se alineen en la línea de falta para las presentaciones previas al juego en Nueva York el lunes, tengan por seguro que veremos esos hermosos cuellos de tortuga asomándose por encima de sus camisetas. Si los Yankees consiguen llevarse el título a casa, tal vez algunos de esos cuellos de tortuga terminen en el Salón de la Fama en Cooperstown.
Artículo publicado originalmente en GQ US.
