Inglaterra, 1966. Ese fue el año en el que el combinado de los ‘Tres Leones’ ganó el mundial y resulta increíble que hasta ahora solo tenga una copa del mundo en sus vitrinas, tomando en cuenta que en ese país se inventó el fútbol y las reglas del juego más popular del planeta.
Esa conquista llegó con varias polémicas que aún ahora se siguen discutiendo en cualquier café o bar donde se arme una charla futbolera ,y más allá de que ha pasado más de medio siglo, siguen vigentes y entran en la categoría de partidos que estuvieron bajo sospecha
Sin embargo, ese plantel que ganó la Copa del Mundo con el paso de los años fue encontrándose con el mismo destino y lamentablemente no tiene que ver algo futbolístico, sino con enfermedades neurodegenerativas.
La Maldición de Inglaterra 1966
De aquella selección de Inglaterra que derrotó en tiempo extra al combinado de Alemania 4-2 con el polémico gol de Geoff Hurst, solo sobreviven nueve futbolistas pero la mayoría de los que ya han fallecido, tuvieron una muerte de alguna forma parecida.
A excepción del gran capitán Bobby Moore que falleció de cáncer de colón a los 51 años de edad, el resto de los campeones del mundo de 1966 han tenido enfermedades relacionadas con la pérdida de la memoria.
El cáncer también fue la causa de la muerte del mítico portero, Gordon Banks, que hace dos años falleció tras sufrir esta enfermedad y que para muchos es el mejor arquero de todos los tiempos en Inglaterra.
Para empezar, en estos últimos meses, fallecieron dos campeones del mundo en Inglaterra 1966, Jack Charlton y Nobby Stiles y en ambos casos fue la demencia quien acabó con sus vidas, pero de esos campeones que hoy ya no están, no son los únicos casos.
El Alzheimer acabó en 2015 con la vida de Gerry Byrne, quien durante toda su carrera defendió la camiseta del Liverpool y quien pese a no tener minutos en ese mundial, fue uno de los mejores laterales izquierdos del fútbol inglés.
Nobby Stiles y Jack Charlton entran y también hay que agregar a Ray Wilson, el defensa que pasó sus mejores años defendiendo la camiseta del Everton, y a quien se le diagnosticó Alzheimer.
Esa enfermedad fue la misma causa que provocó la muerte del ex mediocampista del West Ham, Martin Peters que apenas el año pasado perdió la batalla con esta dura enfermedad, pero este tampoco fue el único caso.
Peter Bonetti fue el arquero suplente de esa selección inglesa de 1966 y también fue víctima de esta enfermedad, el ‘Gato’ como era conocido en el mundo del fútbol será recordado como uno de los arqueros con más partidos en la historia del Chelsea.
Recientemente a Sir Bobby Charlton, quien fue compañero en el Manchester United de George Best el primer gran ‘rockstar’ del fútbol, se le detectó demencia y la leyenda de los Red Devils y uno de los goleadores históricos de la Selección de Inglaterra no podrá acudir más a Old Trafford para ver los partidos como acostumbraba cada fin de semana.
Esta noticia golpeó fuerte al medio futbolístico en un año en el que además será recordado también por la muerte de su hermano Jack y el fallecimiento de Norman Hunter quien en abril de este año fue una de las tantas víctimas del COVID-19.
Sir Geoff Hurst, el héroe de esa tarde de 1966 en Wembley y quien hizo el gol que sellaba el título para Inglaterra, aseguró hace días a la prensa que no tendría problemas en donar su cerebro para que se realicen estudios que ayuden a encontrar una solución contra el Alzheimer.
Pese a que el ex delantero se encuentra bien de salud, está dispuesto a ayudar e incluso asegura que es algo que a los futbolistas les seguirá pasando en el futuro y propuso que a los niños de las escuelas de fútbol se les prohíba cabecear el balón.
Sin duda es algo que llama la atención, que prácticamente la mitad de ese equipo haya padecido esa enfermedad. De esos campeones del mundo, solo sobreviven, además de Sir Bobby Chalrton, George Cohen, Jimmy Greves, George Eastham, Ian Callaghan, Terry Paine, Ronald Flowers, Roger Hunt y el ya mencionado Geoff Hurst.