A Elsa le gusta el café. Y mientras bebé un sorbo de uno bien cargado, la colombiana nos cuenta —con un brillo en los ojos — sobre su nuevo disco y esta aventura musical que cada día la convierte en una artista más popular. Elsa y Elmar —como se llama oficialmente el proyecto— acaba de presentar un nuevo sencillo llamado “Ojos Noche”, que sigue la senda de “Culpa, Tengo", "Puntos Medios" y "Nadie Va".
¿Cómo ha sido este viaje, Elsa?
Satisfactorio. Y sé que suena a cliché pero es real: he trabajado mucho. Mi proceso no ha sido de contar con una maquinaria detrás de mí o de un éxito que prenda como paja. Ha sido de prueba y error; de artista, pero también de mujer de negocios.
¿Llega el momento en que como artista encontraste una clave y un camino claro a seguir?
La clave es no pensar que cada canción que hagas va a llegar a ser el próximo “Despacito”. imagínate la frustración de no tener un hit de ese tamaño.
¿A ti te gustaría tener el próximo “Despacito”?
Me da igual. Claro que quiero que la gente escuche mi música porque siento que tengo algo que decir, pero no sueño con eso. Para mí eso no es el éxito.
Comentas que tu nuevo disco es una reinvención. ¿En qué consiste?
Es que hay un deber como artista de exigirnos; reinventarme es buscar qué quiero decir, a quién le quiero hablar. La idea de reinvención está ligada con el perderle el miedo a hacer las cosas.
Se nota que disfrutas hacer música, y como recompensa, has recibido premios como el John Lennon Songwriting Contest.
Es un gran premio que te da responsabilidades; nos dieron instrumentos y equipo. Sean Lennon retuiteó mi canción; es un galardón que sí te da un empujón. Además soy fan de The Beatles.
¿Cuál es tu canción favorita de The Beatles?
“You’ve got to hide your love away” es mi favorita.
Eres originaria de Bucaramanga, considerada la ciudad más prospera de Colombia…¿Ese contexto te influyó?
Cuando yo crecí en esa ciudad aún no era tan próspera; vivía hacia el campo más que en la ciudad, en una casa enclavada en las montañas y no tenía mucho contacto con la escena artística. Lo que sí, es que desde pequeña me aficioné con la música.
Sé que te gustan desde Selena hasta el rock alternativo, ¿cómo conjuntar tantas influencias sin tender hacia alguna en particular?
Creo que hay una línea delgada entre la influencia y el “quiero parecerme a eso”. A veces me obsesiono con Tame Impala, por ejemplo, pero lo dejo a la hora de grabar.
¿Cuál ha sido tu última obsesión musical?
Juan Luis Guerra, pero para este nuevo disco mi influencia fue el Ghetto. Estuve viviendo Oakland, USA y se siente la atmósfera de la calle. No es que tampoco vaya a volverme rapera ahora, eh.
¿Cómo fue la experiencia en esos lares?
Era hermoso salir a la calle y ver como se juntaban los raperos a escuchar hip-hop en su grabadora en el parque. Además, mis vecinos escuchaban mucho Frank Ocean.
El género urbano por lo general tiende al perreo y la misoginia (no siempre, pero se da mucho). En tu caso, apuestas por un “urbano sentimental”…¿en qué consiste?
Utilizo muchos ingredientes del urbano, beats con un bajo muy potente. En este disco hay baladas con órganos antiguos, cosas orgánicas, pero también muchas cosas tomadas de ese género urbano como si fueran ingredientes; se trató de que la música equivaliera a llorar con la letra.
Hay una canción de Ultravox que se llama “Dancing with tears in my eyes”…¿por ahí va?
Exacto, por ahí va, de llorar y sentir mientras estas en el baile, en el gozo…
También sé que te gustan mucho los memes.
Me parece una manera hermosa de saber que no estás sola en algo que te causa risa. A mí ya me hicieron un meme, pero mi favorito es el niño Jesús y una niña maquillada con un texto que dice “crecen tan rápido”.
¿El factor Shakira te ayuda, —como artista colombiana— o al contrario, puede ser una sombra?
Claro que me ayudó. Colombia era una país que venía saliendo de un problema de droga —entre otras cosas—, y ella nos hizo soñar, darnos cuenta que sí es posible salir al mundo. Lo que hacía Shakira antes era hermoso, tenía algo que decir, eso me inspiró a ser algo más que una popstar.
Pero Shakira se convirtió justo en eso después…¿no?
Yo la respeto, pero no sé, a veces escucho sus cosas nuevas, pero ya no es la de antes.
¿Cuál es el reto de la música latina?
El reto es que no todo suene a reggaetón afuera. Yo antes escuchaba por ejemplo a Britney y no sabía qué quería decir. Lo ideal es que ahora lo que guste en el mundo, puede ser quizás una balada en español.
Pero a los extranjeros lo que les gusta es el beat y esa parte lujuriosa, no tanto entender las letras.
Sí, es parte sí, es un género muy corporal. Pero te digo, yo escuchaba a Nelly Furtado sin tener idea que decía y me encantaba.
En México quieren prohibir el reggaetón en las primarias…¿qué opinas?
¡No puede ser! Pero aunque lo hagan, no pasará nada, está tan arraigado que los niños lo van a escuchar en otro lado.
¿Las líricas de tu nuevo disco están asociadas con el feminismo?
Es que yo soy más de que el feminismo se demuestra, más que se pelea. El que como mujeres seamos más sentimentales que los hombres, no tiene nada de malo.
En tus canciones mencionas mucho el futuro… ¿qué desearías que pasara en el futuro para ti y para el mundo?
Que haya agua, aire para respirar. Y bueno, quizás que podamos tele-transportarnos para no tener que tomar un avión.
¿Te da miedo volar?
Sí, es que mira, cuando vuelas te encierran en un lugar donde no hay escapatoria. En un avión pierdes el control o lo que sientes que es el control.
Escucha "Ojos Noche" de Elsa y Elmar, ya disponible en plataformas de streaming.
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