Hoy, los sacos para hombre pueden ser slim, oversized, muy estructurados, deconstruidos o netamente tradicionales. Todo puede variar. Lo que sí es inmutable es su versatilidad. Si uno de ellos no funciona para más de dos o tres situaciones distintas en nuestro día a día ¿de verdad tenemos una prenda útil en el guardarropa? No lo creemos. Por ello, es esencial que nos hagamos de un corte y un color verdaderamente diversos, capaces de acompañarnos a todo lugar sin que parezca que siempre usamos lo mismo.
Ante dicha necesidad nuestro mejor consejos siempre será un saco color azul. Lo tiene todo para viajar de un escenario formal a uno más casual, combinando con muchísimas de las prendas que ya viven en tu armario. Y lo mejor aún, obedeciendo a las tendencias del siglo XXI, logrando verte más joven.
Historia del color azul en la sastrería
El traje azul para hombre se usa con fuerza desde 1748, cuando los oficiales británicos debían usar un tono oscuro de azul en un marcado contraste con el blanco, como uniforme oficial. De hecho, que a uno de los azules más oscuros que conocemos se le llame “marino” se debe justamente a esto; al código de vestimenta formal dentro de la Royal Navy.
Siguiendo los rastros de dicho tono de azul, podemos decir que su término se acuñó en Inglaterra durante la década de 1840 y se ha utilizado desde entonces como un básico en todo el mundo. Incluso hoy, a los abrigos azul marino todavía les nombramos y les reconocemos con base en sus raíces náuticas clásicas.
En el siglo XX, muy a principios, cuando la estética victoriana se extendió por la ropa masculina, el blazer azul marino para hombre se puso de moda como nunca antes se le había visto. El caballero bien vestido —de aquella época, por supuesto— solía llevar una chaqueta de este color adornada con botones de latón (generalmente dorado) para deportes, navegación y otras actividades que no eran precisamente una gala.
Hoy es una de las prendas más versátiles del guardarropa de un hombre, siendo su mix de camisa blanca y pantalón sastre color gris el más famoso de todos, pero no por ello el único.
Su simbolismo
Recuerda que cuando eliges tu atuendo del día, básicamente estás eligiendo un color (o combinación de colores), de acuerdo con el programa de tu día. Así funciona nuestro cerebro y es de esta manera en cómo damos solución a nuestras agendas. El color suele tener prioridad sobre el ajuste, la tela y el estilo. Es decir, escogemos nuestra ropa —desde la compra misma— con base en nuestros gustos cromáticos, en vez de la utilidad que puedan tener.
Que hoy nuestro guardarropa se conforme casi exclusivamente de prendas azules, pensando en el favoritismo que hoy tiene el saco para hombre en ese color, no se debe al azar. Es el resultado de procesos históricos y culturales que tienen que ver con los símbolos fundacionales de nuestra sociedad. Los azules, por su naturaleza, connotan conocimiento, confianza y responsabilidad. Este color en una prenda formal siempre tendrá un efecto tranquilo y pacífico en la forma en que la gente te perciba.
Asimismo, es un color que carga cierto grado de autoridad, que es muy útil para momentos en los que debes argumentar con otras personas, dar un discurso, hacer una presentación importante o simplemente parecer un experto.
Cómo combinar un saco azul
Ahora sí, el punto central de todo esto: qué hacer con tus sacos para hombre en este color sin verte siempre igual. Sin añadirle años a tu edad. Mimetizándote con la moda de los nuevos años 20…Toma nota.
Una forma muy actual de rendir tributo a sus principios náuticos. Además, una forma muy sofisticada de usar pantalones cortos, ¿no crees? Algo que definitvamente no haría tu abuelo.
Con una playera básica y slippers.
Oversized, con playera básica y pantalón sastre lose.
En un pantalón más recto o flare —que está marcando la tendencia ahora—. Este estilo es clave entre los chicos de la Generación Z, así que tú decide.
Llevando un cuello alto, pero relajando todo el look con unos jeans clásicos.
Por supuesto, con una camisa polo. Obvio si es en tonos térreos, mejor. Nada te hace lucir más dinámico como quitarte la tradicional camisa blanca y dejarte llevar por otras texturas.
Combinando tu saco con una chaqueta deportiva o hoodie en la parte de abajo, y tenis. Si te sientes muy arriesgado usar joggers puede ser una alternativa. Recuerda, sobre todo, que llevar sneakers con saco es uno de tus más grandes aciertos en la actualidad.