Se puede decir que las colaboraciones (tal como la de Omega y Swatch) son una forma segura de atraer la atención. Cuando Kim Jones estuvo en Louis Vuitton y anunció una colaboración especial con la marca de skate, Supreme, el mundo del hype perdió la cabeza. Más recientemente, cuando las mentes creativas de Gucci y North Face combinaron sus fuerzas, la histeria continúo atrayendo una atención especial. Otro caso es el de Mercedes x Palace, que lanzaron algo juntos a principios de esta semana, y que dio en el clavo inmediatamente: es el atractivo de lo inesperado lo que nos atrae.
En el mundo de los relojes, las colaboraciones tampoco son nada nuevo. En los últimos 12 meses, algunas han recaudado cantidades ridículas (Patek Philippe x Tiffany's), mientras que otras han enfrentado a dos públicos atractivos y han creado productos finales bastante sensatos (TAG Heuer x Porsche, Breitling x Triumph, Girard Perregaux x Aston Martin). Todos ellos actúan como una de estas dos cosas: una extensión de algo que ya tienes (un Aston Martin), o un punto de entrada a algo que aspiras a tener (un Porsche) pero que no puedes costear ahora. Algunas colaboraciones se tachan de superficiales, otras simplemente siguen su camino y funcionan.
Sin embargo, esta misión conjunta de Omega y Swatch lleva el arte de la colaboración al siguiente nivel. El viaje comenzó hace nueve meses en una sala de reuniones en Biel, con el director general de Omega, Raynald Aeschlimann; el director creativo de Swatch, Carlo Giordanetti; y el jefe de diseño de productos de Omega, Gregory Kissling y Nick Hayek, con la tarea de idear una colaboración que diera en el clavo. Y la línea Speedmaster MoonSwatch es lo que decidieron, según cuenta a GQ el director general del Grupo Swatch, Nick Hayek.
“Las colaboraciones están muy de moda, entre Gucci, Balenciaga, o quien sea que esté trabajando juntos. Pero a menudo es solo un trabajo de marketing en el que se ponen los logos de uno al producto del otro y ya está. Aquí queríamos ir un paso más allá, porque tenemos una marca icónica como Omega, que tiene un producto que es un icono en la industria relojera suiza, el Speedmaster (el reloj que viajó a la Luna). Y por otro lado, Swatch es un icono, pues ha salvado la industria relojera suiza. Cuando todo el mundo se centraba en el lujo, Swatch estaba ahí, y Swatch es un innovador”, dice Nick Hayek. Fue su difunto padre el responsable de salvar la industria relojera suiza y hoy, con esta colaboración, Hayek Jr puede ser el responsable de hacerla evolucionar y dar paso al futuro.
Aquí, todo lo que necesita saber sobre los Speedmaster MoonSwatch de Omega y Swatch.
Los detalles
En la colaboración entre Omega y Swatch hay 11 piezas, todas ellas con nombres de planetas y cada una con su propia combinación de colores. El material de todos los relojes es la biocerámica, patentada por Swatch. Se trata de una diferenciación importante para Omega, ya que es un nuevo material con visión al futuro, que además, demuestra algo nuevo y progresivo. Todos los modelos tienen una correa de velcro y cuentan con supernova para los índices y también para las agujas. Este lume es exactamente el mismo tipo de Super-LumiNova que se utiliza para los Omega Speedmasters, los cuales emiten un color verde en la oscuridad.
Ninguna de las piezas es de edición limitada ni está numerada. Fiel a la forma del Speedmaster, el diámetro del reloj es de 42 mm, el grosor es de 13 mm y el MoonSwatch comparte el mismo material de cristal para la caja. La legibilidad de la pantalla del cronógrafo también es extremadamente parecida a la de un Speedmaster, lo cual es aún más impresionante porque todos los relojes son hechos en las fábricas de Swatch. En el fondo de cada caja hay una imagen del planeta correspondiente. Estas imágenes están situadas sobre la pila y proceden directamente de la NASA.
Los colores
Urano es azul pálido, Plutón es gris con un bisel burdeos (un bonito guiño al Speedmaster Moonwatch Apollo 11), Venus es rosa y viene en 38 mm con subesferas ovaladas, mientras que la Tierra es azul y verde. Marte es rojo, que según Kissling fue el color más difícil de perfeccionar en biocerámica. También cuenta con las agujas del Proyecto Alaska (otro bonito guiño a los Speedmaster del pasado para los entendidos). Para Saturno, el reloj es de color beige y marrón oscuro con anillos que rodean el cronómetro a las 6 horas. Neptuno es azul oscuro, Júpiter es bronce/beige con agujas naranjas y Mercurio tiene la esfera de dos tonos negros. Queda el Sol, el cual es amarillo y fue el punto de partida de este proyecto. Por último, la Luna, que es negra y la más parecida al Speedmaster original.
Lo que aporta Swatch
Swatch utiliza un material extremadamente innovador: la biocerámica, que es una mezcla de cerámica y plástico de origen biológico. Y su precio ofrece la posibilidad de que un público más amplio se interese por iniciar su propio viaje hacia la colección de relojes. “Así que estas eran las bases sobre las que pensábamos juntos”, dice Hayek. “¿Qué podemos hacer, sobre la base de Omega pero también de Swatch, que sea una provocación positiva y algo realmente emocionante?” Cuando los creativos tuvieron la idea de un Swatch Speedmaster, hicieron una prueba que se cortó en el material biocerámico para entender si tenía sentido que un Speedmaster tuviera ese aspecto. El punto de partida fue el amarillo, para ser lo más provocativo posible: “Funcionó, así que luego decidimos introducir colores para todos los planetas. Recuerdo que Gregory [Kissling] dijo ‘la inspiración es el sistema solar’. Así es como empezó.”
Por qué tiene sentido para Omega
Es probable que la gente se pregunte si Omega tuvo o no opción de participar en esta colaboración, y es una pregunta que el CEO de Omega, Aeschlimann, está encantado de responder: “Si esto hubiera sido solo un swatch reciclado, o la forma normal de este reloj, y solo ponerle un nombre, habría estado totalmente en contra”, dice Aeschlimann. “Lo que hemos podido hacer al tener a Gregory [Kissling] muy involucrado, es como añadir que con una nueva forma, nuevas esferas, todo es nuevo en eso. Incluso es un material biocerámico que nunca se ha hecho. Así que una vez que ves el producto y escuchas toda la historia, te das cuenta de por qué lo hemos hecho.”
Cómo conseguir la colección Speedmaster MoonSwatch
Se expondrán en los escaparates de 70 tiendas Omega y 110 tiendas Swatch de todo el mundo los días 24 y 25 de marzo y se podrán adquirir únicamente en las tiendas Swatch a partir del 26 de marzo. Cada reloj tiene un precio de 275 dólares y únicamente será posible adquirir un máximo de dos a la vez.
Artículo publicado originalmente en GQ UK.