Bill Gates siempre está en busca de un buen libro, tan pronto como termina uno, empieza a buscar el siguiente y eso lo ha llevado a encontrar unas cuantas joyas, de diferentes estilos y géneros, que marcaron su vida, que le enseñaron muchas cosas importantes y que incluso recomienda para quienes buscan el éxito profesional y personal (o a veces también para quienes quieren una buena historia y un poco de entretenimiento).
Entre su colección de libros recomendados, Gates tiene uno que habla sobre la innovación, sobre lo que podemos hacer para tener más y mejores ideas y lo que se necesita para que podamos trabajar mejor y de forma más creativa, con el fin de lograr lo que nos proponemos y dejar de ponernos un freno a nosotros mismos.
En este libro, de acuerdo con lo que Gates escribió en su blog, el autor habla sobre “cómo crear entornos que puedan fomentar las buenas ideas”, y esto no solo es esencial para la innovación y para el emprendimiento, sino que también puede aplicarse en los proyectos en el trabajo, para resolver problemas o incluso para encontrar mejores formas de lidiar con los retos a los que te enfrentas en el día a día, para poder trabajar de forma más inteligente, y no de manera más dura o agotadora.
Bill Gates recomienda Where Good Ideas Come From de Steven Johnson
En este libro, Johnson habla sobre las claves que permiten a las personas tener grandes ideas y pensar de manera más creativa, y cómo pueden aplicar eso a sus propias carreras, negocios o planes de vida.
Johnson open de ejemplo a personajes como Darwin y Freud, y negocios como Google y Apple, explorando qué fue lo que hicieron diferente para poder lograr cosas extraordinarias, despegar sus carreras y tener un éxito enorme en sus respectivos ámbitos.
“Habla de las estructuras institucionales que facilitan las buenas ideas: cómo lograr que muchas personas piensen en problemas de vanguardia, cómo reunir a personas en un espacio donde diferentes conjuntos de habilidades e influencias pueden coincidir, cómo hacer que los tipos adecuados de materiales estén disponibles sin forzar una conclusión”, dice Gates al respecto.
De acuerdo con Johnson, los momentos de inspiración, las buenas ideas y los proyectos exitosos no solo le llegan a unos cuantos individuos con suerte, sino que es posible trabajar de una manera distinta para poder conseguirlo y para poder avanzar y crecer. Johnson y Gates están de acuerdo en que podemos tomar lo que tenemos y jugar con eso para poder lograr nuestros objetivos y metas. Esto va por el mismo camino de quienes dicen que necesitamos tener una mentalidad de crecimiento para poder llegar más lejos, y que el éxito no es cuestión de suerte, sino de estar dispuestos a pensar fuera de la caja, esforzarnos, estar siempre dispuestos a aprender, a buscar y seguir intentando.
“La decisión de fundar Microsoft, por ejemplo, no se basó en un destello de intuición momentánea, sino en los avances graduales de una industria naciente de computación personal, en el hecho de que Paul Allen y yo tuviéramos acceso a computadoras mainframe en la escuela secundaria a la que asistíamos y en nuestra intuición sobre lo que la gente podría hacer con las computadoras en el futuro”, dice Gates.
El libro busca enseñarnos a usar todo lo que tenemos a nuestro alrededor y a usar los recursos que tenemos, las cosas que vemos, lo que leemos, lo que escuchamos, a las personas que tenemos cerca y las tecnologías que ya existen para descubrir cosas nuevas, para poder innovar y transformar todo eso en una gran idea, en herramientas para trabajar de manera más productiva y para aprovechar las oportunidades que se presentan y no dejar pasta un momento clave para hacer lo que quieres, además de que también habla sobre la importancia de aprender a conectar tus buenas ideas para crear una especie de red con la que puedas hacer mucho más.
“Un ejemplo más reciente de lo que es posible en este sentido, dice Johnson, es YouTube. Si se hubiera lanzado diez años antes, habría fracasado porque la mayoría de las personas que se conectaban a Internet todavía utilizaban conexiones telefónicas lentas que no podían soportar el intercambio de vídeos. Pero cuando se lanzó YouTube, muchas más personas tenían conexiones a Internet de alta velocidad”, escribió el empresario.