No es que yo fuera como James Bond. En enero, después de jurar solemnemente proteger la información clasificada del nuevo Omega Seamaster (es decir, firmar un acuerdo de confidencialidad), el legendario fabricante de relojes me entregó una valiosa pieza de equipo para completar una operación de la máxima importancia. ¿El gadget en cuestión? El ultrasecreto Omega Seamaster Diver 300m en oro bronce, la exclusiva aleación de la marca que combina oro de nueve quilates, plata y paladio, con un bisel burdeos. ¿Mi misión? En realidad, bastante simple: probar en la muñeca el accesorio más impresionante que aún no está en el mercado.
Menciono a 007 por un par de razones. La primera es que mis órdenes eran similares a las del ex Bond y actual embajador de Omega, Daniel Craig, a quien la marca asigna regularmente el uso de relojes inéditos en eventos de alto perfil —como los Governors Awards y los Juegos Olímpicos—para despertar el apetito del público. Desafortunadamente para Omega, no soy fotografiado con tanta frecuencia como Craig, así que el reloj permaneció en gran medida como mi pequeño secreto durante las semanas que lo llevé puesto.
Cómo Bond convirtió al Seamaster en un ícono
Si bien el Seamaster ha sido el diseño principal de Omega en su línea de relojes de buceo desde 1948, la historia de esta última edición comienza hace 30 años. Con el estreno de GoldenEye en 1995 —la primera aparición de Pierce Brosnan como el superespía— Bond consolidó a Omega como su marca de relojes oficial, tras décadas de alternar entre Rolex, Seiko y TAG Heuer en la pantalla. Desde entonces, 007 ha llevado invariablemente un Seamaster, vinculando al personaje con la pieza de manera tan inextricable como el alunizaje de 1969 con el Speedmaster usado por astronautas.
Por supuesto, Omega ha lanzado varias ediciones 007 del Seamaster a lo largo de los años para coincidir con las películas. Lo notable de la pieza que me proporcionaron es que no es oficialmente una colaboración con Bond —y, sin embargo, la influencia de la franquicia está presente en todo el diseño. Es una prueba de lo importante que sigue siendo Bond para Omega y su futuro.
Casi cinco años después del retiro de Craig como James Bond, y con los planes para su sucesor aún en secreto, Omega está encontrando formas de dejar que la estética 007 se filtre en el resto de su catálogo. El nuevo Seamaster es el descendiente directo de una edición especial creada para conmemorar Sin Tiempo para Morir en 2021. Aquel reloj presentaba una esfera mate, marcadores de hora en tono caramelo, agujas envejecidas y un elegante brazalete de malla, elementos que se trasladaron a este último lanzamiento, aunque intercambiando el titanio utilitario por la lujosa aleación de Omega. El brazalete, en particular —una mejora audaz frente a los eslabones metálicos tradicionales o las correas de caucho del Seamaster— llamó bastante la atención cuando dejaba a mi hijo en el preescolar. Puede que no comparta las marcas militares en la esfera ni el branding explícito de 007 como el reloj de Sin Tiempo para Morir, pero las vibras de Bond aquí son innegables.
Una pieza como esta, con raíces en el buceo, pero fabricada con metales preciosos, elimina la necesidad de poseer tanto un reloj de vestir como uno deportivo. (Bond nunca necesitó ambos.) Este reloj se puede llevar cómodamente en cualquier tipo de compromiso: partidas de póker de gala con villanos que buscan conquistar el mundo, caminatas rústicas por las Highlands escocesas, persecuciones a alta velocidad en el último Aston Martin.
En la industria relojera, el ganador suele ser la marca que cuenta la mejor historia. Los alpinistas que alcanzaron por primera vez la cima del Everest llevaban Rolexes; Steve McQueen aceleró en Las 24 Horas De Le Mans con un TAG Heuer; y Cartier siempre encuentra su camino hasta las muñecas de la realeza, desde la princesa Diana hasta Taylor Swift. Omega, que aprovechó el alunizaje como combustible para impulsar su propio imperio, sabe que la persona promedio no compra un reloj por el movimiento interno, sino por lo que representa. Y no hay muchas personas—ficticias o reales— a las que los hombres quieran parecerse más que a James Bond. Incluso una asociación mínima es suficiente para convertir a este atractivo Seamaster en un éxito.
¿Cuánto cuesta y dónde comprar el Omega Seamaster Diver 300m 42 mm Bronze Gold?
El Omega Seamaster Diver 300m 42 mm Bronze Gold ya se encuentra disponible en el sitio en línea de Omega y en puntos de venta seleccionados, a un precio de 625,000 mil pesos mexicanos.
Artículo publicado originalmente en GQ US.
